Dinamarca mantiene los controles en la frontera con Alemania para frenar la llegada de refugiados
- Alega que los controles de identidad implantados por Suecia saturan la frontera
- Grecia supera oficialmente los 54.000 migrantes y refugiados en su territorio
- Mapa interactivo: Las rutas europeas de los refugiados
Dinamarca ha anunciado este lunes que prolongará un mes sus controles fronterizos con Alemania, vigentes desde enero, para frenar la llegada de solicitantes de asilo a este país escandinavo.
La decisión, de la que han sido informados la Comisión Europea (CE) y el resto de miembros del área Schengen, busca evitar que los solicitantes de asilo se acumulen en Dinamarca debido a los controles de identidad implantados por Suecia.
"Como los peticionarios sin papeles de identidad adecuados no pueden seguir viaje a Suecia, existe aún un riesgo grave de que muchos se queden aquí. Una acumulación de ese tipo podría amenazar el orden público y la seguridad interna", ha señalado en un comunicado la ministra de Extranjería, Inger Støjberg.
Støjberg ha resaltado además que la cifra de solicitantes de asilo en Europa, que ha decrecido de forma notable en los últimos meses por las medidas adoptadas por la UE y por los países miembros, continúa siendo "históricamente alta".
La prevalencia del espacio Schengen
La Comisión Europea (CE) "tomará una decisión" al respecto "el próximo miércoles", ha declarado este lunes un portavoz de la institución. Austria, Alemania, Dinamarca, Francia y Suecia han pedido prolongar el control de sus fronteras lo cual podría entrar en conflicto con la legislación que regula el territorio Schengen y la libre circulación de personas.
Según fuentes del ejecutivo europeo consultadas por AFP, es preciso contar con el aval de la CE para aprobar medidas tan inéditas como la prolongación o reformulación del control de fronteras entre territorios de la Unión.
En todo caso, según estas fuentes, deben ser medidas transitorias, con una recuperación obligatoria "de aquí a fin de año" del "funcionamiento normal" del espacio Schengen, o sea, del fin de los controles.
Los países nórdicos, un destino deseado
Desde la introducción de los controles el 4 de enero Dinamarca ha registrado a 3.224 peticionarios, según cifras oficiales. Dinamarca recibió en 2015 a 21.000 solicitantes de asilo, un tercio más que en 2014, aunque una cifra inferior a la del resto de países escandinavos, sobre todo Suecia, que con 163.000 solicitantes presentó la más alta de la UE per cápita.
El Gobierno liberal danés ha endurecido su política de asilo desde agosto con varias reformas, la última una polémica propuesta para confiscar dinero y objetos de valor a los solicitantes de asilo para costear su estancia y limitar la reagrupación familiar.
Otros países del área Schengen como Suecia, Alemania, Noruega o Austria, también han implantado controles en sus fronteras apelando a una cláusula especial que permite restaurarlos en caso de que exista amenaza para la seguridad interna.
Grecia, un colapso in crescendo
Copenhague anuncia esta decisión el mismo día que Grecia hace público que el número de migrantes y refugiados en su territorio ha superado oficialmente los 54.000. La cifra que no deja de aumentar, a pesar del acuerdo entre la UE y Turquía que tenía, entre otros objetivos, detener las llegadas de migrantes a las costas helenas.
Solo en este fin de semana, centro de las celebraciones de la Semana Santa ortodoxa, arribaron a las costas de las islas del Egeo oriental 112 migrantes, fundamentalmente a Samos y a Quíos, haciendo aumentar hasta los 8.150 el número de refugiados en estas islas.
Grecia trata de disminuir la presión sobre los campamentos de refugiados y centros de detención cuya capacidad haya sido ampliamente superada para tratar de evitar incidentes violentos como los la semana pasada en Lesbos que causaron 15 heridos, para lo que las autoridades quieren trasladar a decenas de migrantes de los centros desbordados a otros con espacio disponible.
En el campo de detención de Quíos, por ejemplo, hay 2.265 refugiados en un espacio habilitado para 1.100 personas, mientras que en Samos, donde hay oficialmente 850 plazas, se hacinan 986 migrantes. Mientras en el del puerto ateniense acampan 2.135 personas y hasta 10.172 se acumulan en el campo de la frontera grecomacedonia.
Este lunes, Bruselas ha advertido a Turquía que si no cumple su parte en el acuerdo firmado y si se producen irregularidades tras la liberalización de visados a ciudadanos turcos que debe entrar en vigor en junio, pondrá en marcha el recurso del "freno de emergencia" contemplado en el acuerdo de repatriación firmado alcanzado a principios de este año.