La guerra en Siria, año a año
- El conflicto más cruento del siglo XXI cumple su quinto aniversario
- El diálogo entre el régimen y la oposición abre una puerta a la esperanza
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"¡La revolución continúa!". El grito de guerra de quienes se levantaron en Siria contra Bachar al Asad permanece vivo en las calles de Alepo cinco años después. Los vecinos de la ciudad, devastada por el conflicto, han salido a la calle estos días para recordar cómo empezó este conflicto que se ha cobrado ya cerca de 300.000 vidas y ha provocado que casi 12 millones de personas, la mitad de la población, hayan tenido que abandonar sus hogares, en un drama humanitario sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Esta ha sido la evolución del conflicto de Siria, año a año:
2011: El levantamiento contra Asad
Al calor de las primaveras árabes en Túnez, Egipto y Libia, a mediados de marzo la población siria empezó a protestar contra el régimen del presidente Bachar al Asad. Deraa y Hama son los principales focos de la sublevación, aunque TVE consigue grabar en directo la primera concentración en Damasco.
Desde el primer momento, el régimen reprimió con violencia las manifestaciones, lo que mereció la condena de la Naciones Unidas y del resto de la comunidad internacional. En octubre, los desertores del Ejército sirio crean el Ejército Libre Sirio, la principal milicia rebelde, lo que marca el inicio de la lucha armada. A finales de año, la ONU estima que ya hay 4.000 muertos y califica el conflicto de guerra civil.
2012: La guerra civil
La guerra se fue agravando a principios de 2012, convertida ya en un conflicto abierto entre los rebeldes que trataban de derrocar a Bachar al Asad y el régimen sirio, que decidió centrar sus ataques en Homs, considerada la capital de la revolución: desde febrero, la ciudad fue sitiada y bombardeada con saña, dejando más de un millar de muertos en apenas dos meses, uno de los episodios más sangrientos de la contienda. Homs capitularía definitivamente dos años después, reducida a una sucesión de ruinas.
Al mismo tiempo, el conflicto sirio se proyectaba en el ámbito internacional: Rusia y China vetaron en dos ocasiones que el Consejo de Seguridad de la ONU pidiera la salida de Al Asad. El exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, intentó mediar para conseguir un alto el fuego, sin éxito alguno. Bien al contrario, la guerra se recrudecía cada vez más, con ofensivas rebeldes contra Damasco y Alepo, la capital económica de Siria.
2013: Masacre con armas químicas
En 2013, Siria ya era un campo de batalla total, con la aparición de los primeros grupos islamistas, como el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en el país. En agosto se produjo una masacre con armas químicas en Ghouta, a las afueras de Damasco, que supuso un punto de inflexión en la guerra. El ataque con gas sarín mató a casi 1.400 personas, según denunció la oposición. EE.UU. señaló dirctamente al régimen de Asad como responsable. La investigación independiente de la ONU certificó la existencia de este y otros ataques similares con productos neurotóxicos sin señalar la autoría.
El uso de armas químicas era la línea roja de Barack Obama para intervenir militarmente en el país árabe. Sin embargo, Rusia medió y convenció a Bachar al Asad para que destruyera su arsenal químico bajo supervisión internacional, lo que disipó la posibilidad de un enfrentamiento internacional en suelo sirio.
2014: El auge del Estado Islámico
El Estado Islámico de Irak y el Levante, un grupo terrorista surgido en el norte del país vecino, había logrado desde varios meses antes tomar posiciones en el este de Siria. Sin embargo, será en 2014 cuando se alce como una amenaza global: después de tomar la importante ciudad de Raqqa, en verano se proclamó un califato desde Alepo hasta la provincia iraquí de Diyala, dirigido por Abu Bakr al Bagdadi y regido por la ley islámica, en su versión más rigorista.
Desde ese momento, el régimen sirio y los rebeldes combaten no solo entre ellos, sino también contra los yihadistas, que en septiembre lanzaron una ofensiva contra la ciudad de Kobane, un estratégico enclave kurdo junto a la frontera con Turquía. Solo la tenacidad de la guerrilla kurda, junto al respaldo aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos, permitió rechazar el ataque, aunque el Estado Islámico había demostrado su fuerza, controlando amplios territorios en Siria.
2015: El gran éxodo
La guerra civil de Siria ha volcado, desde los primeros enfrentamientos, un enorme sufrimiento sobre la población civil. En 2013 se calculaba que había ya en torno dos millones de refugiados, pero tras la irrupción del Estado Islámico y el recrudecimiento del conflicto en el norte del país, la huida se ha hecho masiva: miles de sirios abandonan cada día sus casas para huir de los bombardeos, las matanzas o el hambre.
Se estima que hay 12 millones de sirios, la mitad de la población, desplazados de sus hogares: siete millones dentro del propio país y alrededor de 4,7 millones en los países vecinos, especialmente en Líbano, donde hay más de un millón de sirios, y Turquía, que acoge a 2,7 millones. Muchos de estos últimos son los refugiados que intentan alcanzar el territorio europeo, jugándose la vida en el mar Egeo, y vagan después por la ruta balcánica intentando sortear las fronteras cerradas.
2016: La esperanza del diálogo de paz
La entrada de Rusia en la guerra, en septiembre de 2015, y el empuje del Estado Islámico han modificado el equilibrio de fuerzas en Siria: Bachar al Asad se ha visto reforzado militarmente, gracias a los bombardeos rusos contra sus enemigos, y políticamente, al presentarse como un mal menor frente al avance de los yihadistas, que controlan ya más de la mitad del territorio sirio.
Ante esa situación, los rebeldes han accedido a entablar un diálogo con el régimen de Al Asad, unas conversaciones indirectas y sumamente complejas que se han visto interrumpidas durante semanas y que se han reanudado este mismo lunes, tras entrar en vigor un frágil alto el fuego que, pese a algunas violaciones puntuales, se está respetando. Una esperanza de paz para Siria, las víctimas de la guerra más cruenta del siglo XXI.