El Coyote cabalga de nuevo en la exposición 'Antifaz'
- Una muestra que nos acerca a la obra de su creador, José Mallorquí
- La exposición puede visitarse, en la madrileña Casa del Lector, hasta el 24 de julio
Creado en 1943 por José Mallorquí Figuerola (1913-1972), El Coyote sigue siendo el personaje más importante y conocido de la novela popular (pulp) española. Ahora una exposición rinde homenaje al gran escritor y analiza el fenómeno de la literatura popular en la España del Siglo XX.
Una gran muestra que puede visitarse en la madrileña Casa del Lector, hasta el 24 de julio, y que cuenta con la colaboración de su hijo, el también escritor César Mallorquí, conocido por sus novelas de ciencia ficción y fantasía y por sus libros infantiles y juveniles gracias a los que ha conseguido numeroso premios, como el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.
“Es un inmenso orgullo y una gran satisfacción que se celebre esta exposición y haber podido colaborar con ella –asegura César-, porque es un nuevo reconocimiento a mi padre, que fue el escritor español más importante de literatura popular del Siglo XX”.
Objetos únicos
La aportación de César a esta exposición ha sido fundamental: “Hemos cedido todo el material que conservamos sobre mi padre, todo su archivo, así como todos mis conocimientos y mis experiencias junto a él, que falleció cuando yo tenía 19 años”.
“En esta exposición – continúa César- podrán verse ejemplares de varias ediciones de las novelas de mi padre, muchos de ellas inencontrables. También gran cantidad de objetos personales, como un tomavistas, su máquina de fotos, retratos, caricaturas, aviones… e incluso sus famosas pipas”.
Pero si hay un objeto que destaca, según César, es “su máquina de escribir Underwood, donde escribió casi todas las novelas del Coyote”
Unos objetos que nos permiten recordar a uno de los grandes de nuestra literatura y que también era un hombre muy especial, según su hijo: “Le recuerdo en todos los aspectos, pero sobre todo trabajando, comiendo (le encantaba comer) y viajando. Viajábamos mucho por España en coche y esos eran los momentos en los que le vi más felliz y relajado. Era un hombre tranquilo y algo tímido, pero también un gran conversador. Es imposible resumir su personalidad, pero su extraordinario talento es indudable”.
“El Coyote nació por casualidad”
César nos recuerda que, como casi todas las grandes obras, El Coyote nació por casualidad: “Mi padre empezó, a finales de los años 30, haciendo traducciones de novelas americanas para la editorial Molino. Luego comenzó a escribir relatos cortos y novelas. Esas primeras novelas fueron policíacas porque realmente era el género que le gustaba”.
“Sin embargo –continúa Cesar- debido a la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, se dejaron de comprar derechos de editoriales americanas y se pidió a varios escritores españoles que continuasen las series que llegaban de allí, pero cambiando a los protagonistas, como hizo con la serie Pete Rice, que se transformó en Tres hombres buenos. Así fue cómo mi padre terminó escribiendo una serie que se llamaba Novelas del oeste (con el seudónimo de Carter Mulford), entre las que se encontraba El Coyote (1943), un personaje que estaba basado en El Zorro (1919) de Johnston McCulley, como mi padre reconocía en sus propias novelas”
“Ese libro –continúa César- no tuvo especial repercusión, pero mi padre vio potencial en el personaje, así que le propuso a la editorial Molino crear una serie, idea que fue rechazada. Sin embargo la recién creada editorial Clipper aceptó el proyecto, y el resto es historia. Fue un éxito enorme”.
“Mi padre -continúa- César escribió casi 200 novelas del Coyote, que fueron traducidas a 16 idiomas y publicadas en todo el mundo. Se vendieron millones de ejemplares. No hay ningún fenómeno semejante en la historia de la literatura española. Ni siquiera las novelas de Marcial Lafuente Estefanía, que eran una cosa muy distinta, fueron el comienzo de los libros de bolsillo”.
Y es que las historias del Coyote también se consideran iniciadoras de la novela popular española. “Un nuevo género que rompía con la tradición novelística anterior –asegura César- y que también fueron una pieza clave en lo que se dio en llamar el western latino, que daba la vuelta al western típico anglosajón, en el que los buenos eran los americanos y los malos los hispanos o mexicanos. Ahora las historias se contaban desde el punto de vista de los hispanos”.
“El Coyote sigue muy vivo”
Esta exposición puede ser interesante para que un nuevo público se acerque al Coyote, un personaje que, según César, sigue muy vivo: “Que yo recuerde, ha tenido seis ediciones distintas, la última de hace sólo 12 años, y permanece en la memoria de muchísima gente. Hace sólo dos años Cátedra publicó un volumen sobre el Coyote y dos novelas. Y las reediciones se siguen sucediendo cada quince años, aproximadamente. Aunque es cierto que nunca volverá a tener el mismo éxito del que gozó, el personaje sigue muy vivo”.
En cuanto a una posible adaptación al cine, César es escéptico: “Se han hecho tres películas sobre El Coyote (la última en 1998, dirigida por Mario Camus y protagonizada por José Coronado y Mar Flores), y todas han sido muy malas porque se centraban en el personaje del Coyote y a mi padre lo que le interesaba era su alter ego, Don César de Echagüe. Cuando le preguntaban cúal de los dos prefería, el siempre comentaba que elegía a César seis días a la semana y los domingos se quedaba con el Coyote”.
“De todas formas –asegura César- creo que sería muy difícil hacer una película sobre el Coyote. Yo preferiría una serie de televisión para poder desarrollar al personaje en toda su complejidad”.
“No quería ser escritor”
Como comentábamos, César es uno de los grandes escritores de género actuales, destacando en la ciencia ficción y fantasía y la literatura infantil y juvenil. Pero él confiesa que al principio no quería seguir los pasos de su padre: “Nunca tuve vocación de escritor. Estudié periodismo y trabajé durante muchos años como periodista y publicitario. Pero no pensaba escribir porque la sombra de mi padre era muy alargada y además, mi hermano Eduardo, ya fallecido, empezaba a dar sus primeros pasos como escritor en aquella época. Me parecía exagerado que hubiese tres escritores en la misma familia. Pero al final volví a escribir. Está claro que mi vocación se la debo a mi padre, si no fuese por él, seguramente ni me hubiese gustado escribir”.
Para terminar, César Marllorquí nos comenta sus proyectos actuales: “Estoy trabajado en una trilogía. En el segundo volumen de una obra literaria juvenil que trata sobre informática, ordenadores, hackers y todo eso. Muy distinto a lo que hacía mí padre, porque en aquella época casi ni existían los ordenadores”.