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El nuevo Gobierno de Brasil suprimirá 4.000 cargos públicos este año

  • El objetivo es reducir el gasto público y aumentar la eficacia de la Administración
  • Los cargos que se recortarán inicialmente son los de empleados de confianza
  • Entre las prioridades del nuevo Ejecutivo está la reducción del "déficit fiscal"

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El nuevo Gobierno de Brasil quiere reducir el peso del Estado en la economía

Una de las primeras metas del Gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, será recortar al menos 4.000 empleos públicos como herramienta para reducir el gasto público y aumentar la eficacia. "La meta es que, para el 31 de diciembre de este año, tengamos 4.000 cargos públicos menos de los que teníamos el 1 de enero", ha dicho el ministro de Planificación, Romero Jucá, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión del nuevo gabinete.

Temer, hasta ayer vicepresidente de Brasil, asumió como presidente interino tras la decisión del Senado de separar del cargo a la presidenta Dilma Rousseff mientras la somete a un juicio político (impeachment) por supuestamente maquillar los balances fiscales del Gobierno.

Jucá ha explicado que los cargos públicos que se recortarán inicialmente son los de empleados de confianza o aquellos que ejercían funciones específicas remuneradas, es decir, los que no son de carrera pública ni los que desarrollan funciones estratégicas.

El ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, que también ha participado en la rueda de prensa, ha dicho que Temer orientó a todos sus ministros a hacer un inventario de los cargos públicos en cada cartera para identificar hasta un 25% que pueda ser suprimido. Su homólogo de Planificación, sin embargo, ha aclarado que en algunos ministerios no será posible recortar el 25% por lo que tal porcentaje no puede ser considerado como una meta.

En su primera reunión ministerial, Temer propuso una completa reestructuración de los ministerios para adecuar el tamaño del Estado a las necesidades públicas y a los recursos disponibles. La primera parte de esa reestructuración fue iniciada la víspera con la decisión de Temer de reducir el número de ministerios de 31 a 23, lo que supuso la fusión de ministerios como los de Educación y Cultura, y la eliminación de algunos como los de Puertos y Aviación Civil.

Jucá ha admitido que el Gobierno aún no sabe cuánto ahorrará con la eliminación de los 4.000 empleos públicos debido a que unos tienen mayores remuneraciones que otros, pero que esta medida no será suficiente para sanear las cuentas públicas. No obstante, ha asegurado que la prioridad del Gobierno es ajustar la cuentas públicas a corto y medio plazo debido a que se trata de algo "fundamental" para recuperar la credibilidad y para que Brasil pueda volver a crecer y generar empleos.

Mientras, el nuevo ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, ha adelantado que tomará "importantes" medidas económicas "de ajuste" para corregir el déficit fiscal y sacar el país de la recesión. No obstante, ha condicionado cualquier anuncio a la necesidad de conocer el "preciso" estado de las cuentas que deja Dilma Rousseff y a la "maduración" de estas medidas.

Meirelles ha fijado como objetivo prioritario reducir el "déficit fiscal" y "revertir" la tendencia de crecimiento de la deuda pública, que actualmente es "insostenible", a fin de generar confianza en los agentes económicos. Según el ministro, el proceso de recuperación del crecimiento de la economía puede ser "rápido" si se toman las "medidas correctas".