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La autoridad fiscal ve factibles los objetivos de déficit propuestos por el Gobierno si se limita el gasto

  • La AIReF cree que la previsión de gasto es "demasiado optimista"
  • Por contra, considera que la senda de ingresos es "conservadora"

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Presentación del informe de la autoridad fiscal independente sobre las CC.AA.
Presentación del informe de la autoridad fiscal independente sobre las CC.AA.

La Autoridad Independiente de Autoridad Fiscal (AIReF) considera "exigente pero factible" la previsión de déficit de las administraciones públicas entre 2016 y 2019 enviada por el Gobierno en funciones a Bruselas, pero cree que la senda de gasto es "demasiado optimista" y la de ingresos "conservadora".

El organismo ha publicado este jueves el informe remitido al Gobierno en funciones, un documento más detallado sobre el Programa de Estabilidad que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 29 de abril, y al que dieron un aval inicial que no pudo ser muy concreto debido -asegura- a la tardanza con la que el organismo recibió la información.

El informe insiste en que el objetivo de déficit del 3,6% del PIB se puede alcanzar, aunque insiste en que es necesario un "esfuerzo suplementario" de consolidación del gasto de alrededor del 0,4% del PIB, unos 4.000 millones, para alcanzar dicho objetivo. Y señala que las medidas implementadas por el Gobierno en funciones en forma de acuerdos de no disponibilidad de gasto, llamadas a subsanar este desajuste, están faltas de "instrumentalización".

Duda la evolución del gasto público

No obstante, la AIReF avisa de que, a medida que se avanza en el escenario de proyección, se identifican "riesgos crecientes". Así, a partir de 2017, cuando el Gobierno ya espera haber reducido el déficit por debajo del 3% del PIB, el supervisor considera que las perspectivas de gasto del Gobierno son demasiado "optimistas y voluntaristas", aunque también entiende que las previsiones de ingresos son "conservadoras", ya que "se considera probable que el favorable ciclo macroeconómico conlleve mayores ingresos tributarios".

Concretamente, el organismo contempla que el gasto público vaya reduciéndose respecto al PIB, hasta alrededor del 41% en 2019, pero no al ritmo que estima el Gobierno en funciones, que prevé situarlo en el 40,1%, y pone el acento en el gasto en sanidad y educación, principales componentes del consumo público.

Al respecto, señala que en el caso de la sanidad, el gasto crecerá de media un 4,1% del PIB anual hasta 2019 en términos reales, con un incremento paulatino de su peso sobre el PIB, frente al incremento del 0,5% previsto por el Ejecutivo en funciones, que espera que ese peso se reduzca.

En el caso de la educación, la AIReF espera un incremento medio del gasto del 2,9% en este horizonte, frente al 0,6% del Gobierno. También en esta partida, AIReF espera un aumento del peso de este gasto sobre el PIB, mientras que el Gobierno prevé que se reduzca.

Por el lado de los ingresos, apunta que el ciclo económico llevará a una recuperación de la recaudación por IRPF e Impuesto de Sociedades, una vez superado el efecto de la reforma tributaria a partir de 2016. Además, anticipa "mayores holguras" en la recaudación por impuestos indirectos, fundamentalmente por el mejor comportamiento esperado del consumo privado y del sector de la vivienda.

Así, mientras que el Gobierno espera que los ingresos alcancen el 38,5% del PIB en 2019, el organismo evaluador espera que éstos puedan sobrepasar el 39%.

El déficit de la Seguridad Social, sin control

Por administraciones, la AIReF ve "factible" un cumplimiento del objetivo de déficit por parte del Estado y las comunidades autónomas en 2016, situado en el 1,8% y el 0,7% del PIB, respectivamente, siempre que se cumplan las medidas adoptadas, pero en el caso de la Seguridad Social (1,1%) da por hecho el incumplimiento, que se compensará con el cumplimiento del objetivo de equilibrio por parte de los ayuntamientos.

El organismo prevé un incremento significativo del empleo que llevará a un aumento de los ingresos de la Seguridad Social, pero que no compensará el agujero que supone el gasto en pensiones, por lo que espera que el saldo negativo de sus cuentas se mantenga por encima del 1% del PIB en los próximos años.

Para 2017-2019, considera probable para el Estado que cumpla con la senda prevista, pero insiste en que la Seguridad Social volverá a lastrar el déficit. Por eso cree que deben adoptarse las decisiones necesarias para garantizar el equilibrio financiero del sistema de Seguridad Social en el marco de la comisión del Pacto de Toledo.

Además, en el caso de las comunidades autónomas, el organismo también ve muy improbable que se cumpla la senda para los próximos tres años. Por su parte, los ayuntamientos seguirán sin tener problemas en este periodo, aunque es de esperar, según el informe, que su superávit se reduzca fundamentalmente por la flexibilización en la aplicación de la regla de gasto.