El papa transmite a los refugiados que "no están solos" y pide a Europa que respete los derechos humanos
- El pontífice visita junto al patriarca Bartolomé la isla griega de Lesbos
- En el campo de Moria se ha reunido con los refugiados, muchos niños
- Se lleva consigo una decena de refugiados en su regreso a Roma
El papa Francisco ha lanzado un mensaje a Europa durante su visita a la isla griega de Lesbos: respetar y defender los derechos humanos de los refugiados. Allí ha visitado el campamento de Moria, donde ha transmitido a los migrantes que no están solos y les ha pedido que no pierdan la esperanza. El papa se lleva consigo una decena de refugiados en su regreso a Roma.
"La preocupación de las instituciones y de la gente, tanto aquí en Grecia como en otros países de Europa, es comprensible y legítima. Sin embargo, no debemos olvidar que los emigrantes, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias", ha dicho Francisco en el puerto de la Mitilene, la capital de la isla griega de Lesbos.
"Europa es la patria de los derechos humanos y cualquiera que ponga pie en suelo europeo debería poder experimentarlo. Así será más consciente de deberlos a su vez respetar y defender. Por desgracia, algunos, entre ellos muchos niños, no han conseguido ni siquiera llegar: han perdido la vida en el mar, víctimas de un viaje inhumano y sometidos a las vejaciones de verdugos infames", añadió.
El sumo pontífice se reafirmó en su "vehemente llamamiento" a la solidaridad y la humanidad frente al drama de los refugiados que, dijo, están viviendo "en unas condiciones críticas, en un clima de ansiedad y de miedo, a veces de desesperación, por las dificultades materiales y la incertidumbre del futuro".
Francisco mostró su "admiración" por el pueblo griego y su solidaridad y volvió a pedir que se luche contra las causas de la emigración yha insistido en que "se debe promover sin descanso la colaboración entre los países, las organizaciones internacionales y las instituciones humanitarias".
Francisco expresó su esperanza en que la primera Cumbre Humanitaria Mundial, el próximo mes en Estambul, tenga éxito, convencido de que "juntos se pueden y se deben buscar soluciones dignas del hombre a la compleja cuestión de los refugiados"
Mensaje de esperanza a los refugiados
Antes, el papa acudió al campamento de refugiados de Moria, donde saludó personalmente a muchos de los 3.000 refugiados atrapados en este lugar a la espera de conocer su destino: "He venido aquí con mis hermanos, el patriarca Bartolomé y el arzobispo Jerónimo, sencillamente para estar con vosotros y escuchar vuestras historias. Hemos venido para atraer la atención del mundo ante esta grave crisis humanitaria y para implorar la solución de la misma".
Precisamente este campamento se ha convertido, desde que se firmó el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para la devolución de refugiados, en un centro de detención.
Durante su visita, muchos refugiados, sobre todo niños, se acercaron al papa y le relataron sus dramas. Algunos de ellos rompieron en sollozos y le pidieron ayuda o bendición. "Esperamos que el mundo preste atención a estas situaciones de necesidad trágica y verdaderamente desesperadas, y responda de un modo digno de nuestra humanidad común", añadió.
Por su parte, el arzobispo de Atenas y toda Grecia, Jerónimo II, expresó su esperanza en que desde Lesbos pueda comenzar un movimiento internacional que sirva para que los que "tienen el destino de las naciones en sus manos cambien el curso actual". Y que hagan "volver la paz y la seguridad a cada hogar, cada familia y cada ciudadano", agregó.
El líder de la iglesia ortodoxa griega, Bartolomé, expresó a su turno que todo el que ve la mirada de los niños en el campamento de Moria pueden entender la "bancarrota" de la humanidad. Se refirió así a quienes ven en los refugiados un peligro potencial para su seguridad. "Los que tienen miedo de vosotros, no os han mirado a los ojos", añadió.
El mundo será juzgado por el trato que ha dado a los refugiados y "todos seremos responsabilizados por la forma en que hemos respondido a esta crisis", aseveró. El Mediterráneo no debería ser una tumba, sino hacer honor a su nombre 'Mare Nostrum' y ser un lugar de paz, concluyó el patriarca.
Una visita "humanitaria" de la que vuelve con una decena de refugiados
El papa Francisco ha dado una nota final de sorpresa a su visita a la isla griega de Lesbos y se ha llevado en el avión papal a doce refugiados.
Se trata de tres familias de refugiados sirios, entre los cuales hay seis menores edad, que estaban en los campos de acogida de Lesbos antes del acuerdo que alcanzó la Unión Europea (UE) con Turquía.
"La iniciativa del papa se ha realizado a través de los contactos de la Secretaría de Estado con las autoridades competentes griegas e italianas", según explicó en un comunicado el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
Los miembros de las tres familias son musulmanes. Dos de ellas proceden de Damasco y una de Deir Azzor, en la zona ocupada por el Dáesh y sus hogares habían sido bombardeados, precisó Lombardi.
"La acogida y la manutención de las tres familias correrá a cargo del Vaticano. La hospitalidad inicial estará garantizada por la Comunidad de San Egidio",
El papa Francisco llegó este sábado a la isla de Lesbos con el objetivo de realizar una corta visita "humanitaria". El avión papal aterrizó en el aeropuerto de Mitilene, la capital de la isla, a las 10.05 hora local (07.05 GMT), y partió del mismo lugar a las 15.15 hora local /12.15 GMT). Allí fue recibido y despedido por el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, y el patriarca ecuménico Bartolomé.
Por su extrema cercanía a Turquía, cuyas cosas se pueden ver desde la isla, la turística isla de Lesbos se ha convertido para los migrantes y refugiados en la principal puerta de entrada a Europa.
Actualmente alberga a más de 4.000 migrantes y refugiados, de las cuales unos 3.000 están en el centro de Moria y alrededor de 1.000 en el campamento abierto de Kara Tepe, al que han sido trasladados principalmente grupos vulnerables.
El papa abandonará la isla, según el programa oficial, a las 15.15 hora local (12.15 GMT), con destino a Roma, donde su avión aterrizará a las 16.30 hora local (14.30 GMT).