El Tribunal Supremo de Brasil suspende de su cargo al presidente del Congreso, principal instigador del juicio a Rousseff
- Eduardo Cunha está acusado de obstaculizar la investigación de Petrobras
- Esto evita la presidencia eventual de Cunha, segundo en la línea de sucesión
- Contra Cunha hay cinco procesos por corrupción abiertos en el Supremo
- Análisis: Las claves del juicio a Rousseff
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha da Silva, ha sido apartado de su cargo este jueves tras la decisión adoptada por el magistrado del Tribunal Supremo Teori Zavascki, que le ha suspendido por obstaculizar la investigación del caso Petrobras, una medida cautelar que ha refrendado el pleno del máximo órgano jurídico brasileño horas después.
Cunha, principal responsable de la puesta en marcha de un proceso que puede llevar a un juicio político contra la presidenta del país, Dilma Rousseff, tiene abiertas actualmente hasta cinco causas contra él por corrupción en el Tribunal Supremo.
El juez ha aprobado una medida cautelar solicitada por la Fiscalía que pedía alejar a Cunha de su cargo de diputado y, por consiguiente, de su calidad de jefe de la Cámara Baja por haber supuestamente dificultado las investigaciones de la trama de corrupción de Petrobras, en la que podría estar implicado.
Las causas por corrupción abiertas contra Cunha adquirieron base tras las investigaciones que se realizaron a partir de las delaciones del senador Delcidio do Amaral, exportavoz del Gobierno en el Senado. Teori Zavascki, uno de los once miembros del Supremo, ha fundamentado su suspensión en estas acusaciones, por las que incluso ya se ha iniciado un juicio formal en su contra.
Cunha, por su parte, se ha defendido y ha anunciado que apelará la sentecia. Además, y aunque ha explicado que respetará la sentencia, ha asegurado que está sufriendo "una represalia" por impulsar el juicio político contra la presidenta.
Suspensión de emergencia para evitar la eventual presidencia de Cunha
Cunha es actualmente el segundo en la línea de sucesión de la presidenta, Dilma Rousseff, tras el vicepresidente, Michel Temer, por lo que la posibilidad de que asumiera la presidencia de forma interina ante un eventual viaje de Temer al exterior, en caso de que éste sustituya a Rousseff, había generado preocupación en el Supremo, que este mismo jueves tenía previsto analizar esa situación.
Sin embargo, Zavascki se ha adelantado y ha adoptado la medida cautelar, que responde a la petición formulada por la Procuraduría General. Posteriormente, el pleno del Tribunal Supremo ha refrendado su decisión, corroborando su suspensión como diputado por obstrucción a la acción de la justicia.
Según la Fiscalía, Cunha se valió de su cargo para "intimidar parlamentarios, reos, testigos" y otros "agentes públicos" a fin de obstaculizar las investigaciones en su contra por las corruptelas en la petrolera estatal, de las que habría obtenido unos cinco millones de dólares que ocultaba en unas cuentas secretas en bancos suizos.
Además de los procesos en la Corte Suprema, el Consejo de Ética de la Cámara Baja investiga si Cunha mintió al Congreso al negar la existencia de esas cuentas, que fueron confirmadas por la propia justicia helvética, que colabora con las autoridades brasileñas.
Cunha versus Rousseff
Delcidio Do Amaral, el primer senador de Brasil en ser arrestado en pleno ejercicio de su mandato, fue liberado este año tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía para colaborar con las investigaciones y rebajar sus penas a cambio de haber denunciado a sus cómplices. Su confesión salpicó a todos, también a Cunha.
Pero al presidente de la Cámara de Diputados, la Constitución brasileña le reserva la potestad de aceptar una denuncia contra el jefe de Estado y eso hizo Cunha a fines del año pasado, cuando un grupo de juristas vinculado a la oposición acusó a Rousseff de unas maniobras fiscales irregulares en los años 2014 y 2015.
Cunha, miembro del hasta entonces oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que encabeza Temer, había anunciado unos meses antes su decisión de pasar a engrosar las filas opositoras y su apoyo a las fuerzas políticas que trabajaban por la destitución de Rousseff.
Tras autorizar en 2015 la apertura del juicio político para destituir a la presidenta, Rousseff declaró tras la acción de Cunha: "Recibí con indignación la decisión del presidente de la Cámara de Diputados contra un mandato democráticamente conferido por el pueblo brasileño". Ahora, en caso de que prospere el juicio político, el vicepresidente Temer deberá formar gobierno.