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Caso Petrobras

Lula defiende su papel en el Gobierno de Rousseff y pide castigar a los corruptos del caso Petrobras

  • El expresidente brasileño afirma que quiere "obedecer y compartir decisiones"
  • No asume responsabilidad en el nombramiento de los investigados de Petrobras
  • Solicita que el juez Sergio Moro rectifique y que sea "justo"
  • El ministro de Turismo, del partido aliado de Rouseff, abandona el Gobierno

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Lula da Silva, durante la rueda de prensa
Lula da Silva, durante la rueda de prensa

El expresidente brasileño Luiz Ignácio Lula da Silva ha comparecido este lunes en rueda de prensa para defender su papel en el Gobierno de su sucesora, Dilma Rousseff, quien lo nombró recientemente ministro de Presidencia. Además, ha pedido castigar a los involucrados en el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

"No quiero mandar, quiero obedecer y compartir decisiones y creo que puedo contribuir", ha afirmado Lula durante la rueda de prensa concedida a corresponsales extranjeros en Sao Paulo al ser preguntado sobre su designación al frente de la cartera más importante del Gabinete de Rousseff.

El nombramiento de Lula como ministro está en manos de la Corte Suprema después de que un magistrado de este tribunal suspendiera su designación al considerar que Rousseff ofreció a su padrino político la cartera con el propósito de "impedir" un posible arresto del expresidente, investigado por supuesta corrupción.

"Tengo la convicción de poder cambiar el humor de este país, porque si se cambia el humor al otro día podemos cambiar la economía", que ha sido impactada por los "efectos" de la actual crisis política, ha justificado.

De acuerdo con Lula, Rousseff lo invitó desde agosto pasado a formar parte del Ejecutivo y en ese momento consideró que "no era correcto dos presidentes en el Gobierno.

"No quería ser ministro y sí coordinar el Consejo de Desarrollo Económico y Social", ha señalado Lula, quien ha ademitido que cambió de opinión tras el empeoramiento de la crisis.

El exmandatario ha señalado que era consciente de que su llegada al Ejecutivo iba a generar la reacción adversa de la oposición, principalmente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). "Yo era consciente de que a los 'tucanos' (PSDB) no les iba a gustar mi ida al Gobierno", ha destacado Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010.

"No estaba escrito en la frente de los investigados" que fueran corruptos

El ex jefe de Estado se ha defendido también de la vinculación de su nombre en las investigaciones del caso Petrobras, en el que constructoras sobrevaloraban los contratos con la estatal y los sobornos eran repartidos entre ejecutivos, ex altos cargos de la petrolera y políticos, en la mayoría de la base aliada de Rousseff.

"Es importante que se investigue quién robo dinero, pero no es necesario hacer de eso un espectáculo. Un día la historia de este país irá a reconocer que gracias al PT (Partido de los Trabajadores), a Lula y a Dilma se levantó el tapete y se permitió ver transparentemente las cuentas públicas de este país", ha apuntado.

Sobre su responsabilidad en el nombramiento de algunos de los investigados y acusados por los desvíos en Petrobras, Lula ha manifestado que "no estaba escrito en la frente de nadie si era corrupto o no".

"Ellos fueron indicados por los partidos y si cometieron errores tienen que pagar por ellos", ha completado Lula, quien ha expresado su descontento por la forma de los acuerdos de delación establecidos por muchos de ellos con la Justicia para una reducción de penas.

Espera que el juez Moro rectifique y sea "justo"

Ha criticado, de igual manera, el juicio con fines de destitución contra Rousseff que se tramita en el Congreso por el supuesto 'maquillaje' de la mandataria en las cuentas públicas.

"El 'impeachment' es lógico que esté en la Constitución y en la ley, pero sólo es válido cuando existe crimen de responsabilidad del gobernante. Sin un fundamento legal y sin crimen de responsabilidad es golpe y es para acortar el mandato de la presidente Rousseff. Por eso es importante tener instituciones fuertes", ha aseverado.

Para Lula "no está lejos el día" en que alguien le pida disculpas por las acusaciones de las que ha sido blanco y ha arremetido contra el juez Sergio Moro, responsable del caso Petrobras y quien llegó a ordenar su traslado por agentes para declarar ante una comisaría y luego autorizó la divulgación de escuchas telefónicas.

"Me siento ofendido, el juez debería tener mucha responsabilidad para no confundir conversaciones personales con cosas públicas. Fue deprimente, pobre y de mala fe. No fue correcto. Eso no contribuye con la democracia y el objetivo es siempre intentar destruir la imagen de Lula", ha declarado.

No obstante, el expresidente ha reconocido que Moro "es una figura inteligente y competente, pero es un ser humano y el exceso puede llevarlo a cometer errores". "Si él hace el juicio correcto estará cumpliendo un papel extraordinario para el país y le pido a Dios que ponga las manos en la cabeza de él para que sea justo", ha concluido.

El ministro de Turismo de Brasil se anticipa a su partido y abandona el Gobierno

El titular de la cartera de Turismo de Brasil, Henrique Alves, ha anunciado este lunes la renuncia a su cargo y por ello se convierte en el primer ministro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en dejar el Gobierno de la presidenta, Dilma Rousseff.

El PMDB, la mayor formación política del país y que lidera el vicepresidente Michel Temer, decidirá este martes en una reunión de la dirección nacional si abandona el Ejecutivo de Rousseff, amenazada con un juicio político con miras a su destitución.

"El momento nacional coloca ahora al PMDB, mi partido desde hace 46 años, ante el desafío mayor de elegir su camino, bajo la presidencia de mi compañero de tantas luchas, Michel Temer", señaló Alves en un comunicado en el que ha justificado su renuncia.