Tim Burton: "Siempre me identifico con historias de inadaptados"
- El director estrena en septiembre El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares
- Un regreso a sus obsesiones de rareza y fantasía
Dice Tim Burton que retrata una y otra vez personajes con los que identifica su infancia. Y que, aunque en parte sea una especie de maldición, acepta que no se puede escapar de uno mismo. Por eso no extraño que la nueva película que se encuentra postproduciendo, El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, esté habitada de niños con poderes extraordinarios que viven apartados de la sociedad en un mundo aparentemente imaginario.
Basado en una novela de Ransom Riggs, El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares es la historia de Jake (Asa Butterfield), un adolescente que viaja a una isla remota en busca del orfanato donde su abuelo Abraham (Terence Stamp) se crió. Allí encuentra un reino mágico en el que Miss Peregrine (Eva Green) cuida de un grupo de niños con cualidades sobrenaturales.
La película multiplica en número el héroe bartoniano que hemos visto en Batman, Eduardo Manostijeras o Ed Wood. Y también regresa a la creencia en la imaginación como refugio mostrada en Big Fish o Alicia en el país de las maravillas.
“No sé por qué acabo con este tipo de historias, pero es con las que siempre me identifico”, decía Tim Burton (Burbank, California, 1958) en la presentación de la película en Londres, a la que acudió RTVE.es. “Es como una versión monstruosa de los superhéroes. No va de salvar el mundo sino de bajar a un nivel más humano, de peculiaridades y de cómo se sienten los niños. El tipo de cosas que me gustan, para bien o para mal”.
A Burton le incomoda situar la película en relación a su obra. “¡Es incómodo porque no estoy acabado! Es como tener que elegir colegio para tus hijos antes de que nazcan”, explica. La propia trayectoria del californiano es la de un bicho raro mimado por el sistema. Criado como animador en Disney, conoció el éxito desde el comienzo y nunca ha abandonado los grandes estudios.Un niño raro, sí, pero domesticado y feliz.
Pese a sus dos Batmans y estar cerca de dirigir un Superman a finales de los 90, el cine de superhéroes no es su especialidad y confiesa no haber visto la reciente Batman vs. Superman. “Es gracioso, porque el primer Batman que hice fue un éxito comercial, pero un fracaso crítico, pero todavía se hacen películas sobre tipos disfrazados”.
E ironiza sobre su imagen de cine oscuro. “Cuando hice Batman fue considerada demasiada oscura, pero ahora la ves y parece una versión un show de patinaje sobre hielo”.
Burton, de hecho, no es en absoluto oscuro e introvertido, sino locuaz y gracioso. “Desde el comienzo siempre me han dicho que lo que he hecho es oscuro, pero yo nunca veo oscuro. Hay elementos horripilantes, sí, pero no lo veo”.
Nacido en la soleada California, identifica su adolescencia con la atmósfera de Marea nocturna (1961), la película en la que Dennis Hopper interpreta a un marinero que se enamora de una sirena. “Sucedía también en Santa Monica, yo era ese adolescente solitario del puerto. Me gustan esos lugares, tienen algo emocional, trágico, poético.”.
Residente desde años en Londres, afirma que, en cierto modo, habita una pequeña burbuja. “Soy muy tímido al acercarme a la tecnología, no miro internet. No me gusta oír sobre mí, porque de pequeño me categorizaban como chico extraño y parece que te pasas la vida tratando de ser humano. Me mantengo centrado en lo que hago: ser artístico dentro del sistema”.
En El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares repite con la que parece su nueva musa, Eva Green. “Tiene algo como de antigua estrella de cine. En un mundo donde conoces todo sobre todo el mundo, es bonito conectar con alguien misteriosa”. Y no esconde que la elección del Terence Stamp se debe a que el británico protagonizó una de las mayores influencias de su vida: el capítulo dirigido por Federico Fellini de la película Historias extraordinarias (1968). "Nos pasamos horas hablando de Fellini. Es un honor trabajar con alguien así".