Bruselas multa con 5,2 millones a la riojana Riberebro por un cártel de setas y champiñones en conserva

• Pactó con sus rivales el reparto de clientes y la fijación de precios
• El cártel afectaba al producto en tarros o conserva, no fresco ni congelado

Productos de la empresa riojana Riberebro.

La Comisión Europea (CE) ha impuesto una multa de 5.194.000 euros a la empresa riojana Riberebro por haber participado en un cártel de setas y champiñones en conserva, al haber pactado con sus rivales el reparto de clientes y de precios durante más de un año.

"El cártel de setas y champiñones en conserva afectó a las ventas a minoristas en toda Europa. Esta decisión vuelve a poner de manifiesto la determinación de la Comisión de sancionar los cárteles e imponer multas a todos sus participantes", afirma la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, en un comunicado.

El cartel, que funcionaba como un "pacto de no agresión" entre Riberebro y otras compañías que ya han sido multadas, afectaba a la venta de setas y champiñones en conserva, es decir en latas y tarros, pero no frescos o congelados.

Los productos se vendían en el Espacio Económico Europeo en subastas a minoristas y mayoristas del sector alimentario, por ejemplo a empresas de autoservicio y clientes profesionales, como las compañías de servicios de restauración, según explica la Comisión.

Detener la bajada de los precios

"El objetivo global de los miembros del cartel era estabilizar sus cuotas de mercado y detener un descenso de los precios", asegura la CE.

Los miembros del cartel se intercambiaban información confidencial sobre ofertas, fijaron precios mínimos, se repartieron clientes y acordaron objetivos de volumen de ventas, unas prácticas que van contra la legislación comunitaria.

Tras llevar a cabo su investigación, que comenzó tras unas inspecciones sorpresa llevadas a cabo el 28 de febrero de 2012, la Comisión ha constatado que Riberebro participó en el cártel del 10 de septiembre de 2010 hasta que se llevó a cabo la operación.

La CE ya multó en junio de 2014 a Lutèce, Prochamp y Bonduelle después de que las tres empresas reconocieran su participación en este cartel, con una penalización de 32 millones de euros. De conformidad con la Comunicación sobre medidas de clemencia de 2006 de la Comisión, Riberebro obtuvo una reducción del 50% por cooperar con la investigación.