Un gran ramo de estilos para la novia
- Charo Ruiz y Tony Bonet seducen con sus novia de estilo Adlib
- Hannibal Laguna viste a su novia con jardines verticales
- Pol Nuñez apuesta por la capa en lugar del velo tradicional
45 años después de su nacimiento, la moda Adlib se moderniza, se actualiza y se sube al carro de las tendencias internacionales del prêt-à-porter pero, y así reside su éxito, manteniendo su esencia.
Una de sus estrellas es Charo Ruiz. Esta veterana derrocha juventud e ilusión, y lo transmite con sus coleccione. La nueva, dividida en tres líneas, se inspira en la estética victoriana y lleva un cuidado trabajo de proporciones y volúmenes.
“Hago una novia ligera, con una silueta vaporosa, elegante, una novia que no lleva corsé y se siente libre”, dice la diseñadora.
Algunos de sus vestidos van en guipur bordado, con un elegante trazo sofisticado. “Podrían ser para una boda o para una fiesta”, añade.
No faltan sus diseños 100% Adlib y llaman la atención los de estilo romántico, con tul bordado y “una línea vaporosa, muy cómoda”, señala.
La modelo Ana Vide, amiga y musa de Charo Ruiz, abrió el desfile. El segundo de la diseñadora en Madrid. “Es una buena experiencia estar en esta pasarela, merece la pena”, sentencia.
Tony Bonet confirma este revival de la moda ibicenca y trabaja para que evolucione pero siempre respetando el pasado.
“Veo, observo y viajo a los orígenes de la moda Adlib para olvidarlo después y empezar de cero”, nos cuenta. Su filosofía es mezclar estilos, texturas y sensaciones pero siempre pensando en la novia.
“Juego con elementos clásicos y otros más modernos, para que la mujer mantenga intacta su personalidad. Si la novia tiene un estilo ‘hip hop’ o punki no tiene que ir vestida de princesa. Yo no vendo vestidos, vendo experiencias”. Por eso su apuesta mezcla patrones tradicionales con elementos como las cazadoras o los pantalones pitillo.
Destacan los diseños que transforman los drapeados en juegos de puntillas y encajes, y la utilización del color como fondo para resaltar el adn artesanal de los tejidos.
Pasarela Costura España muestra las propuestas de varios creadores. Hannibal Laguna ha sido el encargado de subir el telón y lo ha hecho con flores, con muchas flores. “Me gustan las rosas, jazmines, orquídeas imperiales, magnolias, azahar, ortensias... pero en esta ocasión no me he inspirado en sus formas, las he querido aplicar como si fuera un jardín vertical”.
Las flores escalan los vestidos como lo hacen las enredaderas o van bordadas sobre el propio dibujo del chantilly. Destaca un vestido con más de 4000 flores de azahar bordadas, muy romántico todo pero muy sutil y sensual.
Y es que no faltan las transparencias, con bordados que provocan un efecto tatuaje, vemos muchas mangas. “Me apetecía volver a la novia tapada por delante y descubierta por detrás, y recuperar las faldas velo”, desvela.
La colección acepta tonos pastel, en azul y rosa, remarcando ese romanticismo. Un estilo que sigue dominando aunque la novia haya cambiado.
“Porque las bodas han cambiado, y el marco ha cambiado también”, dice, y la edad de casarse ha cambiado. La gente se casa en jardines pero ahora además hay segundas y terceras bodas, y cuartas, y cada una exige un vestido distinto, sin cola, con otro largo…”
Laguna adora esta localización, el Palacio de Cibeles, “la luz cambia según la hora del día y el espacio es perfecto, es el marco adecuado y tiene una connotación cultural que es importante para nosotros”.
Cuenta que los desfiles hechos en Puerto Rico y República Dominicana han tenido una acogida fantástica y destaca el uso de las redes sociales y la inmediatez que vive su casa.
“Es la realidad, la gente no quiere esperar seis meses y tenemos que responder a sus necesidades”. El diseñador se ha estrenado además con una línea de calzado y cada par que salía a la pasarela se ponía a la vez a la venta.
Pol Nuñez, la firma de María del Mar Nuñez y Mara Álvarez, dibuja una novia de estilo bohemio, con siluetas vaporosas y relajadas. Su aguja se desmarca de lo convencional y siempre seduce por la personalidad y la pasión que añade en cada costura, en cada bordado, en cada detalle.
El Mediterráneo, con sus colores y culturas, y la mujer española, con su pasión y belleza, inspiran esta propuesta en la que destaca el trabajo de ganchillo, los toques lenceros y la reinterpretación, elegante y joven, de los códigos románticos. Las espaldas son el foco de atención y destaca el uso de la capa, pieza pensada para las novias que no quieran llevar velo.