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El exministro brasileño José Dirceu es condenado a 23 años de prisión por corrupción y blanqueo

  • Dirceu fue una de las principales figuras políticas en los gobiernos de Lula
  • La pena por el caso Petrobras se une a otra previa por sobornos parlamentarios

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El exministro brasileño José Dirceu, en una imagen de su dimisión en 2005
El exministro brasileño José Dirceu, en una imagen de su dimisión en 2005.

La justicia federal de Brasil ha condenado este miércoles al exministro José Dirceu, que fue presidente del Partido de los Trabajadores y uno de los hombres más influyentes durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, a 23 años y tres meses prisión, una pena que agrava la crisis de la izquierda brasileña tras la suspensión de Dilma Rousseff como presidenta.

La sentencia ha sido dictada en primera instancia por el juez Sergio Moro, encargado de las irregularidades en la empresa estatal Petrobras, que le ha hallado culpable de corrupción pasiva y activa, así como de blanqueo de dinero.

Dirceu fue ministro de la Presidencia de Lula entre 2003 y 2005, cargo en el que precisamente le sucedió Rousseff, después de que tuviera que renunciar en medio de un grave caso de sobornos parlamentarios por los que fue condenado a diez años y diez meses de prisión.

El fallo parece casi el epitafio de una de las vidas políticas más turbulentas que se conocen en Brasil, además de una de las figuras más respetadas en la izquierda latinoamericana.

Una vida de leyenda

Dirceu, de 70 años, se inició en política en 1965, cuando cursaba derecho en la Universidad Pontificia Católica de Sao Paulo y se unió a los movimientos estudiantiles que combatían a la dictadura que se había instalado en Brasil un año antes.

Quienes lo conocieron entonces dicen que tenía fama de mujeriego, así como carisma de ídolo beat, aunque se transformó a medida que se involucraba en la lucha contra el régimen dictatorial. Coqueteó con la guerrilla, aunque nunca participó en la lucha armada, y en 1968 fue detenido en una asamblea estudiantil.

Su nombre comenzó a cobrar ribetes de leyenda un año después, cuando fue incluido en una lista de 14 presos políticos que la dictadura se vio obligada a liberar a cambio del embajador de Estados Unidos, Charles Elbrick. El diplomático había sido secuestrado por una pequeña célula del Movimiento Revolucionario 8 de Octubre, integrada entre otros por Franklin Martins, que fue ministro de Información durante el segundo mandato de Lula.

Los presos políticos fueron enviados a México, pero Dirceu recaló en Cuba, donde recibió entrenamiento militar y tejió una amistad que mantiene hasta hoy con importantes dirigentes, como el expresidente Fidel Castro.

El juez afirma que el exministro Dirceu dirigió una red de sobornos en el Brasil de Lula

El retorno a Brasil

En la isla se sometió a una operación de cirugía plástica que le modificó ligeramente el rostro y regresó a Brasil en la clandestinidad, en 1971, para integrarse en el Movimiento de Liberación Popular.

Tuvo divergencias con esa guerrilla de inspiración castrista y volvió a La Habana, pero en 1975 retornó definitivamente a Brasil, aún en plena dictadura, bajo la falsa identidad de Carlos Enrique Gouveia de Melo, supuesto empresario de origen judío. En esa época, se le vinculó a grupos armados y entrenó guerrilleros, pero él mismo afirma que "jamás" empuñó las armas, porque "no era" lo suyo.

En ese segundo retorno, con falsa identidad, se casó con Clara Becker, quien sólo supo quién era su marido cuatro años después, cuando ya tenían un hijo y el Gobierno militar dictó una amnistía que le permitió retomar la política a cara descubierta. "Ese día me dijo soy José Dirceu y vuelvo a lo mío", recuerda Becker que le reveló su marido, antes de abandonarla.

Entonces se afilió al Partido de los Trabajadores, que presidió entre 1995 y 2002 y en el que, junto con Lula da Silva, dirigió severas purgas en las que expulsaron a los grupos más radicales de esa formación. Acabó así como el principal escudero de Lula y su mayor consejero en las campañas de 1989, 1994 y 1998, en las que el exsindicalista aspiró sin éxito a la Presidencia.

Llegada al poder

En 2002,  fue el principal artífice de la campaña que finalmente llevó a Lula al poder y fue nombrado ministro de la Presidencia, un cargo desde el que se controlan todos los resortes políticos del Gobierno.

Como gobernante, fue tildado de "maquiavélico", de "poder en la sombra" y despertó críticas por su estilo combativo, las cuales atribuía al "odio" de una derecha que, en su opinión, "nunca digirió" el triunfo electoral de Lula.

En 2005 surgió el escándalo de los sobornos parlamentarios y dimitió un día después de que el delator de esos asuntos y entonces diputado Roberto Jefferson compareciese ante el Congreso y, con la mirada puesta en las cámaras de televisión dijese: "José, sal de ahí y sal rápido, que harás de Lula un reo".

Para sustituirlo en el Ministerio de la Presidencia, Lula nombró a Dilma Rousseff, que también estuvo vinculada a la guerrilla en su juventud: "Me honra traspasar este cargo a una compañera de lucha, a una camarada de armas", declaró entonces Dirceu, la última leyenda de la izquierda brasileña.