Siria, el coste de la guerra
- El coste de la contienda se ha calculado en 275.000 millones de dólares
- Antes de la guerra, Siria crecía al 5%
- Una generación de niños crece bajo la falta de escolarización
- La esperanza de vida de los sirios se ha reducido en 15 años
"No se puede cuantificar el sufrimiento humano. Sólo se puede entender el coste humano poniéndose en el lugar de esas personas, de los sirios"... Así lo cuenta a TVE Charo Izquierdo, coordinadora de los programas de Desarrollo y Sensibilización de la Fundación "World Vision", que precisamente acaba de llegar de uno de esos lugares en los que es muy fácil ponerse en el lugar del otro: los campos de refugiados de El Líbano.
A 5 años del inicio de la guerra en Siria, su agencia de ayuda humanitaria y la consultora "Frontier Economics" han publicado un informe conjunto -muy detallado- sobre el coste de la contienda. Y da una cifra: 275.000 millones de dólares.
Una economía agonizante, o inexistente
Al evidente daño en la obra pública y las infraestructuras -sólo están funcionando, a día de hoy, un 43% de los hospitales-, hay que sumar el profundo deterioro de las fuentes tradicionales de financiación, como los sectores energéticos y manufactureros -en su día, las llaves del crecimiento-, que están bajo mínimos.
“La capacidad productiva siria ha sido prácticamente destruída“
La capacidad de generar energía eléctrica se ha reducido un 70% y la producción de crudo bajo control estatal ha pasado de los 387.000 barriles/día a menos de 10.000. El campo y la agricultura es el único que, por necesidad y descarte, ha experimentado un pequeño auge. Severamente afectados, pero asumiendo una posición que no tenían hace 5 años.
Así que casi se puede generalizar: la capacidad productiva siria ha sido prácticamente destruída. Así como el comercio, el empleo, etc. Por mucho que el régimen trate de transmitir, puertas adentro, una imagen de normalidad. El que suelen mostrar es el centro de Damasco, el principal mercado sirio para los productos libaneses. Ha permanecido relativamente estable, pero no representa ni mucho menos al resto del país.
Un país próspero reducido a ruinas
Antes de la guerra, incluso con el peso de las sanciones internacionales, el país crecía a un ritmo del 5%. Damasco había logrado depender del mercado regional. Pero, hoy, es una ruina. Y, en ese contexto de bancarrota, prima la economía sumergida. Según Charo Izquierdo, "la necesidad más inmediata de la población es poder encontrar una fuente de ingresos, un trabajo, para no tener que depender de la ayuda humanitaria". "Normalmente, tienen que trabajar en el mercado informal, con todo lo que eso significa. Con ingresos muy muy bajos que no les dan para vivir".
“La esperanza de vida de los sirios se ha reducido en 15 años“
"Con todo lo que eso significa", insiste... porque los niños forman parte de esa realidad. A los varones, los ponen a trabajar. Los vemos en muchas de esas imágenes que nos llegan del país en puestos ambulantes o trabajando en talleres. A las niñas, en algunos casos, se sabe que las casan como método para mantener económicamente a sus familias. Más claro, imposible. Son las consecuencias de cinco años de horror. Son los costes de esa guerra.
La esperanza de vida de los sirios se ha reducido en 15 años. En 2010, superaba los 70. Actualmente, ronda los 55. Peor que en Sudán del Sur, como refleja el informe.
Una recuperación lenta, difícil de calcular
Es más fácil calcular lo que costaría la reconstrucción que cuantificar el tiempo que llevará a la sociedad siria recuperarse. Porque muchos jóvenes se han ido y los que se han quedado -probablemente, porque no tenían otra opción, es decir, que no tenían dinero para emprender la huída- tampoco tienen, con ese panorama, un futuro halagüeño.
Una batería de cifras corroboran la afirmación. Como tantas otras, referentes a la infancia: la tasa de inmunización ha caído del 90 al 50%. Más de dos millones de niños menores de 5 años están desnutridos. El número de pequeños escolarizados se ha reducido a la mitad. Cerca de 6 millones de niños necesitan asistencia educativa.
Son los mismos chavales -aunque uno de cada tres, según UNICEF, sólo han conocido la guerra- que han visto marcharse al 20% del profesorado, a la mitad de los médicos. "Profesores, personal cualificado, ingenieros... Han abandonado el país. Y eso significa que Siria no sólo está sufriendo uan guerra, sino además una grave descapitalización humana".
El futuro de una generación de jóvenes sin posibilidad de estudiar
Siria era un país aventajado en la región, "donde la gente estudiaba", prosigue Charo, "el nivel educativo era muy alto, de más del 90%", pero "hoy hay 13 millones y medio de personas que han agotado sus recursos, que necesitan ayuda de primera necesidad".
Es, inevitablemente, el momento de hablar de los refugiados sirios, de cómo ese trasvase de población está afectando a los países vecinos. Según ACNUR, cerca de 5 millones de ciudadanos sirios han buscado refugio en Turquía (2'6 millones), El Líbano (más de un millón, que representa el 25% de la población total del país) y Jordania (600.000, aproximadamente). Aparte, los que han salido de territorio sirio en los últimos meses camino de Europa.
Sólo en el caso turco se puede hablar de beneficio económico y, muy concretamente, en las zonas fronterizas. "El conflicto sirio ha puesto en tensión a estos países" y Charo Izquierdo nos recuerda, además, que "incluso dentro de los propios refugiados, en los asentamientos informales de El Líbano o en los campos de refugiados de Jordania, hay econ+omicamente hablando distintos tipos de refugiados. Aunque la mayoría, suelen ser pobres".
Las cuentas de esta guerra no salen para nadie. Ni para Rusia, que -con su propia agenda, recién finalizada- se estaba gastando allí, en sus operaciones militares, una media de 10 millones de dólares diarios.
Son números que se barajan, especialmente, estos días. Pero, tras ellos, "hay vidas personales, historias de vida y mucho sufrimiento", "lo que realmente solucionaría el problema es que hubiese paz", concluye Charo, de la Fundación "World Vision": "una paz duradera que les permitiera a unos avanzar y a otros volver a su país, a sus casa, a reconstruir sus vidas". En definitiva, a recuperar su país de entre las cenizas.