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La Generalitat cambia el nombre de la Consellería de Exteriores para esquivar al Constitucional

  • Pasa a ser de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia
  • Romeva asegura que se mantienen "intactas" las funciones de la Consellería

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El conseller de Exteriores, Raül Romeva junto al presidente catalán, Carles Puigdemont el pasado 11 de febrero.
El conseller de Exteriores, Raül Romeva junto al presidente catalán, Carles Puigdemont el pasado 11 de febrero.

El conseller catalán de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, ha adelantado en rueda de prensa que la Consellería de Exteriores catalana pasará a llamarse Departamento de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia.

Romeva lo ha confirmado en una rueda de prensa tras el consell del Govern catalán, que ha acordado en el Parlament esta medida para esquivar la suspensión que decretó el Tribunal Constitucional (TC), en base a un recurso presentado por el Gobierno central.

A pesar del cambio, asegura que sus funciones seguirán siendo las mismas y que se siente "amparado" por la ley, porque no hacen otra cosa que lo que venía haciendo la Generalitat en acción exterior, y que no entra en conflicto con las competencias del Estado

Según Romeva, se trata de una "modificación menor para mantener intactas" las funciones de la consellería, sorteando el "debate semántico" con el que se quería "desviar" la atención: "No nos detendrán", ha advertido. Romeva, no obstante, seguirá presentándose oficialmente como "conseller de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia".

Cree que el recurso presentado por el Tribunal Constitucional (TC) parte de la "debilidad jurídica y la ambigüedad competencial", por lo que cree que les legitima a presentar las alegaciones y a pedir que se levante la suspensión. Además, solicitan el levantamiento de la suspensión temporal que lleva aparejada el recurso, una acción jurídica que califica de "argucia" del Gobierno central para frenar a la Generalitat en su empeño de cumplir el mandato democrático de las elecciones catalanas.

"La propia demanda es absurda y no debería haber sido admitida a trámite", ha lamentado sobre el TC, al que considera un órgano jurídico muy cuestionable que se ha convertido en un instrumento político.

El conseller recuerda, además, que el requerimiento recoge "que no existe conflicto competencial porque admite que las funciones que vienen haciendo hasta ahora (el Govern) están contempladas en el marco del Estatut y constitucional", y ha insistido en que se basa en parar la voluntad de la Generalitat, algo que advierte de que no conseguirán porque es legítima y necesaria.