El Parlamento de Portugal aprueba la versión final del presupuesto para 2016 con más medidas de carácter social
- El Gobierno socialista quiere "pasar la página de la austeridad"
- Aumenta la carga fiscal por la subida de algunos impuestos indirectos
- El Gobierno confía en reducir el déficit desde el 4,2% hasta el 2,2% del PIB
El Parlamento de Portugal ha aprobado la versión final del presupuesto para 2016 con el voto favorable de los socialistas y el resto de fuerzas de izquierda.
El documento, que recoge nuevas medidas de carácter social, es definido por el Ejecutivo socialista como pieza clave en su objetivo de "pasar la página de la austeridad" pese a que, para contar con el visto bueno de la Comisión Europea (CE), se ha visto obligado a incluir en el texto varios "ajustes adicionales".
La subida de algunos impuestos indirectos -como los que gravan combustibles, alcohol y tabaco, entre otros productos- supone en la práctica un aumento de la carga fiscal, una política rechazada por los socios de izquierda del Gobierno, que aún así han votado a favor por considerar que en líneas generales el presupuesto supone un avance para el país.
No obstante, las fuerzas de izquierda han rechazado dos propuestas relativas al apoyo financiero a Grecia y Turquía con motivo de la crisis de los refugiados, las cuales fueron presentadas por los socialistas para cumplir con el preacuerdo alcanzado durante la cumbre entre la UE y Turquía y sólo han salido adelante gracias a la abstención del principal grupo de la oposición, el socialdemócrata PSD.
El PSD y los democristianos del CDS-PP (el partido más a la derecha del arco parlamentario) han sido los únicos que han votado en contra de la versión final del Presupuesto por considerar que supone un cambio de rumbo peligroso para Portugal.
"Por primera vez en la historia de los debates presupuestarios ha habido un partido -en referencia al PSD- que no sólo no presentó ninguna propuesta, sino que también adoptó como principio votar en contra de todo lo que era propuesto, incluso con aquello con lo que estaba de acuerdo", ha criticado el primer ministro de Portugal, el socialista António Costa.
Además, las dos formaciones -PSD y CDS-PP- han puesto en duda que el país consiga cumplir con las metas de reducción del déficit marcadas por el Ejecutivo, que espera bajarlo este año desde el 4,2% con el que cerró 2015 -penalizado por la liquidación del banco Banif- hasta el 2,2%.
Medidas de carácter social
Entre las enmiendas de índole social incorporadas durante las tres últimas semanas de negociaciones están, el aumento de la deducción fiscal por hijo a 600 euros, la actualización automática de un apoyo social a las familias "en situación de carencia económica grave", mayores ayudas a discapacitados y el incremento en el número de ancianos con derecho a cobrar una subvención específica para este sector de población.
Además, se ha garantizado la gratuidad de los libros escolares para los alumnos del primer curso de Educación Primaria, así como la creación de una prestación extraordinaria para desempleados que ya no reciben paro.
Las familias con menos rendimientos pagarán menos en concepto de contribución audiovisual -que financia la radio televisión pública portuguesa- y también estarán exentas del impuesto municipal de inmuebles. Otra medida es la implementación de una deducción del 15% de los gastos del veterinario en la declaración de la renta, con un límite máximo de 250 euros.
El jefe del Ejecutivo ha señalado que ahora comienza "el trabajo de fondo" para garantizar la ejecución del Presupuesto y para elaborar un Programa Nacional de Reformas, que deberá entregar en Bruselas con el propósito de garantizar el futuro de la economía portuguesa.