Al menos cinco detenidos por la explosión que dejó un centenar de muertos en la India
- La explosión se produjo el domingo durante una celebración religiosa en Kerala
- El número de víctimas ha aumentado este lunes a 108 muertos y 380 heridos
- Los cinco detenidos eran empleados de la empresa pirotécnica contratada
Son ya al menos 108 los muertos por la explosión registrada el domingo en la India, en el transcurso de un espectáculo de fuegos artificiales en el templo de Puttingal, en el distrito de Kollam del estado de Kerala, cuando una pila con material pirotécnico, supuestamente no autorizado por las autoridades, se incendió desencadenando la tragedia.
El balance de heridos es de casi 400 personas y tras las primeras investigaciones, la policía india ha detenido al menos a cinco sospechosos, todos ellos empleados de la empresa de pirotecnia contratada para la celebración y responsable del matrerial que ocasionó la deflagración, ha confirmado a Reuters el oficial de policía Anantha Krishnan.
Según el gobierno local, la empresa no disponía del permiso para asumir el evento puesto que no se había concedido debido a la alta contaminación. El accidente es uno de los peores ocurridos en un festival religioso. Hasta el momento la policía no ha podido hablar con la dirección del templo, ha dicho Krishnan.
El fuego se declaró alrededor de las 03.30 hora local de este domingo (00.00 en España peninsular). El suceso pudo tener incluso mayores dimensiones, dado que en el momento en que ocurrió entre 10.000 y 15.000 personas asistían a la celebración.
El primer ministro visita la zona
El Ejército indio envió cuatro helicópteros, dos aviones y dos barcos para colaborar en las tareas de evacuación en la localidad costera de Paravur, donde ocurrió la tragedia.
Además, desplazó equipos médicos desde varios regiones del país para reforzar la atención a los heridos, según informó el Ministerio de Defensa de la India en la red social Twitter.
El primer ministro indio, Narendra Modi, se trasladó a la zona para visitar a los heridos en un hospital y supervisar personalmente los trabajos sobre el terreno, en un vuelo en el que fue acompañado de un equipo médico especializado en quemados.
La consternación por la tragedia en el país asiático se ha visto acompañada por la polémica, ante la supuesta falta de permisos del templo para manejar material inflamable y pirotécnico.
En Kerala rige una prohibición de utilización de material pirotécnico por distritos, pero las autoridades expiden permisos puntuales para su uso en celebraciones específicas. Sin embargo, en este caso parece que ni tan siquiera contaba con una de estas autorizaciones.