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Las autoridades japonesas inspeccionan las oficinas de Mitsubishi por el falseo de datos

  • Funcionarios de Transporte han visitado la sede de la automovilística en Okazaki
  • Mitsubishi tendría que devolver las ayudas públicas a vehículos eficientes
  • Las acciones de la compañía se han desplomado más de un 20%

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Funcionarios japoneses inspeccionan la sede de Mitsubishi en Okazaki
Funcionarios japoneses inspeccionan la sede de Mitsubishi en Okazaki.

Funcionarios del Ministerio de Transportes japonés han visitado las oficinas de desarrollo de Mitsubishi Motors para abrir una investigación tras desvelarse que la empresa manipuló datos sobre consumo de combustible de 625.000 vehículos.

El personal del ministerio visitó el centro técnico de Okazaki, en el centro de Japón, para realizar una primera inspección in situ, según informó la cadena pública NHK.

El canal también informó de que la administración ha dado de plazo a la compañía hasta el próximo 27 de abril para presentar un informe sobre este falseo de datos, cuyo verdadero alcance aún se desconoce.

También ha pedido a otras empresas automovilísticas informes sobre métodos utilizados en pruebas de eficiencia ante la posibilidad de que existan más irregularidades.

Las acciones de Mitsubishi caen más de un 20%

Mitsubishi ha sufrido un duro castigo en la Bolsa de Tokio, tras bajar el miércoles un 15%. En esta jornada, la cotización ha estado suspendida ante el exceso de solicitudes de venta y las acciones han caído en picado hasta el 20,46%, el mayor retroceso permitido en una sesión. En un solo día, los títulos han perdido 150 yenes de su valor.

El caso contribuye a empeorar la reputación del sector, en entredicho tras el escándalo de manipulación de emisiones de Volkswagen, que incluyó un software en 11 millones de coches diésel para que redujeran el volumen de gases contaminantes a expulsar en el momento de ser testados.

Mitsubishi Motors admitió en la víspera que sus empleados modificaron la presión del aire de los neumáticos durante las pruebas para evaluar el consumo de cuatro modelos de minivehículos (coches con motores de menos de 660 centímetros cúbicos) de los cuales se han vendido unas 625.000 unidades en Japón.

Devolver las ayudas para vehículos eficientes

Como resultado, estos vehículos fueron vendidos bajo la falsa garantía de que su consumo -una de las facetas que permite a los minivehículos ser competitivos- era entre un 5% y un 10% más eficiente de lo que en realidad es. Las pruebas fueron realizadas además con estándares que no están homologados desde 2002.

El ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, ha subrayado en rueda de prensa la "gravedad" del caso por el efecto que tiene sobre "la confianza de los consumidores".

Algunos analistas consideran que esta manipulación podría dañar profundamente a la empresa, el fabricante de vehículos japonés que dispone actualmente de menor liquidez y que ya fue rescatado la década pasada financieramente por otras empresas del conglomerado Mitsubishi.

El caso podría forzar incluso a la compañía a devolver al Gobierno ayudas públicas para vehículos eficientes si se determina que los modelos no cumplían los estándares medioambientales requeridos para dichas subvenciones a raíz del falseo.