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Cela Conde: "Mi padre fue un gran tímido que se construyó un escudo protector"

  • El hijo de Cela presenta un libro que reivindica la esencia del escritor gallego
  • Incluye cartas personales entre sus padres y documentos inéditos
  • Cela, piel adentro sale con motivo del centenario del nacimiento del Nobel

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'Cela, piel adentro', el libro que nos da a conocer al escritor más íntimo

Camilo José Cela Conde confiesa que se quedó “muy sorprendido” al descubrir una imagen completamente desconocida de su padre, el Nobel gallego Camilo José Cela (1916, Iria Flavia-2002, Madrid), plasmada con sinceridad- y una pizca de ternura- en las más de mil cartas que se cruzaron sus padres a lo largo de su relación de más de cuatro décadas.

Desvelar las múltiples capas para llegar a la esencia del Cela escritor, eclipsada por el personaje público de los últimos años de su existencia, carne de tertulia y prensa rosa, a juicio de su hijo, fueron las razones que espolearon al descendiente a incorporar las misivas al libro Cela, piel adentro (Editorial Destino, 349 páginas, 19€); una reedición de la biografía del padre desde la mirada de su único vástago, presentada este lunes con motivo de la celebración del centenario del nacimiento del Nobel [Mira las celebraciones en torno al centenario].

Las cartas son un verdadero tesoro en las que se muestra a un Camilo José Cela nostálgico, sentimental, muy apegado a su primera mujer, Charo Conde, angustiado por conseguir el éxito, y en unos primeros años por las estrecheces económicas y la lucha contra la censura; paradójicamente el escritor fue censor y censurado.

“Y me quedé perplejo al contemplar una imagen que no tenía nada que ver con el Cela triunfador, seguro de sí mismo, un paso por delante de todo el mundo que es el que vino después. Hay que entender que ese Cela ya había escrito sus mejores obras no es que el escribir le cambiara, en el fondo él ya era así y como era un gran tímido se construyó un escudo que le funcionó muy bien porque es lo que ha quedado”, explica en una entrevista con RTVE.es el profesor y antropólogo Camilo José Cela Conde, que define al autor de La familia de Pascual Duarte como profundamente “contradictorio”.

Las contradicciones de un Camilo José Cela sin filtros

En el libro, Cela Conde recorre con humor y sana ironía una vida trepidante con constantes mudanzas y viajes por toda España, una larga e imprescindible etapa mallorquina de CJC-como firmaba sus cartas- marcada por la efervescencia cultural y en la que gozó de la amistad de Picasso o Joan Miró, y el ascenso imparable hasta alcanzar la gloria literaria. Aquí el personaje comienza a devorar a la persona.

En este periplo de claroscuros la narración desvela desternillantes anécdotas del Cela “genio y figura”, provocador e iconoclasta, que fue hasta el final.

Portada del libro.

Cela hijo describe con soltura como al ser operado de un grano en las posaderas, CJC obligó a toda una planta del hospital a salir a aplaudirle, cómo acabó con un navajazo en salva sea la parte en una batalla campal en una sala de fiestas en Madrid o un surrealista viaje a Noruega donde orinó en un patio de vecinos.

En las misivas, son continúas las muestras de amor a su primera mujer a la que el hijo dedica el libro y homenajea en sus páginas. El autor de La colmena confía a Charo Conde, abnegada transcriptora de sus obras durante treinta años, sus dudas y muestra su lado más vulnerable sin perder su carismática personalidad. A modo de ejemplo, un extracto de cuando CJC fue elegido académico en 1957:

"Queridísima Charo:

Resulta que soy académico. Resulta también que no se siente nada. En fin… he dormido mal y desasosegado. Me cogió una desvelada de cojón de pato. ¿Qué tal cayó la noticia por ahí?"

Los años oscuros

La genialidad del escritor, que se reivindica por sí sola, según su vástago, aflora en cada línea donde también se rescata la labor estajanovista de su trabajo en el que Cela pasaba horas escribiendo sin descanso.

“Recuerdo que para [la novela] San Camilo 1936 se hizo una cama en el despacho mismo, y dormía y vivía allí hasta que terminó. Un aislamiento que se acentuó aún más con Oficio de tinieblas, donde se hizo construir una especie de confesionario, de escenario de teatro con biombos, y se metía en esa especie de sarcófago y no salía”, rememora Camilo José Cela Conde.

Todavía queda mucho Cela por aflorar y sorprender, a las cartas, que dormían en un arcón que Charo Conde legó a su hijo, se suman decenas de documentos, poesías, proyectos inacabados y hasta un guión de cine inédito que ahora sale a la luz. Cabe recordar, que entre las hazañas de CJC se cuenta la de ser actor y novillero antes de alcanzar el cielo literario.

El autor de 'La colmena' en una imagen de archivo.

En Cela, piel adentro, el hijo tampoco obvia lo que denomina “los años oscuros” que coinciden con la concesión del Nobel de Literatura en 1989, la ruptura con su primera mujer, el alejamiento de la familia y los amigos de siempre, y el matrimonio con la periodista Marina Castaño, con la que Cela Conde mantuvo una enconada batalla judicial resuelta a su favor.

El profesor relata cómo esta segunda vida de su progenitor le convirtió en alguien irreconocible para sus allegados. Pero el hijo también le quita hierro a esta etapa- “es agua pasada”- y restaña heridas:

“Pensaba que este cambio personal tendría un reflejo negativo de la literatura ya que las obras después del Nobel son de inferior calidad, pero hubo un canto del cisne porque Madera de boj, su última novela, vuelve al mundo poético de Mrs Caldwell habla con su hijo. El talento y la pluma pervivieron hasta el final”, concluye con convencimiento.