Los talibanes afganos confirman la muerte del mulá Mansur y nombran a su sucesor
- El nuevo líder se llama Maulawi Obaidullah
- El mulá Mansur fue abatido tras un ataque con drones estadounidense
- Se impone al candidato Sirajudin Haqqani, que ahora será su lugarteniente
Los talibanes de Afganistán han reconocido oficialmente este miércoles la muerte de su líder, el mulá Ajtar Mansur, fallecido en un ataque con drones efectuado por Estados Unidos. Con esta confirmación han anunciado también el nombre de su sucesor, Maulawi Obaidullah.
"El Emirato Islámico de Afganistán (como se autodenominan los talibanes) anuncia que su líder (...) mulá Mansur abrazó el martirio el sábado en un bombardeo de un dron estadounidense", aseguraron los insurgentes en un comunicado remitido a EFE.
El mulá Obaidullah (Hibatullah, de acuerdo a la grafía usada en Afganistán) es un respetado clérigo conocedor de los textos sagrados que ha sido el principal responsable del sistema judicial talibán y segundo lugarteniente de Mansur y su nombramiento llegó "tras una larga discusión", se indica en el comunicado.
El posible sucesor será el lugarteniente
Desde la muerte de Mansur, confirmada por la inteligencia afgana el 22 de mayo, se barajaba como candidato a la sucesión a Sirajudin Haqqani, responsable de organizar numerosos ataques suicidas en los últimos años y primer lugarteniente del mulá Mansur desde que este fue nombrado en julio de 2015 tras conocerse la muerte dos años antes de su antecesor, el mulá Omar.
Haqqani será ahora el segundo en el escalafón, según ha indicado en el comunicado de este miércoles el portavoz talibán Zabihullah Mujahid. Sirajudin Haqqani es el hijo del fundador de la red Haqqani, Maulawi Jalaludin Haqqani, al que reemplazó en 2005 para liderar ese grupo terrorista fundado en los años 70 y de cuya protección Estados Unidos ha acusado reiteradamente a Pakistán.
El segundo lugarteniente del nuevo líder talibán será el hijo del mulá Omar, el mulá Yaquba, de acuerdo con la nota. En 2015, Ajunzada fue mencionado en un informe de Naciones Unidas como ex responsable del aparato judicial en el cuadro ejecutivo talibán. "Todos están llamados a obedecer al nuevo Emir Al Mominin (jefe de los creyentes)", exhorta el documento.
Los insurgentes detallaron que el mulá Mansur falleció en una zona fronteriza entre la provincia septentrional afgana de Kandahar y la provincia paquistaní de Baluchistán (suroeste), mientras que EEUU fue más explícito y concretó que murió en Pakistán.
El Gobierno paquistaní rechazó este martes confirmar el fallecimiento del jefe talibán, algo que sí hicieron Afganistán y EEUU, y su ministro de Interior, Nisar Ali Khan, declaró que el dron nunca cruzó la frontera y el ataque se produjo desde fuera de su territorio.
Mansur, un "obstáculo" eliminado
El bombardeo que acabó con la vida del mulá Mansur se produjo tres días después de la quinta reunión del G4 en Islamabad, en un encuentro en el que acordaron continuar apostando por el diálogo a pesar de que los insurgentes han rechazado negociar.
Estados Unidos lanzó el ataque aéreo alrededor de las 10.00 GMT de 21 de mayo en un área remota en la frontera entre Pakistán y Afganistán.
El Departamento de Defensa estadounidense afirmó en un comunicado tras el ataque que "Mansur ha sido un obstáculo para la paz y la reconciliación entre el Gobierno de Afganistán y los talibanes, prohibiendo a los líderes talibanes participar en conversaciones de paz con el Gobierno afgano".
Mansur se convirtió en el líder de los talibanes después de que en julio del año pasado el Gobierno afgano desvelara que el mulá Omar había fallecido en 2013 en la ciudad paquistaní de Karachi. El líder de Al Qaeda Osama Bin Laden murió en Pakistán, abatido por Estados Unidos en la ciudad de Abbottabad el 2 de mayo de 2011.
La designación de Mansur al frente del principal grupo insurgente afgano fue muy discutida dentro de las filas talibanas, en las que se han producido escisiones e incluso un enfrentamiento militar abierto entre los leales a Mansur y los liderados por el mulá Rasul.
Pese a esa pugna interna, los talibanes han ido ganando más espacio desde el final de la misión de combate de la OTAN en Afganistán al término de 2014 y han perpetrado ataques con enormes bajas e incluso llegaron a tomar la ciudad norteña de Kunduz durante unos días el año pasado.
Desde finales de 2015 controlan casi un tercio del territorio, según un informe del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán de EEUU (SIGAR).