El exasesor de la Casa del Rey: "El marido de la infanta no debería realizar actividades mercantiles"

• José Manuel Romero fue asesor jurídico de la Casa del Rey entre 1993 y 2004
• Consideró "urgente corregir" los problemas políticos derivados de Nóos

El asesor jurí­dico de la Casa Real, José Manuel Romero, declara como testigo por el Caso Nóos

El abogado José Manuel Romero, que fue asesor jurídico de la Casa del Rey entre 1993 y 2014, ha asegurado este jueves que alertó a la Casa Real de los proyectos que Iñaki Urdangarin realizaba a través del Instituto Nóos y que resultaba "inadecuado" que un miembro de la Familia Real realizara actividades mercantiles propias de una empresa a través de Nóos, que era formalmente una asociación sin ánimo de lucro.

Romero fue quien recomendó al yerno del rey Juan Carlos en 2005 que abandonara Nóos y, según ha sostenido, lo hizo porque "las personas de la familia del rey no debían realizar operaciones mercantiles por su propia cuenta" si bien "podrían realizarse por cuenta ajena".

En su declaración como testigo ante el tribunal de la Audiencia de Palma que juzga el caso Nóos, Romero -conde de Fontao- ha señalado que en 2005 tuvo noticias de negocios de Urdangarin que "le alarmaron". Por las informaciones periodísticas supo que el Instituto Nóos era una asociación, y consideró que "la formalización jurídica no era la adecuada a las actividades que de modo genérico hacía".

"Jamás deduje que había una actividad ilícita, sino una actividad inadecuada para el marido de una infanta de España", ha recalcado Romero.

"Vi que no era un movimiento asociativo"

Así pues, analizó la estructura de Nóos, vio que no era un movimiento asociativo, se lo explicó al exjefe de la Casa Real Alberto Aza y terminó recomendando al duque que se apartara del Instituto Nóos, del que era presidente.

"La actividad de Urdangarin era muy provechosa pero la estructura jurídica establecida no me parecía la adecuada. Vi que no era un movimiento asociativo", ha remarcado Romero, quien ha expresado que le preocuparon las empresas privadas con las que contrataba la entidad y se percató además de que "no era propio de una asociación contratar con las Administraciones públicas", como hacía Nóos.

Sobre los eventos concretos organizados por el Instituto Nóos, el conde de Fontao ha declarado que consideró "urgente corregir" los problemas políticos que suscitaron en Baleares, cuando a principios de 2006 hubo una interpelación en el Parlament balear, cuestionando los Illes Balears Forum, por los que el Govern balear pagó 2,3 millones. "Al parecer, habían tenido mucho éxito pero no se estimaban adecuados".

"Ni en ese momento, ni mucho después, en ningún caso se plantea como una cuestión de ilícito penal ni hay una persecución ni una comunicación a la Fiscalía sobre estas cuestiones, sino algo de carácter político, de la inadecuación de la presencia de una persona de la Familia Real en algo que está suscitando problemas políticos era todavía más urgente de corregir", ha afirmado Romero.

"Mi intervención fue para proteger el nombre, la categoría y la participación institucional el señor Urdangarin", ha resaltado el conde de Fontao, que ha atribuido la influencia de sus recomendaciones a la "autoridad" derivada de sus "22 años en la Casa".

Del Instituto Nóos a la Fundación Areté y a FDCIS

El asesor ha dicho que Urdangarin no fue reticente a su recomendación de salir de Nóos y que de hecho la cumplió y el entonces duque de Palma decidió proseguir su actividad a través de una fundación, la que sería la Fundación Areté, en marzo de 2006, sin conocimiento previo suyo ni de la Casa Real, según ha manifestado Romero.

La actividad de esta fundación tampoco le pareció adecuada porque reproducía tanto las actividades como la estructura de Nóos con Torres y Urdangarin al frente, con un carácter mercantil y lucrativo.

Romero ha detallado que el marido de la infanta sí fue reticente después a seguir sus consejos cuando le dijo que también debía disolver la Fundación Areté y abandonar su presidencia y preguntó "por qué tenía que dejarlo".

"Yo le manifesté que porque la fundación que debía constituirse era de las habituales en la Familia Real y no una especial. Esa fue la reticencia, no tengo constancia de otras reticencias y la práctica y la realidad de los hechos han demostrado que no solamente no hubo reticencia sino que las cumplió", ha añadido.

En esta misma línea, el testigo ha recalcado que tampoco intervino en la creación de la que está considerada por los investigadores como sucesora de Nóos, la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), en la que el marido de la infanta no figuraba, pero estaba detrás.

Romero ha subrayado en este sentido que tampoco en esta entidad podía haber "una relación de interés" por parte de Urdangarin, que "podía actuar en la sombra pero había normas y criterios que aseguraban el buen funcionamiento de la fundación".

"Vi que estaba bien constituida, pero no sé quien la dirigía. Supe después que era Torres", ha abundado el exasesor, quien ha asegurado desconocer la existencia de la sociedad De Goes Center for Stakeholder Management, que, según las pesquisas, formaba parte de una supuesta estructura fiduciaria creada por Urdangarin y Torres para desviar dinero al extranjero, y en la que aparecía vinculada la FDCIS.

Por otro lado, Romero ha asegurado que no sabía que Urdangarin y la infanta Cristina hubieran creado una sociedad patrimonial, Aizoon, al 50%, y ha declarado al respecto que "de las actividades privadas de los miembros de la Familia Real no se ocupaba nadie, no eran objeto de autorización".

"Mi opinión respecto del régimen económico-matrimonial de los miembros de la Familia Real era separación de bienes y así, cuando contrajeron matrimonio, recomendé en la Casa que se produjera la separación de bienes y así ha sido en todos los casos", ha explicado. Al ser preguntado sobre qué quería decir con eso, Romero se ha limitado a responder: "No quiero decir más de lo que he dicho".