La herencia realista de Andrew y Jamie Wyeth, en el Museo Thyssen
- Es la primera retrospectiva en Europa sobre Andrew Wyeth (1917-2009) y su hijo Jamie (1946)
- Del 1 de marzo al 19 de junio de 2016
Los realistas han tomado el Museo Thyssen de Madrid. A la exposición de Antonio López y compañía se suma ahora Wyeth: Andrew y Jamie en el estudio, la primera retrospectiva en Europa sobre Andrew Wyeth (1917-2009) y su hijo Jamie (1946), destacados representantes del realismo americano del siglo XX.
Las dos exposiciones diálogan así en la pinacoteca. Además de la vocación realista, la dos comparten el universo familia y privado. Y hasta ahí, porque la obra de los Wyeth no se basa en el esmero costumbrista de los realistas madrileños. El comisario de la muestra, Timothy J. Standring (conservador de pintura y escultura de la Gates Foundation del Denver Art Museum), resume la filosofía de los Wyeth en “pinta lo que te inspire en cada momento, pinta lo que conoces y amas”.
La exposición está planteada como una conversación artística entre los dos pintores en torno a algunos de los temas que han marcado su producción, y que sirven para organizar el recorrido en los siguientes capítulos: Padre e hijo, Amigos y vecinos, Lugares compartidos, Desnudos, Animales, Control y exuberancia y Extraños prodigios.
Más de 60 obras procedentes de instituciones públicas y colecciones privadas, algunas de ellas nunca antes expuestas en público, ofrecen al visitante la oportunidad de conocer la obra de estos dos artistas, así como detalles de su vida y de su capacidad creativa.
Wyeth: Andrew y Jamie en el estudio permite además descubrir cómo, en ocasiones, el trabajo de ambos discurría en paralelo, se complementaba o, incluso, servía para plantear desafíos entre ellos. El generoso acceso a las colecciones privadas de Andrew y Betsy Wyeth y de Jamie Wyeth ha permitido al comisario desarrollar un completo proyecto expositivo, con importantes obras de ambos que recorren todos los periodos de sus carreras.
Junto al gusto por lo teatral, el humor negro o la experimentación técnica, los Wyeth compartieron una misma sensibilidad. Ambos fueron niños prodigio y se educaron en casa donde, además, aprendieron las técnicas artísticas de miembros de su familia y dedicaron miles de horas a dominar el oficio y a buscar, hasta encontrarlo, el universo que querían mostrar a los demás.
También tienen en común la utilización de técnicas y materiales de una forma muy heterodoxa. Tal vez como reacción a su rigurosa formación académica, ninguno de ellos aplicó nunca a los dibujos ni a las obras acabadas ningún tipo de jerarquía formal.
Cada mes de mayo, los Wyeth se trasladaban desde Pensilvania hasta las pequeñas localidades costeras e islas de Maine. Pocas veces se alejaron de esos sitios familiares. Se sentían libres cuando trabajaban en ambientes que conocían bien. En las colinas, bosques, paisajes rocosos y casas que tenían un significado personal para ellos, podemos comprobar lo distintas que eran sus visiones artísticas: a Andrew le obsesionaban los temas cotidianos –y por eso a menudo olvidados-, mientras que Jamie busca lo extraño, lo peculiar.
El universo privado que será accesible del 1 de marzo al 19 de junio.