Volkswagen anuncia la marcha de su máximo responsable en Estados Unidos
- Se va 5 meses después del estallido del escándalo de la manipulación de emisiones
- Michael Horn deja su cargo de presidente y consejero delegado en EE.UU.
- Volkswagen: saldrá de forma "inmediata" y de mutuo acuerdo con la compañía
Volkswagen ha anunciado la marcha de Michael Horn, hasta ahora presidente y consejero delegado de la empresa en Estados Unidos. Horn, que llegó al cargo en enero de 2014, y era el máximo responsable de la compañía cuando estalló el escándalo del fraude de las emisiones a finales de septiembre, saldrá de forma "inmediata" y de mutuo acuerdo con la compañía, ha explicado Volkswagen en un comunicado.
En la nota de prensa, el consejero delegado de la marca Volkswagen, Herbert Diess, ha destacado el "liderazgo ejemplar" mostrado por Horn durante "tiempos difíciles para la marca". "Quiero agradecer personalmente a Michael Horn el gran trabajo realizado para la marca y para los concesionarios en Estados Unidos", señala Diess.
El puesto que abandona Horn será ocupado de forma interina por Hinrich J. Woebcken, a quien el grupo designó recientemente máximo responsable de la región Norteamérica y presidente de la sociedad Volkswagen Group of America.
25 años en la compañía
Horn, de 54 años, asumió el cargo de presidente y consejero delegado de Volkswagen Group of America en enero de 2014, y acumula 25 años de experiencia dentro del grupo. El directivo se sumó a Volkswagen en 1990 y, desde entonces, ha desempeñado diversos cargos de creciente responsabilidad en la marca.
Tras saltar el escándalo de la manipulación de emisiones, Michael Horn compareció ante el Comité de Energía y Comercio del Congreso, donde admitió que la empresa instaló un software ilegal en los sistemas de control de gestión de los motores diésel vendidos entre 2008 y 2015 con el fin de engañar a las autoridades y que él supo en la primavera de 2014 de un posible incumplimiento de los niveles de emisiones contaminantes en motores diésel de su grupo.
Sin embargo, el ejecutivo aseguró entonces que lo sucedido con el software que manipula las emisiones de los motores diésel "no fue una decisión corporativa", sino algo que llevaron a cabo "un par de ingenieros".