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Pekín aprueba un nuevo plan quinquenal que apuesta por la modernización y reducción de su industria

  • Quiere disminuir su sector público, pero anuncia que evitará despidos masivos
  • Pretende crear más de 50 millones de empleos en las ciudades
  • Contará con más de 30.000 kilómetros de ferrocarril de alta velocidad en 2020

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Un trabajador cocina en una infravivienda en la ciudad china de Hefei
Un trabajador cocina en una infravivienda en la ciudad china de Hefei.

China ha aprobado este miércoles su XIII Plan Quinquenal, el primero bajo el mandato del presidente Xi Jinping, cuyo principal objetivo es la modernización de la industria del país, especialmente para reducir el sobredimensionado sector público, lo que va a suponer un fuerte recorte de su capacidad y del empleo. Con este proyecto se tratará de afrontar la desaceleración del gigante asiático, que registró en 2015 su menor crecimiento en un cuarto de siglo.

Después de casi dos semanas de reuniones, el plenario de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el órgano legislativo del país, ha concluido este miércoles su reunión anual dando luz verde al plan que marca las líneas de política económica que seguirá el Gobierno de Pekín desde ahora hasta 2020.

Con una previsión de crecimiento medio anual de al menos un 6,5%, China estima que, al final del quinquenio, el PIB y el PIB per cápita del país duplicarán a los que había en 2010.

El Gobierno se compromete a evitar despidos masivos

Pese al anuncio oficial de hace unas semanas de que habrá 1,8 millones de despidos en el sector del acero y el carbón, el primer ministro, Li Keqiang, ha asegurado este miércoles que la reconversión industrial no conllevará una "pérdida masiva de empleos".

Estas declaraciones en la única rueda de prensa que ofrece el jefe del Gobierno realiza al año se producen en un momento de repunte de las protestas y huelgas laborales en el país.

"En algunos sectores, hay un problema serio de exceso de capacidad (...) Hemos escogido el sector del carbón y el acero para empezar con nuestros esfuerzos para reducir el exceso de capacidad y evitaremos un número masivo de despedidos", ha señalado Li.

El Ejecutivo chino ya anunció que establecerá un fondo de 100.000 millones de yuanes (más de 13.800 millones de euros) para asistir a los despedidos que resulten de la reestructuración industrial que planea realizar para reducir el exceso de capacidades de algunos sectores. Li también ha explicado ahora que este fondo podría incrementarse en caso de ser necesario.

El primer ministro también ha destacado que nuevos motores de la economía china ayudarán a reubicar a los trabajadores despedidos en industrias pesadas.

En la rueda de prensa, Li también se ha referido a una de las grandes preocupaciones de la sociedad china, el pago de las pensiones, y ha enfatizado que, a pesar de que algunas localidades han tenido problemas para pagarlas, el Gobierno central asegurará que los pagos se realizan. "El Gobierno chino es capaz de garantizar el pago a los pensionistas", ha asegurado el primer ministro.

Objetivo: un país más urbano y moderno

En esa línea, uno de los ejes del plan es la apuesta por la urbanización del país, para lo que se busca crear 50 millones de empleos urbanos en estos cinco años, con el propósito de que el 60% de la población viva en las ciudades en 2020.

El plan proyecta que China tendrá a finales de década 30.000 kilómetros de líneas de ferrocarril de alta velocidad, frente a los 19.000 kilómetros actuales, con el fin de que el 80% de sus grandes ciudades estén unidas a través de esta red.

También se reserva un lugar central a la innovación, para lo que se intentará distribuir la mano de obra, la tecnología y el capital para facilitarla y también se incentivará el emprendimiento.

Menos consumo energético y más censura

En cuanto a la energía, clave en la lucha contra la contaminación que ahoga el país, el plan fija un límite al consumo de energía anual que trata de reducir el consumo de carbón.

Así, el país mantendrá el consumo de energía por debajo de 5.000 millones de toneladas de carbón estándar anuales en estos cinco años, 700 millones menos que lo consumido en 2015.

China también se marca como objetivo crear estos años "un sistema más integrado de seguridad nacional", para lo que prevé aumentar los mecanismos de censura y las operaciones de contraespionaje.