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Egipto confirma "en un 90%" la existencia de dos cámaras ocultas en la tumba de Tutankamón

  • Así lo demuestran las pruebas realizadas con radares
  • Podrían albergar el sepulcro de Nefertiti o de Kiya
  • Los escáneres han detectado "material orgánico y metálico"

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La cámara encontrada se halla detrás de los frescos que adornan la tumba de Tutankamón.
La cámaras se hallarían detrás de los frescos que adornan la tumba de Tutankamón.

Como si se tratase del penúltimo acto de un guion cuidadosamente estudiado, el Ministerio de Antigüedades egipcio acaba de anunciar la existencia "con un 90% de probabilidad" de dos estancias ocultas en la tumba de Tutankamón. Lo ha hecho después de conocer los resultados del análisis con radares que se llevó a cabo a finales del año pasado. "Hay un 90% de posibilidades de que detrás de los muros de la tumba de Tutankamón se escondan dos cámaras", ha anunciado Mamduh al Damati, ministro de Antigüedades, quien asegura que también se ha detectado "material orgánico y metálico".

Todavía son necesarias más pruebas que se realizarán antes de abril. Si se termina de confirmar la posibilidad, el contenido de las estancias ocultas se hará público unas semanas después, una vez que se hayan introducido en su interior cámaras en miniatura. Las imágenes desvelarían si se trata realmente de estancias funerarias, y después podría conocerse si esconden el cuerpo y el ajuar de Nefertiti, tal y como sostiene el egiptólogo británico Nicholas Reeves. Esta ha sido la principal hipótesis con la que ha trabajado la investigación arqueológica, no sin controversia.

Busto de la reina egipcia Nefertiti expuesto en el museo Kulturforum de Berlín, Alemania.

Busto de la reina Nefertiti expuesto en el museo Kulturforum de Berlín, Alemania. EFE

El propio ministro de Antigüedades se inclina por que la tumba sea de Kiya, esposa secundaria de Akenatón y posible madre natural de Tutankamón. Otras conjeturas apuntan a la princesa Meritatón, hija de Akenatón y de Nefertiti. En cualquiera de los tres casos, se trataría de un hallazgo de primerísima magnitud, que además estaría respaldado por la certeza de que las cámaras se hallarían intactas, y sus tesoros se habrían librado de los habituales expolios.

"Lo que puede haber detrás es pura especulación. Hay muchas posibilidades", opina José Manuel Galán, egiptólogo del CSIC, quien dirige el Proyecto Djehuty, centrado en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en Lúxor. "En caso de que fuera una tumba, lo que me resulta extraño, yo creo que lo más probable es que sea de Kiya", afirma.

Galán se muestra crítico con el procedimiento arqueológico que se está siguiendo, que ha consistido en poner el nombre de Nefertiti por delante: "la ciencia no es un acto de fe. No se sabe ni siquiera si Nefertiti se enterró en el Valle de los Reyes. Lo lógico es que sus restos estuvieran en Amarna". "Se ha montado un show mediático y la Arqueología necesita tranquilidad, ir paso a paso", continúa, "se han generado unas expectativas muy altas y habría que ver qué pasa si no se cumplen".

El legendario poder de seducción que despliega Nefertiti o simplemente la idea del hallazgo de una tumba real repleta de tesoros podrían ayudar a revitalizar un sector turístico castigado hasta la agonía por el terrorismo. Muchas voces han apuntado a este hecho como la razón principal que explica el procedimiento que se está llevando a cabo. "Egipto no necesita de esto. Es tan espectacular en sí mismo y atesora tantas riquezas que no tiene necesidad de shows", valora José Manuel Galán al respecto.

Trabajos arqueológicos

Las labores arqueológicas comenzaron el pasado noviembre en Lúxor bajo la supervisión de la Universidad de El Cairo y la Institución de Preservación e Innovación del Patrimonio Francés. Los muros se han sometido a termografía por infrarrojos, que han determinado "al 90%" que existe una oquedad doble tras ellos. La siguiente fase, que se llevará a cabo en las próximas semanas, será comprobar que se corresponde con un sepulcro y, en caso afirmativo, averiguar quién es su milenario ocupante.

La teoría de Nicholas Reeves comenzó a tomar cuerpo el año pasado, cuando un escáner fotográfico de las paredes -llevado a cabo con el fin de realizar una réplica de la cámara de Tutankamón- reveló unas extrañas grietas bajo la pintura. El egiptólogo británico, que vio después las imágenes, identificó las marcas con una puerta, y dedujo que detrás de ella se encontraba una cámara mortuoria, con los restos de la reina Nefertiti.

La tumba intacta de Tutankamón fue descubierta en 1922 en el Valle de los Reyes por Howard Carter.

La tumba intacta de Tutankamón fue descubierta en 1922 en el Valle de los Reyes por Howard Carter. EFE

¿Una tumba "improvisada"?

Tutankamón murió en torno al 1327 a.C. Su tumba intacta, con numerosas joyas como su famosa máscara funeraria de oro, fue descubierta en 1922 en el Valle de los Reyes por el egiptólogo Howard Carter.

Los expertos han tratado de entender durante mucho tiempo por qué la tumba de Tutankamón era más pequeña que la de otros faraones y por qué su forma era más parecida a las de las reinas egipcias de la época. En este sentido, Reeves sostiene que la muerte imprevista del faraón adolescente le sobrevino cuando aún no estaba finalizada su tumba. Por lo que utilizaron el sepulcro de su madrastra Nefertiti, insertando la cámara mortuoria como un anexo que ocultó a la tumba original.

José Manuel Galán no comparte la hipótesis del arqueólogo británico. "Ojalá encuentren lo que están buscando, pero sinceramente, no termino de ver que haya una tumba detrás. Al menos, entrando desde la de Tutankamón. Es muy extraño que el propio Howard Carter no se hubiera dado cuenta, ", afirma. "Las tumbas solían reutilizarse metiendo simplemente un nuevo ataúd y su ajuar funerario, pero no se superponían", explica.