Sean Penn no convence en Cannes con su drama protagonizado por Charlize Theron y Javier Bardem
- Una película pretenciosa y grandilocuente que busca la belleza en medio del caos de varios conflictos en África
Sean Penn presentó hoy en Cannes The Last Face, un filme que denuncia los conflictos humanitarios en el mundo, pero también una historia de amor, porque el cine debe entretener, pero solo si "el entretenimiento no es sinónimo del comportamiento de Donald Trump".
Lo que las crisis humanitarias, el problema del hambre, hacen es "alejarnos de nuestra humanidad". Encontrar "belleza a nuestro alrededor es una forma de buscarle una solución, pero lo que consideramos belleza es más bien una perversión. Y eso es lamentable", reflexionó el realizador.
Protagonizada por Charlize Theron y Javier Bardem, The Last Face recibió duras críticas tras su primer pase para la prensa en Cannes, a cuyo fin hubo abucheos, lo que no ha impedido al director asegurar que la defiende "tal y como es", aunque señaló que "todo el mundo tiene derecho a su opinión".
Una película pretenciosa y grandilocuente que busca la belleza -especialmente de Charlize Theron- en medio del caos de varios conflictos en África, sobre todo en Sierra Leona, donde se desarrolla la historia de amor de estos dos médicos cuyo trabajo está centrado en la ayuda humanitaria.
Unos médicos que pueden ser los héroes de la historia, aunque en realidad son la gente de esos lugares, que tienen "vidas extremadamente difíciles, los verdaderos héroes", en opinión de Penn.
Lo auténticos héroes para Javier Bardem
Al respecto, Bardem señaló que para él los héroes del mundo actual son "la gente normal que trata de alimentar a sus hijos con un salario horrible o sin trabajo", aunque también valoró el trabajo de médicos como el que interpreta y citó el caso del último pediatra que quedaba en la zona controlada por los rebeldes sirios y que falleció en un bombardeo hace pocos días.
"Lo que hacen es tan grande y tan inalcanzable para mí que yo los llamaría héroes", agregó el actor español. Mientras, Theron expresó su admiración por las personas que trabajan en esas "brutales condiciones en lugares de conflicto, entre el dolor y el sufrimiento".
Y también señaló, por lo que ella ha conocido durante el rodaje, esas personas no se creen más importantes por el trabajo que realizan. No lo hacen por eso ni por una cuestión de ego, sino porque conectan con la gente con la que viven y a la que quieren ayudar, indicó. "Es lo ultimo en lo que pensarían. Solo piensan en la inmediatez de lo que hay que hacer", resaltó.
Penn se mostró de acuerdo con Theron sobre el "maravilloso trabajo que hacen estas personas en el terreno", pero reconoció que la historia le atrajo por el hecho de que aunque desarrollan esa labor de manera altruista, también lo hacen por la necesidad de sentir la adrenalina.
Y preguntado sobre cómo gestionar los egos de todos los miembros del equipo, el realizador afirmó que "el primer desafío es gestionar tu propio ego".
Hubo excepciones, señaló Penn, quien afirmó que "algunas personas en esta mesa (de la rueda de prensa, en la que también estaban Jean Reno, Adele Exarchopoulos y Jared Harris) son extraordinariamente humildes y todos nos beneficiamos de ello".
No precisó el realizador a quién se refería en una comparecencia en la que él y Charlize Theron -que eran pareja en el momento de realizar el filme pero que rompieron su relación poco después de acabarlo- se dedicaron buenas palabras pero apenas se miraron.
Penn recordó que había leído el guion hace mucho tiempo e imaginado a la actriz como protagonista. "Y especialmente Charlize con Javier. Soy un fan de las buenas interpretaciones".
Mientras que la actriz alabó la forma realista de rodar de Penn, que hizo que la película sea "real y tangible". Una historia de conflictos pero sobre todo de amor, como se encargó de recordar Javier Bardem, que fue el primero en estar implicado en la película, de la que le atrajo precisamente su lado más romántico.
"Lo que rodea la historia de amor es lo que la hace única, pero fue la historia de amor la que me llevó a la película", aseguró. Una película que compite por la Palma de Oro de Cannes, algo que cineastas como Woody Allen o Steven Spielberg han rechazado hacer.
En Estados Unidos, señaló Penn, hay una "selección muy monocultural. Tenemos que ir fuera para darnos cuenta de que no somos necesariamente mejores que un director filipino. Hay que venir aquí para entender lo que pasa en el cine internacional".Y "estar en competición es hacer que esta película sea vista por mucha gente y ver la reacción".