Obama llega a Cuba en un "primer paso" para apuntalar una reconciliación histórica
- Es el primer presidente de EE.UU. que visita la isla en 88 años
- Ha sido recibido por el canciller cubano y ha tenido un primer acto en la embajada
- Acompañado de su esposa y sus hijas, ha dado un paseo por La Habana vieja
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha llegado a La Habana en una visita histórica, la del primer mandatario estadounidense que pisa Cuba en 88 años y que busca apuntalar el deshielo iniciado hace quince meses entre dos países vecinos que fueron enemigos durante medio siglo, que ha comenzado con un paseo bajo la lluvia con su familia por La Habana vieja.
El avión presidencial donde Obama ha viajado acompañado de su esposa Michelle, sus hijas Malia y Sasha y su suegra Marian Robinson, ha aterrizado a porimera hora de la tarde en el Aeropuerto Internacional José Martí de la capital cubana. Justo a su llegada al aeropuerto, el presidente ha publicado en su cuenta de Twitter un mensaje en el que ha utilizado una expresión habitual en el lenguaje coloquial de la isla, "¿Que bolá Cuba?" y ha asegurado que estaba "deseando conocer y escuchar directamente al pueblo cubano".
El mandatario ha sido recibido por el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, acompañado de la directora para América del Norte del Ministerio de Exteriores, Josefina Vidal; el embajador de Cuba en EE.UU., José Ramón Cabañas, y el embajador en funciones de EE.UU. en la isla, Jeffrey DeLaurentis.
El canciller cubano ha obsequiado a la primera dama con un ramo de rosas blancas, con otro de rosas rosadas a las hijas del presidente y con uno de rosas rojas a la suegra del presidente.
En su primer acto tras pisar territorio cubano, un encuentro para saludar al personal de la Embajada de EE.UU. en Cuba y sus familias, Obama ha reconocido la trascendencia de su visita ya que es la primera vez que un gobernante estadounidense viaja a la Cuba revolucionaria, aunque ha advertido que solo es "un primer paso" en la nueva relación entre ambos países.
Además de conocer de primera mano la realidad del pueblo cubano y consolidar la nueva etapa de reconciliación. Sin embargo, el mandatario estadounidense también tiene como objetivo aprovechar su estancia de dos días en la isla para denunciar la represión contra opositores y activistas e incidir en la situación de los derechos humanos, asunto sobre el que ambos países mantienen las diferencias más profundas.
Un paseo bajo la lluvia por La Habana vieja
Tras aterrizar en la capital cubana, el presidente Obama ha dedicado su primera tarde a visitar La Habana Vieja, el centro histórico de la capital, junto a su familia. Así, han visitado la Plaza de Armas guiados por Eusebio Leal, el historiador oficial de La Habana e impulsor de la importante restauración llevada a cabo en las últimas décadas en esa zona, que fue declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1982.
Aunque el paseo ha tenido que realizarse con paraguas debido a la lluvia que les ha recibido en la ciudad, Barack Obama y su familia han visitado también el interior del Palacio de los Capitanes Generales, que fue el edificio del antiguo gobierno colonial y que ahora alberga el Museo de la Ciudad.
Posteriormente, se han dirigido a la Catedral de La Habana, donde les ha recibido el Cardenal Jaime Ortega. En un momento del recorrido, Obama se ha acercado a saludar a algunos de los cubanos que se han congregado, a pesar de la lluvia, en las calles aledañas a la Catedral para poder ver al presidente de los Estados Unidos.
Al finalizar su visita a la Catedral, la familia presidencial se ha desplazado a la aledaña barriada de Centro Habana para cenar en privado en el "paladar" (como se llama en Cuba a los restaurantes privados) San Cristóbal.
Una apretada agenda
Este lunes, el presidente de EE.UU. se reunirá con el líder cubano, Raúl Castro, y está previsto que los líderes hagan una declaración a los medios.
Después, Obama participará en un encuentro con empresarios estadounidense y "cuentapropistas", como se conoce en la isla a los emprendedores que han emergido con la controlada apertura a la iniciativa privada puesta en marcha por el Gobierno como parte de las reformas económicas de la isla.
El martes 22, último día de la visita, ofrecerá una conferencia dirigida al pueblo cubano en el Gran Teatro de La Habana, que será retransmitida en vivo por la televisión oficial de la isla. Ese mismo día tendrá también un encuentro con representantes de la sociedad civil independiente, incluidos representantes de la disidencia interna.
Obama y su familia se despedirán de Cuba en la tarde del martes tras asistir a un simbólico partido de béisbol en el Estadio Latinoamericano de La Habana entre una selección local y el Tampa Bay Rays.
El primer presidente de EE.UU. en casi 90 años
Quince meses después de anunciar del restablecimiento de relaciones con Cuba y pasados ocho desde la reapertura de embajadas, Obama llega a una isla que sigue siendo comunista, aunque en proceso de "actualización" económica y social, y donde EE.UU. ha dejado de ser el "enemigo" para convertirse en un vecino con el que se ha abierto una nueva etapa.
Obama es el primer presidente de Estados Unidos que visita Cuba en desde 1928, cuando el republicano Calvin Coolidge asistió en La Habana a una cumbre regional, y el único que hasta ahora lo ha hecho desde el triunfo de la Revolución castrista en 1959.
EE.UU. rompió relaciones diplomáticas con Cuba en 1960 e impuso un embargo comercial por la decisión del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, de decretar la nacionalización de las empresas estadounidenses sin indemnización.
Aunque Obama ha tomado medidas para promover las relaciones bilaterales, el levantamiento del embargo depende del Congreso de Estados Unidos, actualmente controlado por la oposición republicana, que se resiste a aprobar su supresión.
Horas antes de la llegada del presidente de EE.UU. unas cincuenta Damas de Blanco y otros opositores como el conocido grafitero El Sexto o Antonio González Rodiles fueron arrestados en La Habana, tras una marcha pacífica que fue respondida con una contra-manifestación de repudio por partidarios del Gobierno.
Estos incidentes se llevan repitiendo, con diferente intensidad, durante 46 domingos consecutivos, el día de la semana en que el grupo disidente femenino Damas de Blanco realiza sus marchas pacíficas para reivindicar el respeto de los derechos humanos en la isla.