'Vulcania', una distopía enigmática
- José Skaf debuta en la dirección con una mezcla de géneros
- Protagonizada por Miquel Fernández, Aura Garrido, Ginés García Millán y Jose Sacristán
- Con la participación de TVE, se estrena el 4 de marzo en salas
Un pueblo aislado en una montaña que es una sociedad aislada. Dos familias segregadas trabajan en una fundación en un ambiente gris. El mundo entero es la fábrica. El gobernante es un mayordomo de la verdadera clase dirigente. ¿Suena extraño? ¿ O suena muy familiar?
Es el planteamiento de Vulcania, el debut en la dirección de José Skaf que cuenta con la participación de TVE. El 4 de marzo llega a las salas, tras estrenarse en el último Festival de Sitges, con un reparto integrado por Miquel Fernández, Aura Garrido, Ginés García Millán , Jose Sacristán, Ana Wagener, Silvia Abril, Jaime Olías y Rubén Ochandiano.
Vulcania es la historia de Jonás (Miquel Fernández), uno de los habitantes de un misterioso pueblo perdido en la montaña que, tras la muerte accidental de su familia, comienza a trabajar en el puesto más peligroso de la fundición en torno a la que gira la comunidad.
“Es una especie de muerto viviente, de autómata”, explica el actor. “Ha perdido a sus seres querido en un accidente y no tiene miedo a nada. Y una persona que no tiene miedo a nada es capaz de hacer cualquier cosa. Hasta que un día descubre un libro y a una persona con la que conecta y comienza a despertar.
Esa persona es Marta (Aura Garrido), una joven afectada por la misma tragedia que él, que reaviva el dolor provocado por la pérdida de sus seres queridos y despierta en su interior la necesidad de entender el desgraciado suceso. Jonás intentará un acercamiento a la enigmática joven y, en su afán por descubrir lo que sabe, acabará descubriendo un misterio mucho mayor.
Vulcania juega a la falta de información premeditadamente. Es una distopía que sucede en un lugar y tiempo indeterminado con un contexto nunca explicado. “Me gusta pensar que mi película es difícil de encasillar”, dice el director. “Es ciencia ficción, pero con toques de cine fantástico, drama, fantasía y un poco de thriller”.
Es ese mundo gris, que ha desterrado la belleza, resuenan muchas ideas políticas sobre la organización de la sociedad. “Sí, aunque no es una película de altas reflexiones filosóficas, te puede hacer pensar en libertad, individualismo, conformismo y libertad”.
Skaf lamenta lo ajustado del presupuesto para una película tan atmosférica, aunque asegura que “el presupuesto no es excusa”. “ Intentamos sacar el máximo partido porque es una de esas películas en las que es más importante el viaje del espectador que el final del viaje”.