Un buque pasará un año anclado en el Polo Norte para estudiar el hielo ártico
- Su misión será desvelar las claves de su cambiante situación
- El estudio puede ofrecer datos para entender el cambio climático
- Partirá el próximo 29 de octubre hacia el mar de Láptev
Un buque de investigación permanecerá anclado un año muy cerca del Polo Norte para que un equipo de científicos pueda desvelar las claves de la cambiante situación del hielo ártico.
Así lo ha explicado en una entrevista con Efe celebrada durante el Congreso Mundial sobre la Ciencia del Ártico en Fairbanks (Alaska), el científico experto en hielo polar de la Agencia Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por su siglas en inglés) Matthew Shupe, quien dirigirá esta ambiciosa expedición.
El proyecto, conocido como MOSAiC (por las siglas en inglés de Multidisciplinary Observatory for the Study of Arctic Climate), utilizará un buque alemán y partirá hacia el Polo Norte el próximo 29 de octubre, justo cuando la capa de hielo ártico empiece a recuperarse del mínimo del verano. "Nuestro objetivo es anclar el barco durante todo un año al norte del mar de Láptev, un sector del océano glacial Ártico que se extiende por la costa oriental de Siberia", explicó Shupe.
Ocuparán el buque 90 personas de las que alrededor de 50 serán tripulación y unos 40 científicos, sobre todo alemanes, estadounidenses y rusos, que estudian diferentes disciplinas relacionadas con el hielo ártico.
En la más absoluta oscuridad
Los científicos rotarán cada dos o tres meses mediante desplazamientos al barco en avioneta y operarán en la más absoluta oscuridad exterior durante los meses de invierno, afrontando temperaturas por debajo de los 40 e incluso 50 grados. "El objetivo es integrarnos en el sistema y ver qué ocurre con el hielo durante todo un año, cómo se forma después del verano, cómo de grueso llega a ser y cómo se mueve, se rompe y se derrite cuando llegue de nuevo el calor", detalló.
Los investigadores quieren ver cómo interactúan el viento, las nubes, la nieve y el sol en esas latitudes, qué flujos de energía se producen a raíz de la intersección de los citados factores y obtener claves de cómo lo que pasa en el Polo Norte afecta al clima en latitudes más bajas.
Shupe ya participó en la primera y única expedición hasta el momento en la que un buque permaneció anclado todo un año en el hielo Ártico, en 1997 y 1998, aunque no llegaron a estar tan cerca del Polo Norte como esperan estarlo esta vez.
En aquella ocasión, la investigación estudió la transferencia de calor que se producen entre el océano Ártico y la atmósfera en el transcurso de un año, cuando el sol está por encima del horizonte desde la primavera hasta el verano y por debajo el resto del tiempo, y arrojó datos reveladores para entender el cambio climático.