Enlaces accesibilidad

Al menos 78 muertos en múltiples explosiones contra dos feudos costeros del régimen en Siria

  • En Tartús los terroristas han atacado una estación de autobús
  • En Yabla cuatro explosiones han dejado decenas de muertos
  • El autodenominado Estado Islámico han reivindicado los ataques

Por
Una cadena de atentados del Estado Islámico deja decenas de muertos en dos ciudades costeras de Siria

Múltiples explosiones han dejado un reguero de sangre en las ciudades costeras de Yabla y Tartús, dos de los principales feudos del régimen sirio en el Mediterráneo. Al menos 78 personas han muerto, según han informado los medios de comunicación oficiales, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos eleva la cifra a 145 fallecidos y 200 heridos.

La televisión siria precisa que al menos 45 personas han fallecido en Yabla, donde se han registrado cuatro estallidos. Un vehículo cargado con explosivos estalló primero cerca de la estación de autobuses y poco después dos suicidas detonaron los cinturones bomba que llevaban adosados a sus cuerpos en el mismo lugar. Un tercer terrorista suicida hizo explotar la bomba que llevaba encima en las proximidades de la Dirección General de Electricidad y cerca de la entrada de ambulancias de un hospital.

Así ha quedado el coche que ha estallado en la ciudad de Yabla, Siria.

Así ha quedado el coche que ha estallado en la ciudad de Yabla, Siria. AFP PHOTO / STRINGER

La cadena agrega que otras 33 personas han muerto por tres explosiones "terroristas" en Tartús, donde un coche bomba ha estallado a la entrada de otra estación de autobuses y, poco después, dos suicidas detonaron los artefactos que llevaban adosados a sus cuerpos en el interior del lugar. Hay heridos graves por lo que no se descarta que el número de fallecidos aumente.

Un militar observa un coche en llamas en Tartús en esta imagen publicada por el Ejército sirio.

Un militar observa un coche en llamas en Tartús en esta imagen publicada por el Ejército sirio. SANA

La costa mediterránea, al margen de la guerra

El autodenominado Estado Islámico ha reivindicado los atentados. Según ha difundido la agencia de noticias Amaq, cercana al grupo yihadista, combatientes del EI han atacado concentraciones de alauíes, secta que profesa el presidente sirio, Bachar al Asad, en Tartús y Yabla.

En el comunicado, cuya autenticidad no ha podido ser verificada, el grupoi yihadista afirma que los ataques responden a los bombardeos de la aviación de Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, "contra las ciudades de los musulmanes".

No obstante, la televisión oficial siria ha asegurado que la organización armada Movimiento Islámico de los Libres de Sham se ha atribuido la responsabilidad de estos atentados, pero este grupo no ha publicado ningún comunicado al respecto en su página web ni en las cuentas de Twitter que suele utilizar.

(Fuente: Instituto para el Estudio de la Guerra. Actualizado a 22 de abril de 2016).

(Fuente: Instituto para el Estudio de la Guerra. Actualizado a 22 de abril de 2016).

Negociaciones de paz estancadas

Los ataques de este lunes son los primeros de este tipo registrados en los feudos costeros de las autoridades sirias de Latakia y Tartús, donde los niveles de violencia han sido menores desde el inicio del conflicto en marzo de 2011. Ambas ciudades habían permanecido hasta ahora relativamente al margen de la guerra que ha sumido a Siria en el caos. La parte noroeste del país se ha mantenido en su mayor parte como bastión del régimen.

El Kremlin ha declarado que estos últimos atentados vuelven a poner de manifiesto la necesidad de reavivar las maltrechas negociaciones de paz. Las potencias reunidas en la cumbre internacional sobre Siria celebrada la pasada semana en Viena se comprometieron a apoyar el actual cese de las hostilidades en algunas partes del país y avanzar hacia un alto el fuego completo que permita retomar el diálogo entre gobierno y la oposición, aunque no fijaron plazos ni consiguieron cerrar una fecha para que esas conversaciones se reanuden.

En estos cinco años de conflicto armado, más de 200.000 personas han muerto y 12 millones han tenido que abandonar sus hogares, según la ONU.