El incendio de Canadá destruye el 10% de Fort McMurray y las autoridades prometen "reconstruirla"
- La localidad, foco del incendio, fue evacuada al quedar rodeada por las llamas
- Hasta 2.400 estructuras han quedado destruídas en Fort McMurray
- El incendio forestal ha alcanzado ya 204.00 hectáreas de la provincia de Alberta
- El impacto económico de la tragedia es aún incalculable para el Gobierno
Algo más del 10% de la ciudad canadiense de Fort McMurray, foco del incendio que asola el noroeste del país norteamericano, ha quedado destriuda, según aseguran las autoridades de Canadá. La semana pasada la localidad fue evacuada al quedar rodeada por un masivo incendio forestal y sus habitantes aún no han podido regresar a sus casas. Tras visitar la ciudad, las autoridades han indicado que esta será "reconstruída".
Rachel Notley, primera ministra de la provincia de Alberta, donde se encuentra Fort McMurray, ha explicado este lunes, tras visitar la ciudad, que Fort McMurray todavía "no es segura" para permitir el regreso de sus cerca de 70.000 habitantes, pero ha asegurado que "se va a hacer segura".
La primera ministra provincial ha expresado también su satisfacción al descubrir que el daño causado por el incendio es menor de lo esperado, pero ha solicitado paciencia a los evacuados y les ha pedido que no intenten regresar a sus hogares.
"No quiero que recorran centenares de kilómetros para llegar a las barricadas de la Policía Montada y tener que darse la vuelta", ha afirmado Notley, quien ha destacado que los rescoldos que todavía existen en Fort McMurray pueden iniciar incendios y que los principales servicios, como el agua y el gas, no están todavía operativos.
En las últimas horas, el ritmo de crecimiento del incendio, llamado en Canadá "La Bestia", se ha ralentizado gracias a la llegada de un frente polar que ha reducido las temperaturas en la región.
A pesar de ello, el incendio ha alcanzado ya una superficie de 204.000 hectáreas y está avanzando hacia el este de la provincia de Alberta, alejándose de centros de población y plantas de extracción de petróleo.
"Era una bestia, un animal"
"Era una bestia, un animal. Nunca he visto nada como esto. He hablado con mis colegas y tampoco han visto nada igual. Ha cambiado el manual de cómo un incendio se mueve, cómo se comporta", ha declarado este lunes el jefe de bomberos de Fort McMurray, Darby Allen.
En Fort McMurray, que fue desalojada a toda prisa el pasado martes cuando el incendio cambió repentinamente de dirección y amenazó la ciudad, alrededor de 2.400 estructuras han quedado destruidas, en su mayoría en un grupo de vecindarios en el suroeste de la ciudad.
Por ejemplo, el 80% del vecindario de Beacon Hill ha quedado arrasado por la llamas.
Pero otras 25.000 estructuras, entre ellas las principales instalaciones de Fort McMurray, desde escuelas a hospitales pasando por la planta de tratamiento de agua, han podido salvarse gracias a los esfuerzos de los 200 bomberos que han permanecido en la ciudad para combatir las llamas.
Mientras se inician los preparativos para planificar el regreso de los habitantes de Fort McMurray, las autoridades empiezan a valorar el impacto económico del incendio, que ha afectado a algunas de las principales instalaciones de extracción de petróleo de Canadá.
"Estamos empezando a conocer el impacto económico del incendio", ha afirmado en una rueda de prensa en Ottawa el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien ha añadido que el alcance completo del daño no se conocerá en "días, semanas o meses".