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Industria 4.0, mucho más que robots en la fábrica

  • La digitalización masiva en los centros productivos comienza a despegar
  • Las tecnológicas ofrecen sus primeros productos en este nuevo mercado
  • Algunas de estas herramientas se basan en realidad virtual o aumentada
  • Toda la información sobre Digital Enterprise Show 2016

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VR Flow es una solución basada en realidad virtual concebida para ingenieros.
VR Flow es una solución basada en realidad virtual concebida para ingenieros.

Es la industria del futuro, las “fábricas inteligentes” o “ciberfábricas”. Mucho más que emplear robots en la cadena de producción. La califican como "Cuarta Revolución Industrial", ni más ni menos.

Fue el Gobierno alemán quien acuñó por primera vez el término "industria 4.0" para referirse al gran proyecto estratégico que comenzó a desarrollar en 2011, con el objetivo de digitalizar el proceso de producción en sus fábricas, basándose en las últimas tecnologías, algunas de ellas todavía en pañales: el internet de las cosas y su sensorización masiva, la red 5G, las realidades virtual y aumentada, Big Data, sistemas ciberfísicos (CPS)...

Las empresas tecnológicas dan sus primeros pasos en este nuevo mercado que comienza a abrirse. Es el caso de Altran, dedicada principalmente a ingeniería y consultoría tecnológica, que ha presentado en el Digital Enterprise Show (DES2016) uno de sus últimos productos, que podrían enmarcarse en el ámbito de la "industria 4.0": VR Flow. Como afirma un representante de la compañía, "está recién salida del horno de I+D". Se trata de una solución basada en realidad virtual concebida para ingenieros, que utiliza el interfaz de Oculus Rift.

VR Flow es una herramienta de diseño, más concretamente de "diseño CFD (Dinámica de fluidos computacional)", que es como se conoce en lenguaje técnico. Consiste en visualizar a través de realidad virtual los flujos aerodinámicos, para comprobar cómo se comportan. De esta manera, permite una experiencia más inmersiva en el diseño y análisis aeronáutico.

El entorno de la realidad virtual permite, por ejemplo, adentrarse en las turbinas de los aviones, y en función del gradiente de colores y otras variables que se pueden ir seleccionando, se analiza el comportamiento aerodinámico.

Además de la experiencia de visualización, que es más inmersiva, también se pueden activar comandos interaccionando con las propias manos, como selección de menús, generación de órdenes de cálculo, etc.

Aunque esta primera versión se ha desarrollado enfocada a la ingeniería aeronáutica, la idea es que se adapte a otros sectores. Según indican desde la multinacional francesa, las aplicaciones son muy variadas. Se puede utilizar también para diseño naval o aeroespacial, o para cualquier diseño industrial.

Realidad virtual y aumentada en la industria

También dentro del ámbito que se podría denominar "industria 4.0", la empresa española Visuar se ha especializado en realidad virtual y aumentada para ingeniería, arquitectura, construcción y diseño. La solución que ha desarrollado se llama Visuartech.

El consejero delegado de la empresa, Aquilino Javier Sánchez, explica que "en el ámbito industrial, lo que hacemos es unir la realidad aumentada con los procesos diarios de una planta de producción: mantenimiento, gestión, control... ". "El operario que va por la planta y necesita información en tiempo real, mediante nuestro sistema, escanea con su dispositivo móvil (un teléfono, una tableta, unas gafas o cascos de realidad aumentada) los diferentes elementos y éstos le devuelven toda la información en tiempo real de lo que está sucediendo", detalla.

Esta herramienta recopila la información y se la ofrece al operario, pero los parámetros se recogen y son gestionados por otros sistemas, como puede ser SCADA. El elemento monitorizado necesita un código o marcador, que es lo que leerá el programa instalado en el dispositivo móvil. Ejemplos, muchísimos, como válvulas, cuadros eléctricos, sensores… "Al final, resumiendo, lo que hacemos es conectar y escanear con nuestro dispositivo móvil “in situ” para obtener toda la información de ese elemento", sintetiza Sánchez.

Si la realidad aumentada (en la que los elementos virtuales se superponen el mundo real) se utiliza sobre todo para gestionar y ofrecer información, la realidad virtual se está empleando en el campo de la formación. "El otro día, alguien que trabaja en una gran empresa energética me comentaba que todos los técnicos acudían a una misma central a realizar la formación. Eso supone cientos de miles de euros al año", valora Aquilino Javier Sánchez.

"Pero con la realidad virtual, hoy por hoy, se hace a muy bajo coste, porque ya no tienes que desplazar a los profesionales para realizar la formación. Se ponen el casco de realidad virtual y pueden tener la sensación exacta de como si estuvieran allí. Y pueden realizar todos los procesos, incluso el de evaluación", finaliza.