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'La modista', una tragicomedia de venganza envuelta en estilo

  • La cinta está protagonizada por Kate Winslet y Liam Hemsworth
  • RTVE.es entrevista a su directora, la australiana Jocelyn Moorehouse

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'La modista' tiene como protagonistas a Kate Winslet y Liam Hemsworth

El tema central de La modista es la venganza, pero en su interior, esta película esconde muchas sorpresas y una mezcla de géneros y giros argumentales que conseguirán descolocar al espectador. La cinta llega a los cines el 18 de marzo.

El filme es un trampantojo de comedia, drama y sátira. A ratos enloquecida, a ratos triste, y con un punto excéntrico enmarcado en una estética de fábula, donde maravillosos modelos de alta oscura desfilan por el desierto como armas de poder y redención.

Esta inusual “montaña rusa de emociones" encandiló a la realizadora y guionista Jocelyn Moorehouse (La prueba, Heredarás la tierra) que escogió La modista para retornar al cine tras 18 años de ausencia, según cuenta en una entrevista vía mail a RTVE.es.

La película está basada en el primer libro de la escritora Rosalie Ham, ambientado en la Australia rural de los años 50, y está protagonizada por Kate Winslet, Liam Hemsworth, Hugo Weaving y Judy Davis. Cuenta como coguionista y productor con P.J. Hogan, realizador de la aclamada La boda de Muriel y esposo de Moorehouse.

Un proyecto ambicioso

La modista narra la historia de la glamourosa costurera ‘Tilly’ Dunnage, que tras pasar 20 años en París trabajando para los mejores diseñadores, retornará a Dungatar, su inhóspito pueblo natal, para vengarse de los mezquinos vecinos que la maltrataron en el pasado y recuperar la relación con Molly, su extraña madre (interpretada por Judy Davis).

La misteriosa y rebelde 'Tilly'' epatará a los lugareños con sus espectaculares modelos y usará la moda para transformar a las mujeres acomodadas de Dungatar y ejecutar sus planes.

Liam Hemsworth interpreta a Teddy

Por si fuera poco, hay un misterio de fondo, y una sorpresiva historia de amor de la protagonista con el rudo Teddy (Liam Hemsworth) que no desentona en esta tragicomedia rara, a la que Kate Winslet se sumó de inmediato tras “engancharse” con el guión: “Es una historia valiente, divertida, y en algunas ocasiones extraña, con una intensa relación madre-hija en el centro de todo”, señala la actriz en las notas de producción.

La gestación de tan ambicioso proyecto, es una de las películas con más presupuesto del cine australiano, fue lenta y muy paso a paso.

Moorehouse trabajó tres años en el guión, y el equipo se recorrió media Australia para hallar el paisaje desolado donde se ubicaría Dungatar. Un lugar polvoriento y desgastado que esconde la maldad de unos habitantes que ocultan secretos, donde llegará la heroína Winslet para vengarse, a modo de spaguetti western.

Tilly ejecutará su venganza transformando a las mezquinas vecinas.

El marco está pintado con colores muy saturados y encuadres inusuales, que recuerdan a un cuento o a un cómic, con cierta semejanza en el tono a los filmes de Jean Pierre Jeunet (Amelie).

“Aunque la película cuenta profundas verdades, no intenté rodarlo todo en un estilo naturalista. Necesitaba extremos. Quería que se viera como una fábula con su propio universo. Quería que fuera una película de género: un spaguetti western mezclado con cine negro y un toque de realismo mágico, más bien”, nos cuenta la directora sobre el enfoque de la ambientación.

La moda como arma

Kate Winslet está fabulosa en su papel de la elegante y vulnerable 'Tilly', y exhibe gran química con Judy Davis. Al llegar al pueblo, la modista adoptará un papel y una imagen de femme fatal, inspirada en la estética de actrices como Veronica Lake, Rita Hayworth, Ava Gardner o Anita Ekberg, a las que rinde homenaje con numerosos guiños en su actitud y estilo de diva.

La imagen de Winslet se inspira en la estética de actrices como Veronica Lake, Rita Hayworth o Ava Gardner

En este contexto, la moda se usará como disfraz para resaltar los defectos de las vecinas, y apelar a su vanidad. La labor del equipo de vestuario de La modista fue ingente: recopilaron modelos exclusivos cedidos por coleccionistas cuya inspiración fueron diseñadores europeos de los 50 tan célebres como Dior y Balenciaga.

Los colores de estas creaciones tenían que ser muy vivos, rojos, amarillos, azules, verdes, en contraposición con la atmósfera macilenta de Dungatar. Un derroche “chic” en este filme que es un pleno contraste en sí mismo.

Los modelos de Winslet se basan en creaciones de Dior y Balenciaga.