El teatro romano de Palmira cambia las ejecuciones del Estado Islámico por la música
- La orquesta del teatro Mariinsky de San Petersburgo ha ofrecido un concierto
- Las ruinas, Patrimonio de la Humanidad, han sido liberadas de los yihadistas
- Putin: "Se trata de un gesto de recuerdo y esperanza, por todas las víctimas"
El anfiteatro romano de Palmira, que albergó algunas de las ejecuciones realizadas por el Estado Islámico durante los diez meses en los que la ciudad siria estuvo bajo el control del grupo yihadista, ha acogido este jueves un concierto la orquesta sinfónica del teatro Mariinsky de San Petersburgo para celebrar la libración de las ruinas Patrimonio de la Humanidad.
“Se trata de un gesto de recuerdo y esperanza, y de agradecimiento a todos aquellos que luchan contra el terrorismo“
El propio presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha agradecido a los músicos y asistentes la celebración de ese concierto a través de una videoconferencia: "Gracias a todos por esta asombrosa acción humanitaria, este concierto en la Palmira liberada del terrorismo. Se trata de un gesto de recuerdo y esperanza, y de agradecimiento a todos aquellos que luchan contra el terrorismo sin escatimar su vida".
Putin ha añadido que se trata de "un homenaje a la memoria de todas las víctimas del terror, independientemente del lugar y el tiempo en que se hayan cometido los crímenes contra la humanidad".
El presidente ruso ha destacado también que el concierto es una manifestación de "las esperanzas no sólo del renacimiento de Palmira como patrimonio de toda la Humanidad, sino también de la liberación de toda la civilización de este terrible flagelo, el terrorismo internacional".
Música para revivir las murallas
El concierto, titulado Una oración por Palmira. La música hace revivir las antiguas murallas, ha sido dirigido por Valeri Guérguiev, director también de la orquesta Sinfónica de Londres y la Filarmónica de Múnich, y ha incluido piezas de Johann Sebastian Bach, Sergei Prokofiev y Rodion Shchedrin. El evento ha sido transmitido en directo por la televisión siria y ha contado con la asistencia de ministros sirios, responsables del Ejército nacional y del Ejército ruso.
Situado al nordeste de Damasco, en el desierto de Siria, el oasis de Palmira alberga las ruinas monumentales de una gran ciudad que fue uno de los centros culturales más importantes de la Antigüedad, sometida a la influencia de diversas civilizaciones.
Incluida en la lista de la Unesco del patrimonio mundial, Palmira estuvo ocupada durante casi un año, hasta marzo pasado, por la organización terrorista Estado Islámico, que destruyó varios monumentos emblemáticos.
Pese a ello, Palmira "conserva gran parte de su integridad y autenticidad", según han concluido los expertos de la Unesco, que visitaron los restos arqueológicos a finales de abril.