Duro debate demócrata entre Clinton y Sanders en Flint, la ciudad afectada por agua contaminada
- Los aspirantes demócratas se enfrentan en temas de pobreza y racismo
- Ambos coincidieron en pedir la dimisión del gobernador de Michigan
- Las importantes primarias de Michigan se celebran este martes
- Especial elecciones presidenciales en EE.UU.
Los aspirantes demócratas a la Presidencia de EEUU, Hillary Clinton y Bernie Sanders, han vivido este domingo un duro debate, en el que se han enfrentado en temas de pobreza y racismo en la ciudad de Flint (Michigan), donde se descubrieron altas dosis de plomo que han afectado a la salud de muchos de sus habitantes.
Las diferencias entre los aspirantes en torno a los tratados comerciales internacionales también protagonizaron parte del debate, celebrado dos días antes de las primarias demócratas en Michigan, un estado clave para ambos precandidatos que se ha visto afectado por el cierre de muchas fábricas y plantas del sector del automóvil.
"Estamos esta noche en Flint, Michigan, porque está ocurriendo una horrible tragedia", ha asegurado el senador Sanders. Clinton, por su parte, comenzó el debate pidiendo la renuncia del gobernador de Michigan, el republicano Rick Snyder, por su mala gestión de la crisis en Flint, por no haber tratado el agua debidamente y por la demora en actuar ante la situación.
Sanders pidió hace meses la dimisión de Snyder, pero Clinton no lo había hecho hasta este debate, cuando ha sentenciado que "está lloviendo plomo en Flint, y el estado es negligente al no darle los fondos que necesita".
Flint vive una situación extrema por los efectos del plomo
El agua corriente de Flint se contaminó después de que la ciudad cambiara de proveedor para ahorrar, sin depurarla de forma adecuada, y sus propiedades corrosivas permitieron que se filtrasen grandes cantidades de plomo de las viejas cañerías por las que circulaba.
La exposición a grandes dosis de plomo puede desencadenar enfermedades en los riñones y es especialmente nociva para los niños, a quienes puede provocar, entre otras cosas, problemas de comportamiento y retrasos en el aprendizaje.
Sanders ha recordado el caso de una niña de 9 años que está en educación especial por el efecto del plomo, y ha asegurado que se ha cometido "un delito contra esa niña y contra el pueblo de Flint".
Tanto Clinton como Sanders han dejado abierta la puerta a presentar cargos criminales contra los responsables de la crisis si llegan a la Presidencia de EEUU, y la exsecretaria de Estado se ha comprometido a eliminar el plomo no solo del agua, sino también de la tierra y la pintura de edificios viejos del país en un plazo de cinco años.
Ambos han escuchado testimonios de residentes como Mikki Wade, una madre de dos niños que ha declarado que, incluso cuando se reemplacen las tuberías, no sabe si "alguna vez" volverá a estar "tranquila bebiendo el agua" de su ciudad.
Duras acusaciones entre ambos
El debate ha sido sobrio por los temas, que incluyeron la pobreza, el racismo y el tiroteo que dejó seis muertos en febrero en Kalamazoo (Michigan); pero también por la tensión entre los aspirantes.
"Clinton ha apoyado cada uno de los acuerdos comerciales" impulsados desde 1990, ha afirmado Sanders al denunciar el daño que, a su juicio, han hecho esos pactos a la economía de Michigan.
"Yo estuve en contra desde los años 90. Fui a México y vi las vidas de gente trabajando en compañías estadounidenses y cobrando 25 centavos por hora (...) y entendí que no debería forzarse a los trabajadores estadounidenses a competir con ellos", ha asegurado Sanders.
Mientras, su rival le ha criticado por haber votado en contra del rescate de la industria del automóvil a finales de la década pasada, al asegurar que si todos hubieran votado como él en el Senado, ese sector "se habría colapsado".
Han hablado también sobre el racismo en el país, el abandono de muchas escuelas públicas, el medio ambiente y su opinión del "fracking", que consiste en usar agua a presión mezclada con arena y químicos para romper las zonas rocosas del subsuelo donde se encuentra almacenado el petróleo y el gas.
Clinton ha citado una serie de requisitos que tendría que cumplir cualquier proyecto de "fracking" durante su Presidencia, mientras que Sanders ha sido más directo y ha asegurado que no lo apoya en absoluto.