La Audiencia absuelve por falta de pruebas al etarra Arri del atentado de Callao en el que murió un policía
- En el atentado de ETA de 1995 murió el agente municipal Juan Rebollo
- Álvaro Juan Arri Pascual era miembro del comando Madrid en aquel momento
La Audiencia Nacional ha absuelto por falta de pruebas al exintegrante del comando Madrid de ETA Álvaro Juan Arri Pascual de haber participado en el atentado con coche bomba en la plaza del Callao de Madrid, frente a la FNAC, en 1995, en el que falleció el policía municipal Juan Rebollo.
La sección cuarta de lo Penal considera en su sentencia que pese a las evidencias de que el acusado, para el que el fiscal pedía 593 años de prisión, integraba en esas fechas el comando Madrid no hay ninguna prueba de cargo que le sitúe en esa precisa acción terrorista.
Para el tribunal -Ángel Murillo, Teresa Palacios y Juan Francisco Martel- "encontrarse en poder del acusado un archivo informático al que se traslada la información relativa a diversas acciones del comando Madrid (...) no le ubica inequívocamente" en la autoría de ese atentado en concreto.
Cuando se produjo su detención en Francia, a Arri Pascual se le intervino en su neceser un archivo informático con autocríticas de atentados, entre ellos este y otros por los que ya ha sido condenado, así como una agenda de seguimientos de potenciales objetivos de ETA.
Sin embargo, la Sala entiende que si bien los peritos de inteligencia sostienen que esas autocríticas y valoraciones son elaboradas por los miembros del comando que han participado, "llevaría esa afirmación, sin mayor añadido, a establecer inexorablemente la autoría de los atentados citados (...) a aquel en cuyo poder se localizaran, no constando" que siempre haya sido así.
Esos archivos son de la misma marca a los que se refería el manual de instalación de "Claris Works" que fue hallado en el piso franco del comando Madrid en la calle General López Pozas y en el que se identificaron cinco huellas dactilares de Arri Pascual, lo que tampoco el tribunal crea que se trate de una evidencia determinante para condenarle.
De este modo, la sentencia solo considera probado que el día del atentado los terroristas aparcaron en la calle del Carmen de Madrid, a la altura de la Fnac, un vehículo que habían sustraído días antes en la avenida del Doctor García Tapia y al que le sustituyeron las placas de matrícula por otras dobladas.
Un coche bomba con más de 60 kilos de explosivos
En el coche instalaron un artefacto explosivo compuesto por 60 kilos de amonal y 5 kilos de un explosivo de alta potencia utilizado como multiplicador en el interior de dos ollas colocadas con la boca dirigida a los escaparates del citado establecimiento "con la finalidad de reforzar los efectos expansivos" de la bomba.
Además, se utilizaron dos bombonas de gas "al objeto de incrementar la potencia del coche bomba y ocasionar un incendio en las deflagraciones".
Tras el aviso previo en nombre de ETA a la Policía Municipal y a los Bomberos de Madrid de la colocación del coche bomba que explotaría a las 17.15, los agentes comenzaron a acordonar la zona.
A la hora indicada, explotó el coche bomba, lo que originó un incendio en dicho establecimiento comercial y causó la muerte del agente de policía municipal Jesús Rebollo García, de 39 años y cuatro hijos, y lesiones a 23 personas, de las que ocho eran policías nacionales.
Además, se produjeron "cuantiosos daños materiales" tasados en 641.190 euros en bienes inmuebles y en 5.711 en vehículos.
El atentado fue reivindicado por ETA a través de un comunicado en el diario Egin, el 2 de julio de 1995, en el que explicaba que el objetivo era el establecimiento comercial de capital francés.
Arri Pascual, condenado a 208 años de prisión por el atentado cometido en julio de 1994 en la plaza de Ramales de Madrid, en el que murieron el teniente general Francisco Veguillas y otras dos personas, fue detenido el 23 de noviembre de 1995 en la localidad francesa de Loyat (Francia).