El exsecretario de las infantas aceptó ser tesorero de Nóos "para que no se pusiera doña Cristina"
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El exsecretario de las infantas Carlos García Revenga explicado que aceptó ser tesorero del Instituto Nóos "para que no se pusiera doña Cristina", y que antes de hacerlo consultó si ese cargo conllevaba alguna responsabilidad ejecutiva y le dijeron que no, "que los que mandan son presidente y secretario. No lo hubiera aceptado si hubiera tenido que llevar unas cuentas", ha remarcado.
"Fui tesorero del Instituto Nóos pero no tuve ninguna intervención mas allá de algunas cosas en que solicitó mi ayuda don Iñaki", ha declarado el antiguo asesor de las infantas, quien estuvo imputado durante varios meses en la causa, y que ha señalado al inicio de su comparecencia que se considera amigo tanto de infanta Cristina como de su marido.
En su declaración, García Revenga ha negado así el testimonio que dio el pasado 2 de marzo Iñaki Urdangarin, al igual que Diego Torres, de que no daba "un paso" sin consultarlo al secretario de las infantas para subrayar que toda su actividad profesional contaba con el respaldo de la Casa del Rey.
Según García Revenga, Urdangarin le contó que iba a crear el Instituto Nóos, que él entendió que iba a ser "una consultoría de temas deportivos en general" y un "think tank", que había un patronato y que quería que formase parte de él. "Entré porque me lo pidió don Iñaki, por el nivel de amistad que tenía con él", ha aseverado, y que él, la infanta y Diego Torres le parecían "gente seria y fundada".
Supo que el presidente era Urdangarin, el vicepresidente su socio Diego Torres y el secretario Marco Tejeiro. "Luego quedaba tesorero y vocal y me acuerdo que me puse yo de tesorero para que no se pusiese doña Cristina", que quedó como vocal, ha detallado.
No ejercía labor de control
A preguntas de la abogada de que ejerce la acusación popular en representación de Manos Limpias, Virginia López Negrete, García Revenga ha agregado que no formó parte de Nóos "para ejercer una labor de control", que nunca participó en juntas del instituto y que una firma atribuida a él que aparecía en un acta había sido falsificada.
Sí ha apuntado que el exduque le hacía consultas sobre el Instituto Nóos, "me pedía ayuda y me mandaba documentación para ver qué me parecía", pero ha negado que el objetivo de todo ello fuera supervisar la actividad de la entidad.
Ha relatado que sus intervenciones en las actividades de Nóos se referían casi exclusivamente a sus tareas de coordinación de las actividades oficiales de doña Cristina y su marido, y ha hecho hincapié en que entonces desconocía que esa entidad era una asociación sin ánimo de lucro.
Más tarde, cesó en ese cargo porque se lo pidió de nuevo Urdangarin, quien le dijo que se iba. "Que se quedaba Diego Torres al frente y que lo dejábamos", ha contado el que fuera secretario de las infantas entre 1993 y 2015, que ha añadido que le dio la impresión de que había surgido algún problema personal entre el duque de Palma y su socio.
El testigo ha recalcado en esta línea que nadie le comentó nada sobre el hecho de que el exasesor jurídico de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Romero, indicase a Urdangarin por recomendación de la Casa Real que abandonara sus negocios. En relación con la salida de Nóos, Revenga ha señalado que el marido de doña Cristina le pidió que dejara la empresa "porque se iban la infanta y él".
"No me explicó los motivos, me dio la sensación de que había surgido algún tipo de problema. Parece raro, pero siempre he tenido relación un poco especial en todos los niveles y nunca pregunto si no me dicen. Tampoco pedí explicación", ha incidido al respecto.
Su relación con las infantas y Urdangarin
En su declaración como testigo en el juicio del caso Nóos ante la Audiencia de Palma, García Revenga ha asegurado que no informó a la Casa Real de la creación del instituto por parte de Iñaki Urdangarin y de la integración en su junta directiva de la hija del rey Juan Carlos porque los proyectos de Nóos suponían una "actividad privada" de los entonces duques de Palma y ajena a los cauces establecidos para las actividades de carácter público de estos.
El que fuera durante más de veinte años secretario personal de las infantas, Carlos García Revenga, ha manifestado durante su declaración que ambas solían pedirle recomendaciones acerca de su participación en proyectos de ámbito privado y, tras darles su opinión, "unas veces me hacían caso y otras no".
Así lo ha señalado a preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, quien le ha inquirido sobre si entre sus obligaciones como asesor se encontraba la de velar por la participación de doña Cristina y doña Elena en determinadas instituciones, a lo que García Revenga ha respondido afirmativamente que "por supuesto en todo lo que era oficial, ya que había un cauce para ello", mientras que a nivel privado también "me preguntaban".
Sobre su relación con Iñaki Urdangarin, ha contado que siguió su evolución desde que le conoció en 1996, que le parecía que "en todos los aspectos era muy normal y muy positiva", ya cuando era jugador de balonmano y estudiante.
En los inicios le consultaba "muchas cosas", pero posteriormente se rodeó "de unas personas con mucha más preparación" como profesores universitarios de todo el mundo y empresarios, por lo que cada vez le consultaba menos. "Porque tenía a gente más capacitada y más preparara que yo para asesorarle", ha afirmado.
Urdangarin tenía interés lucrativo en Nóos
Carlos García Revenga ha asegurado también que Iñaki Urdangarin perseguía el "beneficio social" con la actividad del Instituto Nóos, "aunque también tenía, evidentemente, su parte lucrativa", una "repercusión económica" para él y Diego Torres.
Preguntado sobre los foros sobre turismo y deporte celebrados en Palma en 2005 y 2006 por los que Nóos cobró unos 2,3 millones de euros del Govern balear, el testigo ha explicado que el marido de la infanta le explicó que fueron un "éxito".
"Deduje que el éxito debía ser en todos los sentidos, en todos los aspectos", incluido el económico, ha manifestado García Revenga.