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El papa pide a la Iglesia acoger a las familias "irregulares", incluidos los divorciados

  • Francisco ha publicado este viernes su exhortación apostólica, Amoris Laetitia
  • En ella pide respetar a los homosexuales pero se opone al matrimonio gay

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El Papa defiende el respeto a los homosexuales y su no discriminación

El papa Francisco ha pedido acoger a los divorciados en el seno de la Iglesia y ha defendido el respeto de los homosexuales y su no discriminación, aunque ha subrayado que sus uniones no pueden ser consideradas matrimonio.

Francisco ha publicado este viernes su exhortación apostólica, Amoris Laetitia (La alegría en el amor), en la que cumple las expectativas de los divorciados. Para ellos, así como otras familias "irregulares", el pontífice pide a la Iglesia Católica que sea más acogedora y menos crítica y marca un camino pastoral para que puedan recibir la sagrada comunión.

En sus reflexiones, Francisco insta a las iglesias a que realicen un discernimiento especial en casos como: divorciados vueltos a casar, matrimonios civiles o parejas que conviven antes de pasar por el altar, porque "no todos están en pecado mortal". Si bien, advierte en el texto, estructurado en nueve capítulos y 325 puntos, no puede esperarse una nueva normativa canónica.

Entre los atenuantes, pone el ejemplo de una persona divorciada que se ha vuelto a unir con otra con la que mantiene una relación "consolidada en el tiempo, con nuevos hijos, con probada fidelidad y compromiso cristiano" frente a aquella que ha provocado sufrimiento y confusión a los hijos o que ha fallado a sus compromisos familiares. "Debe quedar claro que este no es el ideal que el Evangelio propone para el matrimonio y la familia", subraya.

Por ello, pide a los sacerdotes y obispos que, ante las situaciones "irregulares", no se detengan en la norma general y desciendan a lo particular porque actuar de otra forma sería "mezquino". Asimismo, les pide que traten de integrar a todos, incluso en la catequesis o la predicación siempre que no lleven su pecado como bandera del "ideal cristiano" y no quieran imponer algo diferente a lo que enseña la Iglesia.

Critica la definición de "sexo seguro"

En otro sentido, el papa también ha defendido la educación sexual con un "sano pudor" y, al mismo tiempo, ha criticado la definición de "sexo seguro" que, señala, "transmite una actitud negativa hacia la finalidad procreativa natural".

"Es difícil pensar la educación sexual en una época en que la sexualidad tiende a banalizarse y a empobrecerse", señala el pontífice.

Asimismo ha recomendado a los padres que eviten "una nociva invasión" de la vida personal de sus hijos porque, asegura, "la obsesión no es educativa", aunque "siempre haga falta una vigilancia".

"La obsesión no es educativa, y no se puede tener un control de todas las situaciones por las que podría llegar a pasar un hijo", ha recordado el pontífice.