El Eurogrupo desbloquea 10.300 millones a Grecia y acuerda algunas medidas para el alivio de la deuda
- Da el visto bueno político a la primera revisión del tercer rescate griego
- También ha acordado las primeras medidas para reestructurar la deuda
- El grueso de las medidas de alivio se dejan para 2018, tal y como quería Berlín
- El FMI apoya que comience el alivio de la deuda y estudiará sumarse al rescate
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro han dado el visto bueno político a la primera revisión del tercer rescate a Greciaen la madrugada de este miércoles, con lo que se desbloquean 10.300 millones de euros. Además, el Eurogrupo ha acordado unas primeras medidas para el alivio de la deuda helena, una cuestión clave para conseguir la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el programa de asistencia al país, algo que no se decidirá hasta finales de este año y que está supeditada a que "las medidas sobre la deuda hagan que sea sostenible".
"Son muy buenas noticias", ha explicado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, tras una reunión de más de 11 horas. Los ministros de la zona euro han dado por buenas las últimas reformas aprobadas por Grecia y liberarán a mediados de junio préstamos por valor de 7.500 millones de euros, una cantidad que el país necesita para saldar los vencimientos con el Banco Central Europeo y el FMI en julio, desembolso que queda pendiente de la verificación de lo aprobado por Grecia en las últimas semanas.
Los restantes 2.800 millones serán desembolsados en varios tramos "después del verano", según el director gerente del fondo de rescate de la eurozona, Klaus Regling, quien ha señalado que cualquier pago adicional para el servicio de la deuda quedará sujeto al cumplimiento de hitos relacionados con la privatización, la gobernanza de la banca, la agencia de recaudación y el sector de la energía.
Sin embargo, uno de los principales propósitos del encuentro era abordar la reestructuración de la deuda griega y conseguir que el FMI se sumase como institución acreedora al tercer rescate. Sobre esto, Dijsselbloem se ha mostrado optimista y ha indicado que si hay un acuerdo financiero "antes de final de año", el Fondo se incorporará al programa.
El grueso de la deuda se reestructurará en 2018
De momento, el Eurogrupo ha acordado "un paquete de medidas, por fases y de manera progresiva, sobre la deuda" de Grecia, ha indicado Dijsselbloem. Las medidas son a corto, medio y largo plazo, pero en ningún caso se han cuantificado.
Por lo pronto, y a corto plazo, se suavizarán plazos y tipos. En concreto se suavizará el perfil de los pagos al fondo de rescate temporal europeo (el FEEF por su siglas en inglés), se usará la estrategia de financiación diversificada del MEDE para reducir el tipo de interés sin incurrir en costes adicionales para los antiguos países del programa y se suspenderá una subida en el margen del tipo de interés prevista para 2017.
A pesar de que el Fondo se resistía a participar sin un "alivio incondicional y por adelantado" de la deuda, finalmente ha aceptado que el grueso de la reestructuración se aborde en 2018, una vez finalizado el tercer rescate y después de las elecciones generales en Alemania, que tendrán lugar en 2017, tal y como defendía Berlín -que además quiere la participación del FMI en el rescate-.
Es una "importante concesión", ha explicado el responsable del Departamento de Europa del Fondo, Paul Thomsen, quien ha celebrado que todas las partes hayan reconocido que la deuda griega es "insostenible".
Ahora, el Fondo deberá cuantificar y evaluar las medidas propuestas por el Eurogrupo en los próximos meses para determinar si proporcionan el alivio "necesario" sobre la deuda pública helena y si son suficientes para que el organismo participe en el tercer rescate.
"Todos hemos mostrado flexibilidad y estamos dispuestos a recomendar al directorio este acuerdo político, siempre y cuando el revisado análisis de la sostenibilidad de la deuda sugiera que las medidas sobre la mesa proporcionan el alivio necesario", ha dejado claro Thomsen.
Las medidas para aliviar la deuda helena
El Eurogrupo considera que para que la deuda griega pueda ser sostenible las necesidades de financiación brutas deben permanecer por debajo del 15% del PIB durante el periodo posterior al tercer rescate, es decir después de julio de 2018, y por debajo del 20% posteriormente.
De momento, la eurozona no ha rebajado el objetivo de superávit primario del 3,5% del PIB que Grecia deberá alcanzar en 2018, pese a que el FMI lo considera inalcanzable.
Además, ha vuelto a descartar una quita y tampoco ha realizado un compromiso incondicional de reducir los pagos de Grecia. Sí han esbozado los criterios para que eso ocurra, pero no han cuantificado el impacto de las medidas, incluida una posible compra de los préstamos del FMI en 2018.
- A corto plazo
Algunas de las medidas a corto plazo implican suavizar el perfil de pago mediante la ampliación del vencimiento medio de 28 años a 32 por parte del fondo de rescate. También se reducirán con la estrategia de financiación del fondo de rescate los tipos de interés.
- A medio plazo
Las medidas a medio plazo solo se considerarán si un nuevo análisis de la sostenibilidad de la deuda al término del rescate muestra que son necesarias.
El fondo de rescate emplearía entonces los beneficios obtenidos por el BCE con la compra de deuda griega en 2014 (unos 1.800 millones de euros) que se encuentran en una cuenta segregada, y la reanudación de las transferencias de los beneficios del BCE y de los bancos nacionales a Grecia a partir de 2017 como "colchón" para reducir futuras necesidades brutas de financiación.
También se podrían emplear "recursos no utilizados", como el dinero que no fue necesario para la recapitalización de la banca.
- A largo plazo
Para el largo plazo, el Eurogrupo ha acordado un mecanismo de contingencia que podría ser activado después del fin del rescate para asegurar la sostenibilidad de la deuda en el caso de que se produzca un escenario "más adverso".
Grecia: llegarán fondos a la economía real
El Gobierno griego espera que el acuerdo sirva para inyectar liquidez en el mercado y recuperar la confianza de los inversores. "Nos permite ser optimistas de que el círculo vicioso" de recesión y recortes toca fin, y que con el regreso de los inversores la economía del país entrará en "un círculo virtuoso", ha asegurado el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos.
El alivio de la deuda griega, que asciende a 311.452 millones de euros, el 180% de su PIB, es uno de los caballos de batalla del Ejecutivo de Alexis Tsipras. Además de haber conseguido por fin abrir -aunque modestamente- ese capítulo, para Grecia lo más importante es que por primera vez obtendrá fondos que irán a parar de alguna manera a la economía real.
Según ha dicho el Ministerio de Finanzas griego en un comunicado, de los 7.500 millones que Grecia obtendrá ya en junio, 3.500 se destinarán al pago de atrasos del Estado (a finales de marzo ascendían a 5.570 millones de euros, de los que 4.000 millones correspondían a deudas con la Seguridad Social y los hospitales).
Serán 700 millones de euros al mes hasta octubre que irán a la economía del país, ha recalcado el Ministerio. Esto servirá para "mitigar en parte algunas de las medidas recesivas que hemos tenido que tomar", ha afirmado Euclides Tsakalotos. Hasta ahora casi todo el dinero que ha recibido Grecia ha ido a devolver los rescates y recapitalizar la banca.
El dinero prestado en los rescates a Grecia, para el pago de la deuda
Ni un euro del dinero abonado en los sucesivos rescates a Grecia fue a parar al presupuesto griego, según un análisis publicado este martes por el portal económico heleno Capital.gr. De acuerdo a este cálculo, los 234.700 millones de euros percibidos por Grecia desde el primer rescate, en 2010, fueron a parar íntegramente al pago de la deuda.
Según este cálculo, Grecia pagó en estos cinco años 240.000 millones de euros entre amortización de deuda (136.881 millones), intereses de la misma (58.619 millones) y recapitalización de los bancos (45.000 millones). Esto significa que el Gobierno heleno tuvo que aumentar el déficit en 5.300 millones en cinco años para hacer frente a estas obligaciones.
La cifra de este medio griego que contrasta ligeramente a la que ofreció el diario alemán Handesblatt a principios de mayo, según la que el 95% del dinero fue a parar a obligaciones con los acreedores y un 5% a los presupuestos.