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Análisis

Los republicanos, en manos de Trump tras la retirada de Cruz

  • Ni siquiera el representante del Tea Party ha podido con el magnate
  • El Partido Republicano tendrá que buscar la unidad
  • Clinton busca el ya el cuerpo a cuerpo con Trump para las presidenciales de noviembre

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Trump allana el camino a la nominación tras ganar en Indiana y la retirada de Cruz

El Partido Republicano ya es de Donald Trump. Así resumen los medios estadounidenses consultados la noche de las primarias en Indiana, que ha acabado con el abandono de Ted Cruz.

"Con la retirada de Cruz, el GOP [Grand Old Party] es ahora de Trump", titula en su portada la edición digital del New York Times. "Trump parece sellar la nominación", considera el Washington Post. "La noche que convirtió en nominado a Trump", resume la web Politico en sus claves.

El abandono del ex gobernador de Texas deja prácticamente expedito el camino a la nominación del magnate neoyorquino, que está muy cerca de conseguir los 1.237 delegados que necesita para ser matemáticamente el candidato republicano a la presidencia de EE.UU.

El último y débil rival que queda en la arena, el gobernador de Ohio John Kasich, ha prometido mantenerse en la campaña para intentar que exista alguna alternativa en la convención de Cleveland, en julio.

Ni siquiera el Tea Party puede con Trump

El candidato que comenzó la campaña con agresivos vídeos en los que quemaba bacon en el cañón de su ametralladora ha anunciado su retirada entre las lágrimas de su esposa y su madre.

Ted Cruz se retira de la carrera presidencial tras una nueva derrota ante Trump

Cruz representa al ala más a la derecha del Partido Republicano, el conocido como Tea Party. De origen cubano y discurso impregnado de religiosidad, Cruz fue el primero en anunciar su candidatura y centró su campaña en acabar con el legado político del presidente Obama. Ha cargado contra la reforma del sistema sanitario; contra el deshielo con Cuba y contra lo que calificó de "amnistía" a los inmigrantes irregulares.

Era el candidato más a la derecha que jamás se haya acercado a la nominación en el último medio siglo

"Era el candidato más a la derecha que jamás se haya acercado a la nominación en el último medio siglo - recuerda el NYT - Mucho antes de que Trump entrara en la carrera, Cruz había hecho la apelación más ruidosa al enfado que hervía entre los ultra-conservadores en la era del presidente Obama".

Sin embargo, el ascenso imparable de Trump, con su discurso xenófobo y de mano dura, ha inclinado toda la campaña republicana hacia la derecha. Hasta el punto de que incluso Cruz ha acabado pareciendo un "moderado" para los votantes que están llevando la voz cantante en las primarias republicanas: los varones blancos de clase obrera golpeados por la crisis, hartos de los políticos profesionales y del estilo de Washington, que ven en el magnate neoyorquino al látigo del establishment.

"Atrás ha quedado la gran transformación de un antipático Ted Cruz de incendiario miembro del Tea Party a bombero amable y última esperanza del aparato - analiza con ironía Glenn Thrush en Politico - Toda la maldita cosa se ha calcinado".

Otra explicación de la derrota de Cruz es que nunca contó con el respaldo de los conservadores anti-Trump. "Es Lucifer", dijo de él John Boehner, ex líder republicano de la Cámara de Representantes, hace tan sólo una semana, cuando estaba claro que era la única apuesta factible contra el magnate.

Ted Cruz anuncia su retirada junto a su esposa, Heidi, tras perder en las primarias de Indiana, el 3 de mayo de 2016. Joe Raedle/Getty Images/AFP

Ted Cruz anuncia su retirada junto a su esposa, Heidi, tras perder en las primarias de Indiana. Joe Raedle/Getty Images/AFP Joe Raedle/Getty Images/AFP

El reto de Trump: unir a los republicanos

Tampoco Trump tiene mejor prensa entre amplias capas de dirigentes y votantes del partido del elefante. "No votaré por Trump", confesaba a Reuters Dan Follis, un votante republicano de 62 años. "Esto era lo que yo me temía - declaraba por su parte Joanne Fevergon, una partidaria de Cruz, abatida tras la noche electoral - Ya veremos cómo acaba esto. No puedo votar por Hillary y no puedo votar por Trump".

Ya veremos cómo acaba esto. No puedo votar por Hillary y no puedo votar por Trump

Es es reto que tiene ante sí Trump, si quiere vencer a su más que probable antagonista en las presidenciales: Hillary Clinton.

"Tenemos que unir al partido si queremos ganar en noviembre", ha declarado a Reuters Henry Barbour, representante por Misisipi en el Comité Nacional del partido. "Donald Trump es el tipo que tiene las llaves del cohce. Es el que tiene que unirnos. Ahora es la oportunidad. Los votantes le han elegido".

Sin embargo, sigue habiendo quien se revuelve ante esta perspectiva. Según el Washington Post, algunos líderes republicanos fieramente contrarios al favorito están evaluando pedir el voto en noviembre para el candidato de un tercer partido que ondee la bandera de los valores conservadores tradicionales, una opción improbable pero no imposible.

Clinton no se deshace de Sanders, pero mira ya a noviembre

La exsecretaria de Estado busca ya el cuerpo a cuerpo con su probable adversario. “Estoy realmente centrada en entrar en las elecciones generales", decía Clinton en una entrevista en MSNBC, antes de la votación en Indiana. "Y creo que ahí es donde debemos estar, porque vamos a tener una campaña dura contra un candidato que literalmente dirá y hará cualquier cosa".

Vamos a tener una campaña dura contra un candidato que literalmente dirá y hará cualquier cosa

La inevitable nominación de Clinton tan sólo se está viendo retrasada por la incombustible resistencia de Bernie Sanders, empeñado en que el triunfo de la candidata no sea un desfile militar.

El ex senador por Vermont ha añadido Indiana a su colección de victorias pírricas. Su triunfo se explica en gran parte por la configuración del electorado: mayoritariamente blanco y golpeado por la marcha de las industrias al extranjero.