Muere Patricio Aylwin, el presidente que devolvió la democracia a Chile
- Fue el primer presidente democrático tras la dictadura militar de Augusto Pinochet
- En 1973 había sido favorable al golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende
- Después, sin embargo, se opuso a la dictadura militar y lideró la transición chilena
El expresidente de Chiletras la dictadura militar de Augusto Pinochet y el primer presidente chileno elegido en las urnas desde Salvador Allende, ha muerto este martes a la edad de 97 años, según han informado fuentes de su familia.
"Chile ha perdido un hombre que ha sabido siempre colocar la unidad del pueblo demócrata por sobre las diferencias", ha señalado la presidenta chilena, Michelle Bachelet, tras conocer su fallecimiento. Bachelet, además, ha anunciado que recibirá honores de Estado, como corresponde a una las principales figuras de la historia contemporánea de Chile.
Aylwin fue el primer presidente tras la vuelta de la democracia a Chile y su mandato, entre 1990 y 1994, no solo inauguró dos décadas ininterrumpidas de gobiernos de la Concertación, la coalición de centro-izquierda a la que también pertenece Bachelet (renombrada en 2014 como Nueva Mayoría), sino que suavizó la política liberal de Pinochet con la intrudcción de medidas sociales para reducir la pobreza y dio los primeros pasos en la reconciliación de los chilenos.
El estado de salud del exgobernante había empeorado este lunes, cuando sufrió una descompensación respiratoria, que finalmente le ha llevado a fallecer rodeado de su familia en su residencia de Providencia, en Santiago de Chile.
Opositor de Allende... y de Pinochet
Nacido en 1918 en Viña del Mar, Aylwin fue uno de los fundadores del Partido Demócrata Cristiano en 1957 y, durante la presidencia de Salvador Allende, llegó a ser presidente del Senado. En esa etapa, tanto su partido como él mismo se mostraron favorables a una intervención de las Fuerzas Armadas, ante la que consideraban deriva comunista del Gobierno de Allende: "Entre una dictadura marxista y una dictadura de nuestros militares, yo elegiría la segunda", declaró a The Washington Post antes del golpe de Estado de 1973.
Sin embargo, hacia 1978 su posición había cambiado e integró el Grupo de Estudios Constitucionales, llamado también Grupo de los 24, una formación que reunía a juristas de distintas corrientes políticas y que se convirtió en la primera plataforma de oposición contra el general Pinochet.
Desde esa plataforma, Aylwin rechazó la Constitución que el dictador impuso en 1980 y dos años después estuvo entre los fundadores de la Alianza Democrática, que planteó un "Acuerdo Nacional para la Transición a la Democracia" y que posteriormente se convertiría en la Concertación de Partidos por la Democracia.
Esa coalición consiguió derrotar a Pinochet en el plebiscito del 5 de octubre de 1988 que inició la transición democrática, con Aylwin convertido en uno de los líderes del proceso. Así, fue designado candidato de la Convcertación a la Presidencia de Chile para las elecciones de 1989, en las que resultó elegido en primera vuelta con el 55,2 % de los votos.
El primer presidente democrático
Aylwin afrontó un proceso de transición a la democracia plena con una política que privilegió los acuerdos entre los distintos sectores políticos. Con Pinochet aún como comandante en jefe del Ejército, Aylwin afrontó la cuestión de las violaciones a los derechos humanos planteando hacer justicia "en la medida de lo posible", una decisión controvertida que, con todo, permitió la formación de una Comisión de Verdad y Reconciliación para investigar los crímenes de la dictadura.
En 1991, esa comisión, encabezada por Raúl Rettig, presentó un informe que estremeció a Chile, al consignar que unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado durante la dictadura, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos. Con lágrimas en los ojos, Aylwin pidió perdón en nombre del Estado a las víctimas, a sus familias y al pueblo de Chile, pese a que apenas se llevó a ninguno de los responsables ante la Justicia, especialmente después que Pinochet advirtiera: "El día que toquen a uno de mis hombres se acabó el Estado de Derecho".
Unos años después, otra comisión, encabezada por el obispo católico Sergio Valech, determinó que unos 33.000 chilenos fueron torturados y encarcelados durante la dictadura.
En materia económica, Patricio Aylwin optó por mantener el sistema de mercado, marcadamente liberal, que había introducido la dictadura, aunque matizado con la introducción de medidas sociales que permitieron reducir la pobreza, que en 1989 afectaba a cerca del 40 % de los chilenos. Gracias a esa política, continuada por los sucesivos gobiernos de la Concertación, la pobreza disminuyó al 13 % y el PIB chileno se cuadriplicó entre 1990 y 2010.
Condolencias de Bachelet
“Fue un hombre que permitió reconstruir un país democrático. Debemos mucho a don Patricio“
Esa labor como hombre de consenso ha sido reconocida este martes por Michelle Bachelet: "Fue un hombre que permitió reconstruir un país democrático una vez que asumió la Presidencia de la República", ha recalcado Bachelet."Debemos mucho a don Patricio. Mandamos nuestras condolencias a la familia, que voy a dar ahora de forma personal", ha añadido.
Bachelet ha indicado que se guardarán tres días de luto oficial en memoria de una persona que "abrió el camino para que Chile pudiera retornar a una plena democracia, poniendo siempre por delante a los chilenos y la unidad de los demócratas, buscando siempre a través del diálogo y el acuerdo poder avanzar hacia la democracia plena".
Antes de dedicarse a la política, Aylwin ejerció la abogacía y fue profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de Chile y en la Universidad Católica. Siempre se definió como un hombre de clase media: "Soy un chileno de clase media, amante de mi familia y de mi patria", aseguraba en 1989, cuando fue presentado como candidato presidencial.
"Tuve la suerte de nacer en un hogar donde aprendí a ser fiel a la verdad, buscar siempre la justicia y respetar a la gente, sobre todo a los pobres", señalaba para explicar las razones de su vocación política, que le llevó a auparse como una de las grandes figuras de la historia moderna de Chile.