La Fiscalía brasileña pide investigar a Rousseff por el escándalo de Petrobras
- Considera que la presidenta brasileña intentó obstruir la acción de la justicia
- La Fiscalía también ha pedido investigar al expresidente Lula y a varios ministros
- Rousseff asegura que las acusaciones son "absolutamente falsas"
- Está a un paso de someterse a un juicio parlamentario por irregularidades fiscales
La Fiscalía ha pedido autorización a la justicia para investigar a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, por asuntos asociados al escándalo en la estatal Petrobras.
La petición está dirigida al Tribunal Supremo y se basa en sospechas de que Rousseff, junto con su antecesor y padrino político Luis Ignácio Lula da Silva y el actual abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, intentó obstruir la acción de la justicia en las investigaciones sobre las corruptelas en Petrobras.
Según ha explicado la Fiscalía, en el caso de Rousseff se intentará determinar si se implicó en maniobras para proteger a algunos de los políticos y empresarios salpicados por la corrupción petrolera, con las que incluso habría intentado "obstruir" la acción judicial.
La Fiscalía se basa en las declaraciones de Delcidio Amaral, exjefe del oficialismo en el Senado, detenido por el caso Petrobras y que ha acusado a la presidenta de intentar obstruir la acción de la justicia.
Rousseff: "Las denuncias son absolutamente falsas"
"Las denuncias son absolutamente falsas", ha declarado Rousseff a periodistas sobre esas acusaciones. "Tengo la certeza de que esa investigación demostrará apenas que el senador otra vez miente", ha añadido.
Rousseff ha condeando también el hecho de que la información sobre el pedido de la Fiscalía al Supremo, antes de ser confirmado en forma oficial, fue conocida a través de la prensa. "Lamento otra vez que haya ocurrido algo tan grave, como es la filtración de asuntos de los que tomé conocimiento por la prensa" y que "al parecer estaba bajo secreto judicial".
Esa demanda de la Fiscalía, si es aceptada por la Corte Suprema, complicará aún más la ya delicada situación de Rousseff, quien está a un paso de ser sometida a un juicio parlamentario con miras a su posible destitución, por diversas irregularidades fiscales en las que su Gobierno incurrió en los años 2014 y 2015.
El futuro de Rousseff, en manos del Senado
Su situación comenzará a definirse este miércoles, cuando el senador Antonio Anastasia, instructor de una comisión del Senado que analiza el caso, presente un informe en el que pedirá archivar la causa o, como se espera, que el proceso vaya al pleno de la cámara.
En ese último caso, el pleno deberá decidir la semana próxima si se instaura el juicio político, lo que obligaría a que Rousseff se separe del cargo durante los 180 días que pudiera durar el proceso y su lugar será ocupado por el vicepresidente Michel Temer.
En caso que el proceso acabe con la destitución de Rousseff, el vicepresidente, enemistado desde hace meses con la mandataria, completará el mandato que vence del 1 de enero de 2019.
La Fiscalía pide investigar a Lula y a tres ministros
Este martes, la Fiscalía también pidió al Supremo investigar a Lula, a tres ministros del gabinete de Rousseff y a otros 27 políticos, en su mayoría de la base oficialista, por corruptelas vinculadas a los escándalos en Petrobras. Considera que la "organización criminal" que actuó en Petrobras debió de contar con la participación del expresidente.
Esa demanda afecta a los ministros de la Secretaría de la Presidencia, Ricardo Berzoni; de Información, Edinho Silva, y al jefe de gabinete de la Presidencia, Jaques Wagner, así como al asesor personal de Rousseff, Giles de Azevedo.