Las otras Guerras de las Galaxias
- Un libro repasa las más de 50 películas espaciales rodadas tras la trilogía original
- Una auténtica fiebre que hasta llevó a James Bond a las estrellas
En 1977 nadie se esperaba el impresionante éxito de La guerra de las galaxias, de George Lucas, que se convirtió en todo un fenómeno sociológico (que continúa hoy en día) y, de paso, en la película más taquillera de la historia del cine.
Ese éxito hizo que en la década siguiente, (entre 1975 y 1985) se estrenasen más de cincuenta títulos del género conocido como ópera espacial (Space Opera), la mayoría bastante malos (aunque hay algunas excecpiones realmente interesantes).
Un montón de títulos curiosos que ahora, coincidiendo con el éxito del regreso de Star Wars a los cines, aparecen recopilados el libro Las guerras de las galaxias (1975-1985). La invasión de la Ciencia Ficción (Planeta Cómic) de Jérôme Wybon. Una divertida guía de space óperas ochenteras que nos demuestra que el espacio nunca estuvo más superpoblado que en aquella década. Y con cientos de fotos realmente curiosas, que despertarán nuestra vena nostalgica.
Y es que las imitaciones de Star Wars surgieron como setas en todo el mundo, desde Hollywood a Bollywood pasando por Cinecittá o Japón. Y personajes tan dispares como James Bond (Moonraker) o los Teleñecos (Cerdada espacial), se lanzaron a vivir sus propias aventuras espaciales.
Aunque la mayoría fuesen bastante malas (ninguna se podía permitir los efectos especiales de Star Wars), eran entretenidas y nos encantaba viajar a esos lejanos universos. Y 30 años después seguimos recordándolas. O sea, que algo tendrían.
Ilustres precedentes
Sin embargo no todo el mérito es de La guerra de las galaxias, ya que la película de Lucas tampoco habría sido posible sin ilustres precedentes como la serie de Star Trek (1966), 2001: una odisea del espacio (Stanley Kubrik, 1968), y la serie Espacio 1999 (1975). De hecho, muchos miembros de esta última serie trabajarían después en la película de George Lucas, que tuvo que cambiar los diseños originales del Halcón Milenario porque se parecía demasiado a una de las naves de la serie.
Además, Lucas realmente quería rodar una película de Flash Gordon (el serial que le fascinaba de pequeño), pero no tenía dinero para pagar los derechos, así que se inventó su propia historia.
Como detalle, el libro nos recuerda que la secuencia inicial de La guerra de las galaxias, con esa enorme nave surgiendo encima de nuestras cabezas, es una de las más imitadas de la historia del cine.
Tras el éxito de la película de Lucas surgirían numerosos plagios procedentes de Japón o Italia, pero también algunos títulos interesantes como Abismo Negro, Enemigo mío, Star Trek: la Película... y una obra maestra como Alien, el octavo pasajero.
Películas inolvidables
El libro es una selección de películas que, por un motivo o por otro (las buenas por buenas y las malas por malas) nos parecen realmente inolvidables. Cada título viene acompañado por un completo análisis, numerosas fotos (incluyendo algunas de rodajes que son difíciles de encontrar), entrevistas a directorers y protagonistas y un montón de anécdotas, a cual más curiosa.
Por ejemplo... ¿recordáis a David Hasselhoff protagonizando la película italiana Star Crash, choque de galaxias (Luigi Cozzi1979), o la Guerra de las galaxias turca (El hombre que salvó el mundo, 1982), o las japonesa Galaxias año 2000 (1977), con un Chewbacca con cuernos, y Los invasores del espacio (1978), portagonizada por una especie de Power Rangers? Probablemente no tuvistéis ocasión de verlas, pero aquí tenéis todos los detalles sobre ellas.
Luego también hay películas que, a pesar de su discutible calidad, tienen un lugar en nuestro corazoncito, como el Flash Gordon del productor Dino de Laurentis o La aventura de los Ewoks.
Un puñado de títulos míticos
Pero en esa década también se produjeron hay un puñado de grandes títulos que hoy en día son considerados clásicos del género, como el mencionado Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979); Star Trek, la película (Robert Wise, 1979); o la serie Galáctica, estrella de combate (1978), que iniciaron exitosas franquicias que siguen en marcha hoy en día, 30 años después.
La fiebre por el espacio también llegó a los dibujos animados con series de enorme éxito como Comando G (1978-1982) o Ulises 31 (1981), que trasladaba la odisea de Homero al futuro.
Otros títulos ya clásicos son la producción de Disney El abismo negro (Gary Nelson, 1979); el mencionado Flash Gordon (Mike Hodges, 1980), con la inolvidable banda sonora de Queen; Saturno 3 (Stanley Donen, 1980), con un robot asesino enfrentado a Kirk Douglas y Farrah Fawcett; Atmósfera cero (Peter Hyams, 1981), una versión espacial de Solo ante el peligro, con un genial Sean Connery; la intersante Enemigo Mío (Wolfgang Petersen, 1985), o la fallida Dune (David Lynch, 1984), que fue un enorme fracaso que, sumado al final de la trilogía de Lucas (El retorno del Jedi, 1984), supuso el final de la fiebre por las películas espaciales.
Mención aparte merece Moonraker (1979), la película que llevó a James Bond (Roger Moore) al espacio, en una historia que apostaba por la comedia y que fue la más taquillera de la saga, hasta entonces. Por allí andaba Jwas (tiburón), el inolvidable villano con dientes de acero.
El libro finaliza con un epílogo muy interesante dedicado a proyectos que no llegaron a realizarse, como una película con la que Jerry Lewis iba a parodiar Star Wars.