Merkel critica el cierre de la ruta de los Balcanes mientras los refugiados buscan vías alternativas

• Los ministros de Exteriores la UE evalúan la prevención de estas rutas alternativas
• Una de las posibles vías que podría abrirse es desde Libia hacia Italia
• La apertura de una vía regular es la mejor estrategia para evitar el tráfico ilegal
• España advierte de que el tráfico puede derivar hacia el Mediterráneo occidental

Refugiados hacen cola para beber un té cerca del pueblo de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia

Tras la cumbre del lunes con Turquía en Bruselas, Europa da por cerrada la ruta balcánica a los refugiados. El miércoles, después de esta declaración con un acuerdo de readmisión con Turquía firmado, Eslovenia, Croacia y Serbia comenzaron a aplicar restricciones fronterizas.

No obstante, la canciller alemana Ángela Merkel ha criticado este jueves la deriva de fronteras cerradas, y ha afirmado que "no resuelve el problema", pues "la situación no iba a ser perenne".

Así lo ha dicho en la cadena de radio alemana MDR, y ha añadido: "No se resuelve el problema tomando una decisión unilateral". Merkel concluye y apunta que "si no llegamos a un acuerdo con Turquía, Grecia no soportará el peso migratorio mucho tiempo".

La situación en el campamento de refugiados en Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia, no deja de empeorar. Unas 14.000 personas siguen, en medio de la lluvia y el frío, esperando que Macedonia abra la frontera. Un equipo de TVE informa desde el campamento sobre las difíciles condiciones de vida para persona que yan han sufrido una dura travesía hasta llegar a Europa.

La guerra y las circunstancias que provocan el caudal imparable de personas que huyen, no entienden de acuerdos sobre papel ni de guardias uniformados. La expectativa es que de un modo u otro el flujo de refugiados buscará nuevas vías. Con la vista puesta en tal posibilidad, los ministros europeos del Interior se han mostrado este jueves a favor de trabajar en la prevención de posibles nuevas rutas de entrada irregular de inmigrantes y refugiados a Europa.

Necesidad de un mecanismo permanente

"Tenemos que estar muy alerta acerca de las rutas alternativas", ha señalado el ministro holandés de Inmigración, Klaas Dijhoff, cuyo país ocupa este semestre la presidencia de turno del Consejo de la UE.

"Es bueno que discutamos medidas para prevenirlas. Mejor que esperar a que ocurra y luego reaccionar", ha añadido, incidiendo en que el acuerdo con Turquía para acoger a un sirio en los Estados miembros por cada persona deportada al país desde Grecia es "un mecanismo temporal, no permanente".

"Luego tendremos que hablar con Turquía sobre un mecanismo más permanente de reasentamiento en el sentido de compartir la carga y el planteamiento 1:1 (como se conoce al acuerdo con Ankara) se acabará", ha añadido.

Los países de la ruta balcánica cierran sus fronteras a los refugiados

Una vía legal aliviará el tráfico irregular

Según el holandés, adoptar este paso intermedio temporal era necesario porque "la gente no va a dejar de venir por sí sola", por lo que había que mostrar que "no merece la pena pagar a los traficantes para llegar a Europa por vías ilegales".

"Si queremos parar la puerta trasera mortal e ilegal tenemos que abrir una ventana regular y legal, si no veremos a inmigrantes y traficantes encontrar nuevas rutas", dijo, por su parte, el comisario europeo de Migración e Interior, Dimitris Avramópulos.

El ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, ha asegurado que ya trabaja con Albania (posible ruta alternativa de entrada en la UE), y anunció que en los próximos días viajará allí, aunque recalcó que por el momento no hay pruebas de que la llegada de personas se haya desviado hacia ese país.

Un niño se detiene en medio de las tiendas de campaña del campo de refugiados de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia. AFP / DIMITAR DILKOFF

El ministro español del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, también ha considerado que no se puede "bajar la guardia" y apeló a actuar con responsabilidad y solidaridad y huir de soluciones demagógicas.

"Hay que ser prudentes", ha recalcado, "porque de lo contrario se pueden acelerar los problemas", y ha reconocido que si se cierra la ruta de los Balcanes occidentales y la del Mediterráneo central es "evidente" que existe el peligro de que derive hacia el Mediterráneo occidental desde Marruecos, Mauritania o Senegal.

La ministra de Austria, Johanna Mikl-Leitner, ha defendido la política de cierre de fronteras adoptada por su país, e hizo hincapié en que los Balcanes occidentales deben permanecer cerrados y los flujos migratorios descontrolados deben pasar a la historia.

La integración de Turquía en la UE, tema pendiente

En relación al pacto con Turquía, días después de la intervención del diario Zaman, crítico con el gobierno del país, la ministra se preguntó si la UE "pasa por alto" sus valores cuando a cambio del plan se le ofrece a Ankara acelerar la liberalización de visados. Igualmente reconoció que todavía quedan abiertas muchas cuestiones legales y prácticas en el preacuerdo.

El ministro alemán, Thomas De Maiziere, también ha apuntado a que existe "preocupación" por que surjan nuevas rutas de llegada de la inmigración irregular desde Libia hacia Italia.

"Estamos hablando con los italianos para que prevengamos de antemano una situación similar a la de los Balcanes", afirmó. En cuanto a las críticas al plan trazado con Turquía, dijo que "con criticas no se avanza" y ha recordado que el país "tiene obligaciones vinculantes respecto al Derecho internacional". También ha señalado que Turquía ha "hecho grandes esfuerzos" en la acogida de refugiados".

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"Los puntos de críticos se trabajarán, pero no de manera destructiva, sino orientados a una solución", añadió. En opinión del alemán, "hasta ahora los traficantes son los ganadores" en la crisis de refugiados, y que por eso es importante que todos los que lleguen a Grecia sean devueltos a Turquía y después trabajar en una inmigración por la vía legal.

El ministro de Inmigración y Asilo de Luxemburgo, Jean Asselborn, apuntó por su parte a las tensiones que el pacto con Ankara ha creado entre los socios comunitarios, por las sospechas de que se trataba de un acuerdo preparado con Alemania a espaldas del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

"Hay que hacer todo para que Tusk y Merkel se sigan sintiendo cómodos en el club comunitario. Se trata de estar unidos, que no se asienten las diferencias", ha comentado.