Medio centenar de muertos en los combates entre fuerzas de seguridad de Túnez y yihadistas de Libia
- Los presuntos terroristas han atacado en la ciudad fronteriza de Ben Guerdan
- Hay 18 víctimas, entre civiles y agentes, así como 35 yihadistas muertos
- La operación sigue en marcha, ya que algunos terroristas están huidos
- Es el segundo incidente armado de esta naturaleza en los últimos cinco días
Medio centenar de personas, incluidos varios civiles, han muerto este lunes en los combates entre las fuerzas de seguridad de Túnezinfiltrados desde Libia, después de que un comando de yihadistas atacara una comisaria y un cuartel en la ciudad tunecina de Ben Guerdan, próxima a la frontera.
El presidente tunecino, Beyi Caid Essebsi, ha condenado el ataque en una comparecencia pública y ha detallado que hay 18 víctimas entre civiles y agentes de las fuerzas de seguridad, así como 35 supuestos yihadistas que habrían muerto en los enfrentamientos. En cualquier caso, la operación sigue abierta, ya que se busca a un número sin precisar de yihadistas que seguirían en territorio tunecino.
Essebsi ha pedido a los habitantes del sur del país "apoyar los esfuerzos del Estado en su lucha contra el terrorismo" y ha instado a respetar el toque de queda instaurado en la región de Medenín, donde se encuentra la ciudad fronteriza de Benguerdán, tras subrayar que las fronteras con Libia han sido cerradas y que "hay que respetar las consignas de las fuerzas del orden y de la Armada Nacional".
“Es un ataque sin precedentes, planeado y organizado“
"Es un ataque sin precedentes, planeado y organizado. Su objetivo probablemente era tomar el control de esa zona para declarar un nuevo emirato. La mayor parte de los tunecinos están ahora en guerra contra la barbarie", ha asegurado el presidente tunecino, que ha apuntado a la instauración de nuevas medidas contra el terrorismo: "Túnez apoyó hasta ahora a Libia como podía, aunque ahora quizás llegó el momento de aplicar medidas drásticas y radicales para acabar con el flujo que amenaza al país", ha señalado.
La operación defensiva continúa en marcha
Hasta el momento, ningún grupo ha asumido la autoría de este ataque, que marca un punto de inflexión en la estrategia de los yihadistas en Túnez. Ben Guerdan, situada a unos 50 kilómetros al este de la frontera con Libia, está considerada la capital del tráfico ilegal del país y la localidad de la que más fanáticos han partido para sumarse a la yihad mundial y a grupos armados en Irak desde la creación de la red terrorista internacional Al Qaeda.
La operación defensiva sigue aún en marcha, ya que unidades de la lucha antiterrorista buscan ahora casa por casa y barrio por barrio en Ben Guerdan y en las zonas aledañas a estos yihadistas, que se habrían mezclado con la población y huido hacia las áreas desérticas. Fuentes de Seguridad han informado a Efe de que varios de ellos lograron hacerse con una ambulancia y huir hacia la vecina isla de Yerba, cuyos accesos han sido cerrados al igual que los que llevan a las regiones del desierto meridional.
"Los atacantes cruzaron la frontera en varios vehículos y usaron armas ligeras e incluso lanzagranadas clase RPG en el ataque", que se produjo en un área de Ben Guerdan en el que se concentra varios edificios relacionados con las fuerzas de Seguridad, han señalado las citadas fuentes. Los ministerios de Interior y de Defensa han ampliado el despliegue en la zona con helicópteros, vehículos militares y tropas especiales de asalto, agentes de inteligencia y unidades de la lucha antiterrorista.
"La operación sigue en marcha. Se buscan cómplices y posibles participantes en el ataque", ha detallado la misma fuente, que ha preferido no ser identificada. Ante esta situación, el gobierno tunecino ha ordenado también el cierre de Ras Jedir, el principal paso fronterizo con Libia.
Ataques recientes en la frontera con Libia
Se trata del segundo incidente armado de esta naturaleza en los últimos cinco días, ya que el pasado miércoles unidades especiales tunecinas de la lucha antiterrorista mataron a cinco presuntos yihadistas que se habían infiltrado en el país desde la vecina Libia y tomado a una familia como rehén en una casa situada en el Auya, una pequeña localidad a 10 kilómetros de Ben Guerdan.
Las fuerzas de Seguridad indicaron entonces que los presuntos terroristas estaban vinculados con la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico y que entraron en el país de forma irregular a través de la frontera a bordo de varios vehículos todoterreno.
La Policía fronteriza tunecina estaba en estado de alerta máxima desde que hace dos semanas aviones de combate estadounidenses mataran a 50 personas -en su mayoría tunecinos- en un bombardeo contra supuestos objetivos de la rama libia del EI en la ciudad libia de Sabratah, a unos 100 kilómetros de la frontera con Túnez.
Según el Pentágono el fin último del ataque era matar a Nourdine Chouchane, un conocido cabecilla yihadista tunecino al que se acusa de instigar dos de los tres atentados que Túnez sufrió en 2015 y que luchó junto al grupo terrorista Estado Islámico en Siria e Irak. Poco después, tropas al mando del Gobierno libio en Trípoli prosiguieron con la operación por tierra contra la citada célula en Sabratah, lo que había puesto en alerta a las fuerzas tunecinas, que temían que los yihadistas hostigados huyeran en dirección a su país.
Las zona de desierto del sur de Túnez que se extiende entre Libia y Argelia se han convertido en los últimos años en lugar de reunión y paso de cientos de yihadistas procedentes de todos los puntos del Sahel y del norte de África que pretenden sumarse a la lucha armada en territorio libio. Hace meses que el gobierno de Túnez ha manifestado la intención de construir un valla en la frontera con Libia para contener el coladero descontrolado de yihadistas.