Pakistán entierra a los 72 fallecidos del atentado suicida del domingo y promete mayor seguridad
- La policía ha detenido a 15 personas, entre ellos tres hermanos del posible suicida
- En operativo contraterrorista, se ha detenido a 50 insurgentes e incautado armamento
- En los hospitales continúan ingresadas cientos de personas
Lahore, en Pakistán en el atentado suicida del domingo contra un popular parque de la ciudad. Ese día un suicida se inmoló matando entre otros a 18 mujeres y 17 niños, y provocando heridas a 359 personas.
La masacre ha dejado llena de dolor y de funerales la ciudad y los barrios de su extrarradio. El ataque tuvo lugar en una zona de aparcamiento del parque Gulshan Iqbal, a pocos metros de unos columpios infantiles, cuando cientos de personas pasaban la tarde allí en familia.
El joven Junaid Maish, de 16 años, fue enterrado en el área cristiana de Youhanabad. La ceremonia tuvo lugar en el mayor barrio cristiano de Lahore, entre los lloros de los padres y familiares del joven, que también estuvieron presentes durante el ataque.
A pocos kilómetros de allí en el área de Sageyan Pull, Iram Shezad, de 27 años, era despedida por 2.000 amigos y familiares, que no esperaban que la excursión de la joven al parque con sus primos acabase así.
Sheron Pitras, Waqar Pervaiz, Basit Amanat, Manhel Javiad y Salamat Yousaf fueron otras de las víctimas que fueron a pasar una agradable tarde de domingo a un parque y que han sido enterradas este lunes, en una procesión de despedidas que se repitieron por toda la ciudad. Los cuerpos de otros fallecidos fueron trasladados a áreas de las vecinas provincias de Sindh y Baluchistán, sus lugares de origen.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, ha prometido este lunes luchar contra el terrorismo hasta erradicarlo. "Estoy hoy aquí para reiterar la determinación nacional para luchar contra el terrorismo hasta eliminarlo de nuestra sociedad", dijo el mandatario en un discurso.
Sharif, que canceló un viaje que tenía previsto realizar a Washington para participar en la Cumbre de Seguridad Nacional, hizo referencia a la operación que el Ejército comenzó en junio de 2014 en las zonas tribales del noroeste del país, que continúa hoy y en la que han muerto 3.500 supuestos insurgentes. Esa ofensiva ha ayudado a reducir la violencia a sus niveles más bajos en ocho años.
Una ciudad blindada
Hoy la segunda ciudad más grande del país, con siete millones de habitantes y su capital cultural, es una urbe blindada por las fuerzas de seguridad, con soldados que patrullan las calles, ametralladoras y vehículos blindados circulando mientras se suceden los funerales de musulmanes, cristianos, niños, mujeres y hombres.
La portavoz del servicio de rescate de Lahore, Deeba Shezad, ha dicho a EFE que su organización ha entregado 30 cuerpos a sus familias y que estás habían comenzado a celebrar los funerales. Mientras tanto en los hospitales continúan ingresadas cientos de personas, al menos 20 de ellas en estado crítico de salud y luchando por su vida.
Sakhawat Nizamani perdió a un hijo de 7 años en el atentado y ahora cuida de dos de sus vástagos heridos de gravedad en uno de estos centros de salud. "Mis hijos estaban en una atracción de feria cuando ocurrió la explosión. Uno de ellos murió y otros dos recibieron heridas graves", ha dicho a EFE Arshad, quien había ido a Lahore a pasar el fin de semana desde un pueblo de la vecina provincia de Sidh con sus cuatro vástagos y un sobrino.
"Yo estaba muy asustado, pero traté de mantener la calma porque tenía que cuidar a mis hijos", ha añadido la víctima del ataque que recibió una herida leve en su brazo izquierdo.
Un ataque "contra los cristianos"
El grupo talibán Jamaat ul Ashar, escisión del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), ha reivindicado la autoría del ataque y ha asegurado que el objetivo eran "los cristianos que celebraban la Pascua". La organización terrorista ha señalado que el atentado forma parte de una serie de operaciones que ha denominado como 'Saut-ul-Raad' (la voz del trueno), que continuarán a lo largo de 2016.
Según las investigaciones preliminares y a falta de confirmación definitiva, la policía habría identificado restos del supuesto terrorista suicida así como su documento de identidad, a nombre de Yousuf Farid, de 28 años, residente en Fatá Sehrani, distrito de Muzzafargarh, en el centro de Pakistán. En base a esta pista las autoridades han detenido a 15 personas, entre ellas a los tres hermanos de Farid, informa la prensa local.
Según ha informado el portavoz del Gobierno local, Tariq Zaman, 20 de los 359 heridos se encuentran en condición crítica. Entre los fallecidos, según el portavoz policial de Lahore, Qaisar Abbas, había 10 cristianos y 49 personas de esta religión se encuentran entre los heridos.
El director general de la Oficina de Información del Ejército (ISPR), general Asim Bajwa, ha afirmado en la red social twitter que los militares han llevado a cabo desde anoche varias operaciones contra grupos insurgentes que se han saldado de momento con la detención de 50 personas y al incautación de armas y munición. "Las agencias de inteligencia con el Ejército y el cuerpo de Rangers han llevado a cabo cinco operaciones en Lahore, Faisalabad y Multan", ha dicho el responsable.
El ataque, el peor desde el asalto talibán a la escuela de Peshawar (norte del país) en el que murieron 125 alumnos en 2014, ha sacudido Pakistán en un momento de cierto optimismo por la reducción de la violencia a raíz de una operación militar en las zonas tribales.