Irán gana terreno con la crisis del precio del petróleo
- La República Islámica recupera cuota de mercado con cada barril
- Arabia Saudí atraviesa la peor situación financiera en 25 años
- Teherán gana con independencia del nivel de precios del crudo
El hundimiento global de los precios del petróleo deja a Irán como un claro ganador de una crisis que, además de daños económicos, empieza a tener consecuencias políticas en muchos países productores.
La combinación de unos valores mínimos del petróleo, las dificultades financieras de Arabia Saudí y el resto de las monarquías del Golfo Pérsico, acérrimos rivales de la República Islámica, y el fin del embargo internacional han colocado a Irán en una situación inmejorable.
Peor es el panorama para Arabia Saudí que baraja recurrir a los mercados para financiarse, algo que no ha necesitado en los últimos 25 años, y para Kuwait que ha atajado una huelga en el sector petrolero, que en tres días ha reducido a la mitad su producción.
Arabia Saudí abre la puerta a la primera emisión de bonos de su historia
Arabia Saudí está cerca de cerrar un préstamo bancario a cinco años por valor de 10.000 millones de dólares (8.800 millones de euros) con un consorcio internacional de entidades bancarias, una decisión que abre la puerta a una futura emisión de bonos por primera vez en su historia, según informó Reuters. El préstamo, que se concretará a finales de abril, se produce en un entorno de débiles precios del crudo y supone la primera vez que Arabia Saudí acude a los mercados internacio ...
(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
Arabia Saudí abre la puerta a la primera emisión de bonos de su historia
Arabia Saudí está cerca de cerrar un préstamo bancario a cinco años por valor de 10.000 millones de dólares (8.800 millones de euros) con un consorcio internacional de entidades bancarias, una decisión que abre la puerta a una futura emisión de bonos por primera vez en su historia, según informó Reuters. El préstamo, que se concretará a finales de abril, se produce en un entorno de débiles precios del crudo y supone la primera vez que Arabia Saudí acude a los mercados internacio ...
(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
El fracaso de la reunión de Doha entre los mayores productores de crudo refuerza la posición de Irán, cuya ausencia, aunque anunciada con anterioridad, fue clave en el resultado. La República Islámica va camino de cumplir importantes objetivos políticos y económicos, viendo como fracasan sus rivales.
Hasta cinco expertos en la política del petróleo iraní reconocieron a Efe haber recibido órdenes directas del Ministerio de Petróleo de no discutir con nadie el fracaso de Doha ni sus perspectivas, una decisión que apunta a dejar que las aguas sigan su curso.
Cada barril cuenta para ganar cuota de mercado
Desde 2011, las sanciones le obligaban a vender muy por debajo de sus posibilidades, ahora cualquier barril extra supone beneficios para Irán, por muy bajo que sea su precio en el mercado, algo que no puede decir ningún otro productor.
Si finalmente un recorte en la producción de sus competidores eleva el precio del crudo, tal y como se debatía en Doha, esto permitiría a Teherán obtener mayores ingresos sin renunciar a recuperar la cuota de mercado que tenía antes del embargo.
Con las decenas de empresas, particularmente asiáticas y europeas, que llaman a sus puertas para comprar petróleo tras el fin de las sanciones, Irán va camino de cumplir con su objetivo de aumentar la producción hasta los 3,3 millones de barriles diarios, en enero producía 2,8 millones y exportaba poco más de un millón.
"El mercado es consciente de que los bajos precios no ayudan a la economía global ni a corto ni a largo plazo. El barril a 70 dólares es algo razonable, pero Irán está también satisfecho con un precio por debajo de eso", reconoció esta semana el ministro de Petróleo iraní, Bijan Zanganeh.
Conflicto diplomático con Arabia Saudí
El estatus quo actual también beneficia a Irán, y no solo porque le permite ganar mercado sin interferencias, sino porque puede mirar desde la barrera como sus rivales árabes pasan por dificultades. Irán se enfrenta a Arabia Saudí en conflictos como los de Siria, Yemen e Irak, y las tensiones les han llevado a romper sus relaciones diplomáticas. Teherán ha acusado a Riad de bombardear su embajada en Yemen.
Con una economía infinitamente más diversificada que la saudí, y con la perspectiva de una oleada de inversión extranjera que le permita relanzar su economía, Irán puede permitirse esperar una recuperación del precio del crudo, algo que los árabes, desesperados ante el rápido deterioro de sus arcas, no pueden hacer.
Como daño colateral, Irán asiste al sufrimiento de sus aliados Rusia y Venezuela, dos países muy dependienes de los ingresos del petróleo para el bienestar de sus economías. El PIB ruso cayó un 3,7% en 2015.
En las numerosas reuniones que han tenido lugar en los últimos meses entre responsables de la industria petrolera iraní con rusos y venezolanos, el país asiático no ha dejado de apoyar formalmente cualquier intento por estabilizar el mercado del crudo. Sin embargo, Irán mira con atención al otro lado del Golfo Pérsico y sigue sin moverse ni un mílimetro.