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Aplazado nuevamente el despegue del Sentinel 1-B por una "anomalía" en el cohete

  • Es el cuarto satélite del programa Copérnico, liderado por la Comisión Europea
  • Este viernes y sábado se suspendió el lanzamiento por problemas meteorológicos
  • La nueva fecha de salida se conocerá tras los análisis de la "anomalía"

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Imagen del Sentinel 1-B
Imagen del Sentinel 1-B

El lanzamiento del satélite medioambiental Sentinel-1B ha sido cancelado por tercer día consecutivo debido a una "anomalía" en el cohete Soyuz, según ha informado la compañía Arianespace. La nueva fecha de salida se conocerá tras analizar dicho problema.

"Debido a una anomalía detectada durante la cronología de lanzamiento del Soyuz, la cuenta atrás se ha interrumpido", ha afirmado la empresa, que ha señalado, además, que el vehículo de lanzamiento y los satélites se colocaron en el modo de espera, y se mantienen en condiciones "totalmente seguras" (además del Sentinel-1B, en el Soyuz hay tres pequeños satélites CubeSats y el Microscope).

El presidente y director ejecutivo de Arianespace, Stéphane Israël, ha explicado en su cuenta de Twitter la situación. "Se produjo una anomalía en la unidad de medición inercial del Soyuz. Paramos por esta noche. Estamos trabajando para tratar de confirmar el lanzamiento mañana".

Se trata de la tercera vez que se aplaza o cancela el despegue de estos satélites: los dos primeros aplazamientos, el viernes y el sábado, se debieron a problemas meteorológicos (vientos de altura).

Las mediciones realizadas este domingo por los globos meteorológicos, a diferencia de las de los últimos dos días, han dado datos buenos de viento, que han hecho poner en marcha el protocolo para el lanzamiento. Sin embargo, entre media hora y 40 minutos antes del despegue se ha cancelado el mismo por un problema en el lanzador.

La nueva fecha de salida se conocerá después de los primeros análisis de esta anomalía, ha detallado Arianespace.

Se unirá a su gemelo Sentinel-1A

El Sentinel-1B es el cuarto satélite del programa Copérnico de observación de la Tierra, liderado por la Comisión Europea en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA).

Es el programa más ambicioso de observación de la Tierra y con él Europa quiere invadir de datos (de distribución gratuita) el planeta, para vigilar océanos, ríos, lagos, glaciares, clima o desastres naturales, y mejorar así la gestión del medio ambiente.

El programa incluye varias misiones y ya están en órbita tres satélites de tres misiones distintas: el Sentinel-1A, el 2A y el 3A.

El Sentinel-1B se unirá a su gemelo casi idéntico cuyo lanzamiento fue hace dos años (Sentinel-1A) y ambos orbitarán a 180 grados de separación, lo que proporcionará una cobertura mucho más completa del planeta para monitorizar el medio ambiente: "más ojos para proteger la Tierra", según la Agencia Espacial Europea.

Los Sentinel-1 llevan a bordo un avanzado instrumento radar capaz de observar la superficie de la Tierra a través de las nubes y lluvia, independientemente de si es de día o de noche.

Cuando se lance, el Soyuz viajará además con tres CubeSats, pequeños satélites desarrollados por equipos de estudiantes de tres universidades europeas (la de Liege, en Bélgica, la de Turín, en Italia, y la de Aalborg, en Dinamarca). Estos probarán distintas tecnologías y orbitarán entre los 453 y lo 665 kilómetros.

También volará el Microscope, un satélite de la agencia espacial francesa CNES, que quiere demostrar el principio de equivalencia de la física (en el vacío todos los cuerpos caen a la misma velocidad). Éste pesa 303 kilogramos, orbitará a 711 kilómetros y tendrá una vida útil de dos años con una extensión de un año.