Tena, el poeta rebelde que compuso la banda sonora de una generación
- Integró los grupos Cucharada y Alarma¡¡¡, y fue una de las voces de la Movida
- Los míticos temas de Sangre española le catapultaron al éxito
- Colaboró durante años en causas solidarias y la droga le alejó de los escenarios
- Especial Manolo Tena en RTVE.es
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La caractéristica voz, entre rebelde y aguardentosa, del cantante y compositor Manolo Tena, fallecido este lunes a los 64 años, fue una de las más reconocibles y aclamadas de la Movida madrileña.
Tena conoció la gloria con su álbum Sangre española, himno de toda una generación, y vivió en carne propia una inesperada caída en el infierno de las drogas, de las que consiguió desengancharse.
Nacido en Madrid y de orígenes humildes, la pasión del compositor por la música se fraguó desde joven. Trabajó como botones, camarero y aprendiz de imprenta, pero con su primer sueldo se compró una guitarra y se formó como autodidacta demostrando una gran sensibilidad.
Del cielo al infierno
A principios de los ochenta fue miembro de los grupos de rock de culto Cucharada y Alarma¡¡¡ con los que logró varios éxitos, a la vez que creaba como letrista canciones para otros intérpretes como Miguel Ríos, Ana Belén, Ramoncín o Los Secretos con los que colaboró toda su vida. En el 85 grabó el disco En el lado oscuro, que está valorado como uno de los mejores de la historia del rock de nuestro país.
En 1992, tras sufrir el rechazo de varios sellos discográficos, grabó entre Miami y Los Ángeles el álbum Sangre española con el que se consagraría en España con temas míticos como "Tocar madera" o "Loco por verte". Con este trabajo consiguió tres Discos de Platino y fue nombrado "Mejor intérprete del año", a la vez que se ganó el aplauso de los críticos.
El músico declaró en numerosas ocasiones que esta fama arrolladora, vendió más de un millón de discos, le sobrepasó y le empujó hacia el abismo de la heroína, en el que se mantuvo enganchado durante años. Una vez repuesto,Tena reconoció que el éxito de sus letras le había permitido llegar a mucha gente. En 1995, formaría parte de la Junta Directiva de la SGAE, tras presentarse a las elecciones.
Rockero, chulesco y transgresor pero a la vez sensible, gran tímido, lector empedernido y solidario, participó en numerosos conciertos y campañas a favor de organizaciones como Médicos sin fronteras o Amnistía Internacional.
Durante el 2014 y el 2015 estuvo alejado del mundo musical, y en 2015 salió a la venta su último álbum, Casualidad, y participó en varios programas de televisión.
"No dormí en la calle porque mi familia no me dejó", reconocía Tena, que encontró en su familia, en sus padres y en su hija, pero también en su hermano Rafa, un motor para continuar. "Me hizo creer en mí a pesar de mí", decía. También le debía su supervivencia a la poesía. "En mis peores momentos, lo que me ha salvado ha sido escribir", recogía una entrevista en EFE.
Manolo Tena fue ante todo un poeta natural que transitó por una vida de "sufrimiento", en la que en los últimos tiempos parecía haber alcanzado la serenidad.