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Murakami y un puñado de elefantes

  • Se publica en español el libro de relatos El elefante desaparece
  • Son 17 historias que el escritor japonés publicó originariamente entre 1980 y 1991
  • Te invitamos a leer las historias al son de la música elegida por Murakami

Por
HARUKI MURAKAMI RECIBIRÿ EL PREMIO INTERNACIONAL CATALUNYA
El escritor japonés Haruki Murakami.

Elefantes que desaparecen y artificiales que son fabricados pieza a pieza, canguros, enanos bailarines, atracos a McDonald's y Noboru Watanabe en forma de gato, de cuñado o de cuidador de paquidermos... El universo surrealista de Haruki Murakami (Kioto, 1949) vuelve a las manos de los lectores españoles en El elefante desaparece (Tusquets, 352 páginas, 19,90€), una colección de 17 relatos cortos publicados originalmente sueltos entre 1980 y 1991 en diarios japoneses -en 1993 se publicaron compilados en inglés- que llega por fin a España en un único volumen a la venta este mes de marzo.

Portada de 'El elefante desaparece' (Tusquets). TUSQUETS

Estas pequeñas historias recogen toda la esencia del autor japonés, su mezcla de realidad y fantasía, y permiten ver la evolución de su escritura, al reunir relatos datados nada más comenzar su carrera literaria -sus dos primeras novelas, Escucha la canción del viento y Pinball 1973 se publicaron en 1979 y 1980- y otros posteriores a obras que lo convirtieron en icono internacional, como Tokio Blues (1987).

Proponemos un breve repaso por algunos de estos relatos al son de la música que le pone al autor a cada historia, elemento también fundamental de la literatura de Murakami.

El pájaro que da cuerda y las mujeres del martes

"Noboru Watanabe/¿Dónde estás?/No te ha dado cuerda/el pájaro que da cuerda al mundo".

El relato que abre el libro se publicó originalmente en 1986 y cuenta cómo un hombre busca desesperadamente por su barrio al gato desaparecido de su mujer, de nombre Noboru Watanabe. Su mujer le puso a la mascota el nombre de su hermano porque le recordaba en algo a él. Noboru Watanabe volverá a aparecer en varias historias más de El elefante desaparece en distintas manifestaciones y es el nombre real de Mizumaru Anzai (1942-2014), ilustrador y amigo de Murakami, cariñoso guiño al responsable de las ilustraciones de muchas de sus obras. Este relato es el germen también de una de las novelas del escritor japonés, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995).

Nuevo ataque a la panadería

Relato de 1985 en el que un hombre le cuenta a su mujer cómo de joven decidió atracar junto a un amigo una panadería porque tenían mucha hambre. Cuando entraron al establecimiento, el panadero acababa de poner un disco con las oberturas de Wagner y les propuso que si escuchaban el disco entero les daría todo el pan que quisieran. Tras oír la historia, la mujer cree que sobre su marido pesa una maldición desde entonces y debe conseguir perpetrar correctamente un atraco a una panadería, con lo que se lanzan de madrugada por las calles de Tokio en busca del objetivo, aunque solo logran encontrar abierto un McDonald's.

El comunicado del canguro

En esta historia de 1981, un trabajador del departamento de control de calidad de unos grandes almacenes recibe una carta de una mujer explicando que se equivocó al comprar una sinfonía de Mahler en lugar de una de Brahms. El hombre se siente atraído por ella y decide contactar con ella de una forma muy peculiar: le dirige una carta grabada en una cinta en la que le confiesa su fascinación por los canguros de un zoo cercano.

Asunto de familia

En este relato publicado originalmente en 1985 conocemos a dos hermanos que comparten piso, aunque realizan vidas muy independientes. Ella quiere que conozca a su nuevo novio con el que quiere casarse, un ingeniero informático de nombre Noboru Watanabe. Aunque él no está muy por la labor, ante las reiteradas peticiones de su hermana y el interés de la madre de ambos por tener una referencia del prometido de su hija, accede a conocerlo. Noboru Watanabe acude a cenar a casa de los hermanos y la hermana pone un disco de Julio Iglesias: "¡Julio Iglesias! ¡Válgame el cielo! ¿Desde cuándo tenemos semejante caca de topo en casa?", se pregunta atónito el hermano.

El enanito bailarín

A un operario de una fábrica de elefantes, asignado temporalmente al departamento de orejas, se le aparece en sueños un enanito bailarín. En un sueño posterior, el hombre hace un arriesgado pacto con el enanito: para poder conquistar a una chica a la que le encanta bailar, permite que el enano se meta en su cuerpo, pero él debe de permanecer sin decir una sola palabra o el enanito se apoderará de su cuerpo para siempre. Este enano bailarín de Murakami, de 1984, es anterior al enigmático enanito que baila en los sueños del agente Cooper en Twin Peaks. ¿Pudo inspirarse David Lynch en esta historia? Difícil porque aún la historia no se había publicado en inglés. Una "absoluta coincidencia", según el propio escritor japonés, que se confesaba admirador de la serie en una entrevista con John Wesley Harding.

El último césped de la tarde

Este relato, publicado por primera vez en 1982, nos sitúa en el mismo año en que Jim Morrison cantaba "Light my fire" -un clásico de las novelas de Murakami-, un joven de 18 o 19 años se ganaba la vida cortando césped. Su novia lo deja y, cómo ya no tiene en qué gastarse el dinero que estaba ahorrando para hacer un viaje con ella, decide dejar el trabajo de cortador de césped, aunque antes debe realizar un último trabajo en casa de una viuda cuyo difunto marido era maniático del césped.

El elefante desaparece

La última historia del libro, que da también nombre al volumen, El elefante desaparece, data de 1985 y en ella volvemos a encontrarnos con Noboru Watanabe, que en esta ocasión es un hombre de 73 años cuidador de un elefante de la ciudad de Tokio que, de la noche a la mañana, desparece junto a su paquidermo sin dejar rastro más que su jaula vacía. El narrador de la historia, enamorado de los paquidermos, es curiosamente el último que vio a animal y cuidador antes de su desaparición. En esta historia, no solo se desvanece el paquidermo sino también extrañamente la música que suele acompañar a cada cuento de Murakami. Nos permitimos así la licencia de hacer un pequeño homenaje al escritor seleccionando una pieza de uno de sus compositores de cabecera, Henry Mancini, dedicada a un bebé elefante. ¡Disfruten de lectura y música!