El presidente del Congreso de Brasil anula la votación que aprobó el juicio político contra Rousseff
- Waldir Maranhao anula, por errores procesales, la votación sobre la causa de abril
- El caso está en el Senado, que esta semana debía celebrar la votación definitiva
- Maranhao reclama que se devuelva a la Cámara Baja, para repetir la votación
El proceso parlamentario para la destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha dado este lunes un nuevo giro: a pocos días de que el Senado vote si, de forma ya definitiva, le abre un juicio político por las irregularidades fiscales de su Gobierno, el presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, ha declarado nula la sesión del pasado 17 de abril en la que la Cámara Baja aprobó el proceso y ha pedido que la Cámara Alta le devuelva la causa para repetir la votación.
La decisión de Maranhao, que acepta así una demanda presentada por la Abogacía General del Estado, añade más confusión a un proceso preñado de trabas jurídicas desde su inicio -estuvo suspendido varios meses hasta que se precisó el procedimiento-, sin que estén claras aún sus últimas consecuencias, es decir, si frena la votación prevista en el Senado una vez que la causa ya ha salido de la Cámara de los Diputados. De momento, el presidente del Senado, Renán Calheiros, se ha negado a devolver la causa y mantiene el calendario previsto.
La propia Rousseff ha pedido "cautela" ante la decisión, pues todavía desconoce "las consecuencias" que pudiera tener. "Sé que un recurso [contra el proceso] fue aceptado" y "no puedo fingir que no estoy sabiendo", ha declarado la presidenta en un acto con cientos de estudiantes y profesores, a los que ha comentado que "vivimos una coyuntura de mañas y artimañas".
Los principales partidos de la oposición, por su parte, han anunciado que recurrirán ante el Tribunal Supremo para intentar dejar sin efecto la decisión de Maranhao. "Presentaremos un recurso hoy mismo, para que el Tribunal Supremo Federal anule esa decisión", ha confirmado el diputado Pauderney Avelino, dirigente del partido Demócratas.
Un presidente interino en la Cámara Baja
Se da la circunstancia de que Maranhao ocupa el cargo desde el pasado jueves, después de que el Tribunal Supremo suspendiera a Eduardo Cunha por obstaculizar las investigaciones del caso Petrobras, uno de los varios casos de corrupción en los que está implicado el presidente de la Cámara Baja.
Cunha, antes aliado y ahora rival de Dilma Rousseff, fue precisamente quien permitió que el proceso contra ella echara a andar, al admitir una demanda por un "delito de responsabilidad" al avalar las maniobras contables del Ejecutivo brasileño en 2014 y 2015.
El Gobierno y la propia Rousseff, en cambio, defienden que esas irregularidades son solo faltas administrativas, que todo responde a una "venganza" de Cunha contra el Partido de los Trabajadores y que el proceso encubre un "golpe" para apartarla del cargo.
Al margen de esas vertientes políticas, la Abogacía General del Estado, que asume la defensa de Rousseff, ha atacado los defectos de forma del proceso: en su demanda, denuncia "vicios que declaran nula de pleno derecho" la sesión del pasado 17 de abril, en la que 367 de los 513 diputados aceptaron las denuncias contra la mandataria y permitieron elevar la causa al Senado.
Errores procesales
Maranhao ha aceptado esos argumentos y explica, en un comunicado difundido este lunes, que uno de esos errores procesales consistió en que los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados orientaron el voto de sus diputados, lo que no debería haber ocurrido en una decisión de esa naturaleza.
“Debían hacerlo de acuerdo a sus convicciones personales y libremente“
"No podrían los partidos políticos orientar una cuestión para que sus parlamentarios votasen de un modo u otro, toda vez que debían hacerlo de acuerdo a sus convicciones personales y libremente", indica el presidente interino de la Cámara Baja, que también señala que los diputados no debían "haber anunciado públicamente el sentido de su voto antes de la votación, en la medida en que eso indica un prejuicio y una clara ofensa al amplio derecho a la defensa que está consagrado en la Constitución".
Por ello, Maranhao solicita que el Senado devuelva el proceso a la Cámara Baja, pese a que esta misma semana está previsto que celebre la votación definitiva sobre la posible apertura del juicio político a Rousseff. La intención del presidente interino es repetir la votación en la Cámara de los Diputados, cinco días después de que el Senado devuelva el proceso, según explica la nota oficial.
Así, la decisión del nuevo presidente de la Cámara Baja, la primera que adopta desde que reemplazó a Cunha, pone en cuestión la votación del Senado, que supondría, si la mayoría de los senadores apoyan la apertura del juicio político a Rousseff, su suspensión inmediata como presidenta durante el tiempo que dure el proceso, un período en el que le sustituiría el vicepresidente, Michel Temer.